Las violaciones a la ley de presupuesto han sido reiteradas en el presente año, lo cual no solo ha afectado los niveles de transparencia y rendición de cuentas en el actual ejercicio fiscal 2015, sino que también ha afectado la planificación del propio presupuesto para el año 2016.
¿Cómo puede justificar el Presidente Medina que de un límite máximo de financiamiento de 175 mil 500 millones que se aprobó en la ley No. 527-14, de Presupuesto General del Estado para el 2015 (PGE-2015), tenga un endeudamiento por 206 mil 988 millones en los primeros seis meses del año?
¿Cómo podría el Presidente Medina explicar que la mayoría del PLD en el Congreso le aprobó para Disminución de Cuentas por Pagar de 2014 un monto de 15 mil 900 millones, para ser saldadas durante el año 2015, y al 30 de junio ha pagado 19 mil 448 millones?
Es decir, 3 mil 548 millones adicionales a lo aprobado, de deudas desconocidas, ilegales, no aprobadas por el Congreso Nacional.
¿Cómo el Presidente Medina puede justificar que se aprueben 700 millones para la Construcción del Hospital Regional en San Francisco de Macorís, Prov. Duarte, y al 30 de junio no se haya registrado ningún desembolso?
¿Cómo el Presidente Medina puede justificar que se aprueben 300 millones para la Construcción y Equipamiento de 42 Centros de Diagnósticos y Atención Primaria, y al 30 de junio se registren pagos por 701 millones? Eso representa una ejecución de 234 % con relación a lo aprobado.
Podríamos citar decenas de casos violatorios a la ley de PGE-2015, y que tienen implicaciones de violaciones a la Constitución de la República y otras leyes vigentes, pero queremos llamar la atención de que si este no es un año electoral y registra tanta discreción y falta de transparencia en el manejo de los recursos públicos, ¿qué ustedes creen que podría pasar en el 2016 con la repostulación?
Y como es una costumbre del Presidente Medina, él solo habla de un Estado Social y Democrático de Derecho, cuando la ley le conviene.
La última violación a la ley por parte del Presidente de la República corresponde a lo que ordena el Párrafo III, del artículo 21, de la ley No. 423-06, Orgánica de Presupuesto, “el deber de convocar y presidir el Consejo de Ministro en la primera semana de julio para conocer y aprobar la Política Presupuestaria para el año 2016”. Lo que nunca ha hecho el presidente Medina.
Y, ¿cuál es la importancia de esto?
La Política Presupuestaria es el marco de referencia para formular los presupuestos del Sector Público no Financiero (SPNF) y establecer los topes institucionales, contiene las proyecciones de los ingresos corrientes y de capital, los gastos corrientes y de capital, así como el financiamiento respectivo, para un año en que el Presidente quiere repostularse.
La Política Presupuestaria para 2016 es de vital importancia para saber qué se priorizará para el año entrante en materia de servicios sociales, “cómo se incorporarán temas como salud, una verdadera dignificación de la carrera docente e incremento de la calidad de la educación, vivienda, agua potable, sanidad, seguridad ciudadana, o aumento general de salarios en el sector público.”
De igual forma al sector empresarial le permitiría planificar mejor sus inversiones en el país y a la población en general ver si el Presidente Medina va a recuperar la violación que cometió con la ley de Estrategia Nacional de Desarrollo que ordenaba que el Pacto Fiscal se iniciara en enero de 2015 y que postergó porque esto hubiese obligado a elevar la calidad, eficiencia y transparencia del gasto público, revisión de los impuestos, para hacerlo más justos y equitativos, y adecuación del gasto tributario (política de exenciones), lo que de seguro le hubiese quitado popularidad, pero se habría iniciado el camino correcto hacia políticas públicas de desarrollo humano.
El Presidente Medina al parecer no quiere enseñar cuál va a ser el nivel de ingresos, gastos y financiamiento que se requerirá para el próximo año con suficiente tiempo como ordena la ley y si va a mantener la política presupuestaria deficitaria, clientelista y con más endeudamiento, como ha sido el modelo que han llevado hasta ahora los gobiernos del PLD, iniciando en el 2008 con la reelección del Dr. Leonel Fernández.
El no cumplir con la ley de aprobar en la primera semana de julio la Política Presupuestaria de 2016, puede ser un claro mensaje de que cómo será el manejo de los recursos públicos y que no habría ningún escrúpulo para usarlos y tratar de imponerse en las elecciones generales del próximo año con la chequera del presupuesto público.
¿Habrá otro déficit igual al de 2012 para mantener el control absoluto de todos los Poderes del Estado y por consiguiente, la posterior búsqueda de nuevos ingresos con una nueva reforma tributaria o habrá Pacto Fiscal?
La política presupuestaria orienta las prioridades que se esperan ejecutar el próximo año que afectan a todos, por lo tanto, no pueden ser definidas por un reducido grupo de funcionarios que solo les interesa seguir manteniéndose del presupuesto público, de forma oscura, opaca, sin participación de la gente, así que demandamos que el Presidente Danilo Medina Sánchez cumpla con el mandato de la ley, ya en mora, y convoque al Consejo de Ministro, y se hagan públicas las intenciones presupuestarias para el 2016 para el debate abierto y participativo de la sociedad en general.
A falta de una verdadera separación e independencia de los Poderes, de un contrapeso institucional, se requiere un empoderamiento social que a través de un ejercicio responsable de ciudadanía lleve a su propia legalidad a los gobernantes.