Recientemente ha consternado la opinión pública el intento de suicidio de una adolescente embarazada en Santo Domingo La adolescente intentó suicidarse según las declaraciones de la madre porque “no quería tener la criatura”.
El embarazo en la adolescencia es un fenómeno frecuente en nuestro país. El fenómeno tiene dos tendencias dentro de la adolescencia según los estudios cualitativos y cuantitativos realizados en los últimos 10 años, (CONAPOFA 2008, PROFAMILIA-CENISMI 2011), estas tendencias son embarazos deseados y embarazos no-deseados.
Dentro de los embarazos no-deseados encontramos diversos perfiles de adolescentes que se embarazan por diferentes causas entre las cuales se encuentran:
- Presencia de relaciones sexuales espontaneas no-planificadas. “el sostenimiento de relaciones sexuales sin pensar en que tenían que protegerse por lo que no se utilizaron métodos anticonceptivos aun cuando conocían la existencia de ellos. Tanto en el estrato medio como en el estrato pobre hay un reconocimiento de que en el momento de tener las relaciones sexuales no se piensa en que se puede producir un embarazo y no se asume la protección”. ( CONAPOFA 2008)
- Falta de información y orientación. “A mí me faltó orientación, nunca me atrevía a hablar con mi mama sobre nada de esto, ella no me dijo nada, me daba vergüenza hablar con ella”.
- Poca continuidad y sistematicidad en el uso de métodos anticonceptivos.
Vemos que hay una diversidad en las causas de embarazos no-deseados desde la perspectiva de las adolescentes, los jóvenes que embarazan tienen una cuota de responsabilidad que se invisibiliza dentro de estos factores causales y que por ende su participación en embarazar sin medir consecuencias es significativa.
En los estudios realizados se muestra que las adolescentes que se embarazan sin desear ni planificar el embarazo sufren en muchos casos el rechazo y la presión social en sus familias, centros educativos, parejas, grupos de pares y sociedad en general. Las situaciones de discriminación y rechazo que viven las adolescentes puede llevarlas a procesos de depresión y aislamiento.
Nuestra sociedad maneja el embarazo en adolescente en una forma ambigua y contradictoria. Por un lado se promueve la maternidad en forma impositiva, sin embargo se rechaza a las adolescentes embarazadas así como también la interrupción de embarazo. Se lleva a las adolescentes que rechazan el embarazo a un callejón sin salida, que puede llevarla como a Stefany a intentos de suicidios.
Si como sociedad no estamos ofreciendo una educación sexual que empodere a las y los adolescentes en sus derechos sexuales y reproductivos, y no ofrecemos servicios de salud para que las jóvenes puedan decidir sobre su cuerpo e interrumpir el embarazo sin dañar su vida, ¿qué opciones le damos a las adolescentes y jóvenes cuando se embarazan y rechazan este embarazo?
La adolescente y joven tiene derecho a decidir sobre su cuerpo, porque de alguna forma es responsable de su futuro, como se repite continuamente en los medios de comunicación. Si no le damos ese derecho, dejamos abierta la posibilidad de situaciones de presión hacia decisiones más riesgosas con su vida y hasta autodestructiva.
¿Qué es mejor legalizar la interrupción de embarazos no-deseados o el suicidio?
Este artículo fue publicado originalmente en el periódico HOY