PREPARASE
El verbo pronominal prepararse, en el habla dominicana adquiere un sentido especial que solo se ha detectado en el español de ese país.
Este verbo solo pueden “conjugarlo” las mujeres. Es un verbo muy viejo en el habla dominicana, pero no ha encontrado su consagración en ninguno de los diccionarios dedicados al habla de ese país que se ha editado hasta la fecha.
Vale que uno se pregunte, ¿cómo es posible que haya un verbo que solo puedan conjugarlo las mujeres? No se trata de discriminación, pues la naturaleza impide que un hombre pueda aducirlo.
Prepararse en el idioma dominicano, en el campo de la obstetricia, equivale a esterilizarse. Hay que hacer notar que por la forma en que se usa el verbo se presume que la mujer ha elegido someterse al procedimiento quirúrgico, que lo hace de manera voluntaria.
La manera más socorrida para “prepararse” es someterse a una ligadura de las trompas de Falopio. Este es un procedimiento quirúrgico. En este “prepararse” hay una gran parte que queda sobreentendida; consiste en “preparase para no tener más hijos, o para no tener más embarazos”.
En la utilización de este verbo en las intervenciones en que se usa en el español dominicano se produce el fenómeno que en gramática se denomina elipsis, pues se omite el resto por quedar expreso, patente; por lo tanto, no hay que explicar prepararse para qué.
El cuerpo humano cuenta con más de una parte que se denomina “trompa”. Están las trompas de Eustaquio que van de la parte superior de la faringe al oído y las de Falopio que son dos conductos que comunican el útero a los ovarios. Las últimas deben su nombre a un anatomista de ese apellido, de ahí que sea necesario escribir el apellido con inicial mayúscula.
El nombre trompa se atribuyó a estos canales (conductos) porque se reconoce una similitud entre estos, por sus formas, y la trompeta o trompa que son instrumentos musicales de viento que constan de un tubo cónico. En inglés la voz que corresponde es tube (para canal, conducto) que tiene relación con la tuba que es un instrumento musical formado por un tubo cónico y otras partes.
El autor de estas observaciones acerca de la lengua, y, especialmente de las voces del español dominicano, está confiado en que los lexicólogos y lexicógrafos tomarán nota de esta sección para hacerle un espacio al verbo estudiado aquí.
RENTISMO
“Sabe trabajar en equipo, ha estudiado a mayor profundidad los fenómenos del RENTISMO y su agotamiento y los fenómenos de la guerra económica. . .”
Esta voz del título, como tal, no aparece recogida en el lexicón mayor de la lengua española (DLE) que la Real Academia se ocupa en editar.
La palabra está formada conforme con los usos de la lengua española. Por lo ya expuesto, vale la pena que se examine de modo pormenorizado el supuesto significado, los usos en los diferentes países de términos semejantes al estudiado y, el ámbito de influencia en economía de estos términos.
Sin duda alguna la voz del título tiene relación con la renta. En español el sufijo -ismo se utiliza para varias significaciones específicas. Se encuentra en sustantivos que representan sistemas, doctrinas y características. La dificultad se presenta cuando se trata de reducir el asunto y llegar a una conclusión.
El significado del vocablo renta en sí mismo varía de acuerdo con el país en que se use. En Puerto Rico es el ‘agente de policía que trabaja con narcóticos’. Así aparece en el Diccionario de americanismos (2010).
En Uruguay emplean la palabra renta a modo de abreviatura del adjetivo rentista. En ese país el adjetivo rentado lo utilizan como equivalente de remunerado. Estos datos se han tomado del Diccionario del español de Uruguay (2011). En el español corriente este rentado sirve como adjetivo aplicado a la persona que tiene una renta para mantenerse. El Diccionario del español de Argentina (2000) consigna este rentado en ese país para los trabajos y los cargos remunerados.
La persona que expresó las ideas que son citadas al principio de esta sección es venezolano de nacionalidad. Por esta circunstancia se volvió el interés sobre el Diccionario del habla actual de Venezuela (1994) y de la familia de palabras de renta en este. El vocablo que allí se encuentra es rentado, que ‘aplicado a una actividad o al ejercicio de un deporte, que está remunerado’.
Esa es una entrada que hay que añadir a los diccionarios del español dominicano, pues se utiliza en el español dominicano también. Esta idea de “deporte rentado” se usa para oponerla al deporte de aficionados o amateur, nombre con que se ha denominado durante largo tiempo esta actividad deportiva en la que no se paga a los jugadores. En la mayoría de los casos, “el deporte por paga” aplicado al béisbol recibe el nombre de béisbol profesional.
Rentar, a su vez, en trece países en los cuales se habla español es ‘alquilar, dar o tomar algo en arriendo’. En Honduras en la jerga de la juventud rentar refiere a ‘exigir dinero una mara al conductor de un vehículo para continuar su ruta’. Estas acepciones se han extraído del diccionario mencionado en el párrafo anterior próximo a este. Vivir de la renta es en Cuba, ‘vivir de vago’, así consta en el Diccionario mayor de cubanismos, (1999).
En sentido general, rentar es ‘producir beneficio o utilidad periódicamente’. Esa es una definición certera, precisa y breve. Se tomó del Diccionario Clave de uso del español actual (2012).
La palabra rentista acepta varias significaciones; referido a una persona, es la que tiene conocimientos o práctica en materia de hacienda pública; es la que recibe renta de valores del estado; es la que vive de sus rentas y, la que percibe renta de cualquier tipo de propiedad.
Una vez se llega a este punto en el estudio del asunto, sigue en pie la noción que trató de comunicar la persona con este “rentismo”. Antes de ir más lejos hay que dejar claro que hay varias clases de rentas.
Aquí se va a conjeturar con respecto de lo que el señor que utilizó la voz “rentismo” quiso expresar con ella. Tal vez deseó advertir que la persona a la que se refería era (o es) un especialista en cobro de impuestos sobre la renta, o de impuestos sobre los ingresos anuales de las personas. O que es una ‘persona entendida en cuestiones de Hacienda Pública’, como define el Diccionario de uso del español (2007) al “rentista”. ¡Vaya Ud. a saber!