CDEEE: no se detendrá construcción planta a carbón; inversión ya suma US$300 millones (Acento)
Apoyan incursionen en plantas a carbón (Diario Libre).
Plantas a carbón como solución eléctrica (El Día).
Nuevas plantas a carbón llevan abundancia de energía (Hoy).
TSA suspende licitación de las plantas a carbón (Listín Diario).
Plantas a carbón en Baní inician con buen ritmo (El Caribe).
Bichara dice deficiencias electricidad serán cosas del pasado con plantas a carbón (La Información).
Medina inicia construcción plantas a carbón generarán 769MW y 7,500 empleos (Presidencia de la República).
Estos titulares reflejan el empleo generalizado que tiene la expresión “planta a carbón” en nuestro país y dan cuenta de que el combate al que alude el epígrafe es excesivamente desigual. La prensa dominicana se ha inclinado por unanimidad a decir planta a carbón en lugar de planta de carbón y ese uso ha recibido el beneplácito de la más alta autoridad de la nación. Solo hemos encontrado un titular disidente: Trabajos de construcción plantas de carbón están avanzando informa la edición del diario Hoy correspondiente al 11 de julio de 2014 en una reseña de la periodista Mayelin Acosta Guzmán.
¿Cuál es la expresión correcta: a carbón o de carbón?
Cómo usar con propiedad las preposiciones es una de las tareas más espinosas de la gramática española que ha de enfrentar quien redacta en nuestro idioma. Prueba de ello es la existencia de la obra de Émile Slager titulada Diccionario de uso de las preposiciones españolas (Madrid, Espasa Calpe, 2007), una extensa compilación de más de ochocientas páginas que mantengo siempre a mano cuando escribo para equivocarme menos y que recomiendo sin reservas a todos mis lectores.
En general, las preposiciones forman parte con frecuencia de locuciones adjetivas, también llamadas locuciones adjetivales, que son grupos de palabras que se asimilan a los adjetivos en su funcionamiento sintáctico, ya que califican o determinan al sustantivo en el discurso. En las expresiones siguientes, por ejemplo, los textos subrayados constituyen locuciones adjetivas formadas con preposiciones que califican los sustantivos o nombres que les anteceden: trabajo a destajo, arroz a la milanesa, escritura a mano, dominicano de pura cepa, enfermo de cuidado, reloj de pared, juramento en falso, borrador en limpio, espacio en blanco.. Igual ocurre con las expresiones planta a carbón y planta de carbón: a carbón y de carbón son locuciones adjetivas que nos dan información sobre el tipo de planta de que se trata.
Las preposiciones a y de, junto con la en, son las más usadas en locuciones adjetivales, cada cual dentro de su respectivo marco semántico. Así, la a se emplea generalmente para indicar la manera de llevar a cabo o de preparar ciertos procesos (trabajo a destajo, arroz a la milanesa) o el instrumento usado en la acción de la que se habla (escritura a mano).
La de, en cambio, tiene un ámbito mucho más amplio y se ha adaptado a las más diversas funciones, entre ellas la de designar:
$ El contenido de algo: tratado de derecho, vaso de agua.
$ La materia de la que algo está hecho: estrados de madera, discos de vinilo.
$ El destino o el uso que se le da al algo: máquina de escribir, tablero de ajedrez, pasta de dientes.
$ La característica o propiedad de una persona o una cosa: hombre de valor, dominicano de pura cepa, abogado de pasillo.
$ La procedencia de alguien o algo o el lugar donde vive o se encuentra: mi sobrino de Ottawa, la gente de aquí.
$ El precio o valor de algo: un pleito de millones de dólares.
$ La época o lugar en que empezó algo: amigo de infancia, compañeros de universidad.
$ El modo de funcionamiento de una cosa: molino de viento, cocina de gas, locomotora de vapor, barco de vela, radio de pila, nevera de gas, carro de gasoil, olla de presión, planta de carbón.
Es, por supuesto, esta última función de la preposición de la que interesa para nuestro análisis. En efecto, en el idioma español, como bien apunta el Diccionario panhispánico de dudas, la preposición que se emplea normalmente para indicar el modo o medio por el que funciona cualquier objeto o aparato es la de, no la a. Las construcciones como olla a presión, cocina a gas y planta a carbón constituyen un calco del idioma francés (galicismo) que conviene evitar en español. Aunque en francés lo normal es decir que un aparato funciona à charbon o à gaz, en español las maquinarias y las plantas funcionan con carbón o, más sencillamente, son de carbón.