El pasado 8 de junio, el Partido Revolucionario Moderno fijó su posición con respecto a sus dirigentes Andrés Bautista, Alfredo Pacheco, Cesar Sánchez, Roberto Rodríguez y Máximo De Oleo imputados en el caso Odebrecht, declarando que los mismos son “presos políticos del gobierno de Danilo Medina”.
Esta declaración constituye un error político del PRM, que evidencia dos situaciones: por un lado el PRM utiliza un discurso de épocas superadas que es poco creíble y que ha sido rechazado por gran parte de la sociedad e inclusive por dirigentes del propio partido y por otro lado el partido muestra una desconexión de la situación actual de lucha anti-impunidad y anti-corrupción que vive nuestro país.
No se trata de presos políticos.
Se puede criticar desde varios ángulos el manejo que se ha dado al caso Odebrecht: que no son todos los que están ni están todos los que son, que en esta primera etapa procesal está plagado de errores procesales e inconsistencias respecto a imputados, entre otras muchas críticas jurídicas. Sin embargo una amplia mayoría de los dominicanos coincide en que no se trata de una persecución política contra la oposición.
Y no se trata de una persecución política pues no estamos ante personas privadas de libertad por profesar opiniones políticas ni tampoco se trata de una confinación contraria a las leyes y al ordenamiento jurídico vigente. Por el contrario los derechos de todos los imputados, incluyendo los dirigentes de oposición, fueron respetados.
Podemos atribuir estas declaraciones a la euforia política del momento pues se trata del presidente de dicho partido de oposición, sin embargo otro aspecto que trae consigo esta declaración es que marca el alejamiento del PRM de la posiciones actuales de la sociedad.
Son nuevos tiempos y los partidos políticos deben evolucionar y el tema de la corrupción y la impunidad son ejemplo de esto, tal como lo reflejan las encuestas sobre los temas que interesan a los dominicanos.
Hace varios años el tema de la corrupción no era prioritario para los dominicanos, los principales temas de preocupación eran el alto costo de la vida, los apagones, la delincuencia, entre otros y la corrupción ocupaba lejanos lugares en estos estudios. Sin embargo esto cambió y los estudios en la actualidad arrojan como resultado una alta preocupación e interés de los dominicanos en el tema de la corrupción. Evidencia de esto es el éxito obtenido en los últimos meses por las marchas verdes que se han convertido en manifestaciones multitudinarias en las que se exige el cese de la impunidad.
El Partido Revolucionario Moderno debe despojarse de las costumbres del pasado y conectar con la sociedad actual para representar una verdadera oposición, la posición no debe ser la de descalificar el proceso porque hay dirigentes de mi partido si no por el contrario apoyar los procesos que busquen poner fin a la impunidad vigilando el cumplimiento del debido proceso y las garantías jurídicas de sus miembros imputados y apoyando a sus miembros a nivel jurídico.
Esperamos, que el Partido Revolucionario Moderno pueda rectificar su posición a lo largo de este proceso judicial y cualquier otro proceso que surja pues necesitamos un partido de oposición conectado con la sociedad y que realmente pueda ser opción de poder en el próximo año 2020.