Si Jack Veneno, en su tiempo, no hubiese arriesgado la faja una y otra vez, de seguro hoy, nadie lo mencionaría por bien ni por mal. En consecuencia, el oficio de líder requiere de riesgos impredecibles, el peligro crece en la misma medida que aumenta la influencia del líder.
En efecto, esta es la lección que debe aprender el expresidente Leonel Fernández Reyna. Si el Dr. Fernández fija sus ojos en Jack Veneno, caería en la cuenta que su leyenda se construyó, cimentada en el peligro a que se exponía permanentemente.
No obstante, el exmandatario es un dirigente habituado a la política perfumada, encerrado en oficinas enfriadas artificialmente. Quien con mayor certeza lo definió, fue el fenecido Hatuey D’Camps, “Leonel Fernández es un político suertudo, todo le llegó sin hacer grandes esfuerzos”, afirmo D’Camps.
Los vientos, hace años que soplan en otra dirección, razón que impide al León, rugir para ahuyentar al enemigo. Y es que el adversario, conoce al dedillo las debilidades del otrora rey de la selva política dominicana. El Presidente Danilo Medina sabe de sobra como mantener a Fernández de rodilla.
Los intentos del ex gobernante, para zafarse de las garras de su compañero de manada, el Lic. Danilo Media, se suceden sin éxito, uno tras otro. La proclama “O jugamos to, o se rompe la baraja”, de Franklin Almeyda, es el más reciente ensayo. Inclusive, se escuchó el murmullo en una franja importante de la población “parece que el León Fernández se decidió a echar el pleito definitivo”, decían algunos.
De su lado, el Presidente Medina Sánchez, no hace caso a subalternos, lo que diga Franklin lo tiene sin cuidado. Por tal razón, es ineludible que el Dr. Fernández Reyna, dé la cara frente al mandamás del país y del partido morado.
En esa tesitura, lo primordial es que Fernández haga conciencia en que para el PLD, no hay vida más allá del 2020.
De igual modo, el Dr. Fernández, goza de conocimiento pleno sobre el mandatario, sabe que su glotonería es ancestral. Él está al corriente de que a pesar de haberse comido un tiburón podrido, el Lic. Medina Sánchez podría devorar eso y más, con tal de salvar su pellejo.
Lo anterior indica, que el riesgo de marchar de frente sobre el Presidente, podría tener consecuencias impredecibles. Pero se trata precisamente de eso, de arriesgar la faja igual que Jack Veneno, perder y ganar una y otra vez, en una lucha interminable.
Ahora bien, si el Dr. Fernández no decide romper el cerco danilista, tendrá el repudio total del pueblo y será abandonado por los suyos inevitablemente.
Lo más prudente para Fernández Reyna, en esta encrucijada morada es, según mi opinión, apostar al juicio de la historia.
Decir la verdad al pueblo y a su partido, es la única salvación que le queda al expresidente.
Se estila entonces, que el Dr. Fernández, anuncie una alocución al país y en ella, transparente su dilatada gestión de gobierno y la del propio Lic. Danilo Medina.
En consecuencia, la delación e imputación propia podría resultar en una doble matanza. Yo lo veo así: out uno, fuera el Presidente Medina, out dos, fuera Fernández. ¿Cuál es el beneficio?, se preguntarían sus seguidores, veamos.
La diferencia es que el mandatario saldría con una lesión de curación dilatada, con muy pocas posibilidades de volver a jugar. En cambio, la lesión de Fernández, si se trata con inteligencia, podría permitirle jugar una temporada más. Y de paso, provoca la purga natural y necesaria en las filas del PLD.
El expresidente Leonel Fernández, no tiene de otra, tiene que recurrir al juicio histórico. 12 años de gobierno, y una actitud responsable ante la nación, aporta un único resultado, una figura histórica trascendente. Si hace lo contrario, será condenado al fuego eterno. Los círculos del infierno serán insuficientes para el suplicio que le toque.
El juego del Poder requiere de líderes capaces de tomar decisiones en situaciones de crisis extrema, esta es una de ellas y Leonel está a prueba.