El pasado viernes 5 de mayo este periódico publicó un interesante  trabajo del experto en turismo Lic. Juan LLadó, titulado ¿ Avanzamos en turismo ?, en el cual hace algunas revelaciones sobre el crecimiento mostrado por este sector en los últimos años, y más aún, muestra preocupaciones del resultado de análisis de evaluaciones internacionales, expresando que ¨las perspectivas de nuestra industria parecen amenazadas¨.  El autor hace un llamado a mantener la competitividad.

Muestra dos grandes preocupaciones en términos de competencia para nosotros. Se refiere a Cuba y Costa Rica, los cuales el año pasado lograron tener un crecimiento mayor al nuestro en términos relativos, porque en términos absolutos seguimos siendo superiores, ya que su base de partida para el cálculo es menor a la nuestra. El caso de Cuba es perfectamente entendible por la apertura que ha provisto las negociaciones y el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, por lo que está atrayendo grandes inversiones  y  público  norteamericanos.  Por el lado de Costa Rica, informa que acaban de anunciar un proyecto eco-turístico de grandes dimensiones que representará inversiones por más de 1 billón de dólares, lo que nosotros nunca hemos podido lograr.  Termina el artículo haciendo un llamado a las autoridades y líderes del sector para que aceleren el paso para enfrentar la competencia.

Hace unos meses Acento.com me publicó un artículo que hacía referencia precisamente al crecimiento que tendría Cuba con estas negociaciones, y decía que aunque Cuba no posee la infraestructura que nosotros poseemos, es decir, autopistas, aeropuertos, hoteles, etc., son cosas materiales que se adquieren o construyen en pocos años con la disponibilidad de recursos que tiene el mundo y que estaría dispuesto a invertir con una adecuada ley de incentivos a este tipo de inversiones, y que tienen a su favor un nivel de educación muy superior al nuestro, cosa que no se adquiere o construye en tan corto plazo. Tal vez en 10 años logremos estar más cerca de Cuba en este renglón si continuamos invirtiendo bien los recursos del 4% del PIB en educación. El artículo de Lladó me ha dado la razón con sus cifras estadísticas y Cuba ya está recibiendo cuantiosas inversiones.

Desde hace meses he propuesto, e insisto,  en crear un sistema de co-manejo de las áreas protegidas, específicamente para Bahía de las Águilas y Parque Nacional Cotubanamá ( Parque Nacional del Este ), para permitir el desarrollo turístico de las costas protegiendo el parque y recursos naturales. En el caso de Bahía de las Águilas se tomaría mucho más tiempo por el tema legal que tienen los títulos de propiedad, pero con el Parque Nacional del Este podría comenzarse inmediatamente, ya que sólo son 25 parcelas, todos del sector privado con sus títulos originales obtenidos legalmente, y de esas 25 parcelas sólo 13 son las que poseen costa, tanto del lado de Bayahibe como del lado de Boca de Yuma, es decir, las que tendrían vocación turística.

Proponemos que se constituya un Patronato entre los propietarios privados, el Ministerio de Medio Ambiente,  el Ministerio de Turismo y las municipalidades ( Bayahibe y Boca de Yuma ), y se le otorgue el co-manejo del mismo, con poderes para establecer una zonificación  territorial, de las áreas de playa y lugares histórico-culturales de visitas, que asegure la protección y conservación de la flora y fauna.

Mediante un plan de co-manejo bien estructurado, pretendemos que se permita el desarrollo de las costas. Tal como se planteó hace varios años, dejando un kilómetro desde la pleamar hacia el interior del parque.  Que los Ministerios de Medio Ambiente y de Turismo puedan desarrollar proyectos en conjunto, y en este caso unidos al sector privado.

Inmediatamente esto suceda, los terrenos que poseen costas tendrían una plusvalía, de las cuales el sector privado estaría en disposición de aportar una proporción para la construcción de una carretera que bordee el parque y sirva de limítrofe, así como construir senderos peatonales hacia las cuevas, manantiales y áreas de observación de aves y reptiles, acondicionamiento de dichas cuevas para observación y estudios de pictografías y enterramientos indígenas. Inclusive, tal vez podría hasta pagarse a los propietarios privados que queden dentro del parque, ya que el Estado no ha pagado ninguno de los terrenos expropiados desde el año 1975 mediante el Decreto No. 722, y así se eliminaría un pasivo importante que tiene el Estado. En adición a esto, las poblaciones de Bayahibe y Boca de Yuma tendrían un crecimiento  cualitativo que les ayudaría a mejorar sus condiciones de vida. Se mejoraría la calidad de la educación y se crearían escuelas vocacionales y de idiomas. Estarían contribuyendo más y mejor al crecimiento del PIB del país.

Esta propuesta atraería un turismo diverso, no sólo el de sol y playa, sino un turismo científico y cultural. Estudiosos de dichas áreas que pudieran venir a observar las diferentes especies y profundizar sus conocimientos sobre las costumbres y forma de vida de los aborígenes. Y a la vez haría una buena competencia a Costa Rica con el turismo ecológico.

En resumen, el país presentaría un turismo diferente, una propuesta que pocos países estarían en disposición de presentar.  Es una ventaja comparativa que debemos aprovechar e irnos delante, y que contribuiría significativamente a la meta de los 10 millones de turistas en el corto plazo.