En materia del manejo de las estrategias de marketing y publicidad hay que quitarse el sombrero ante los norteamericanos, que han sido por mucho tiempo los maestros en la creación de plataformas de comunicación para atraer la audiencia no solo en los Estados Unidos sino a escala global.
Así lo comprueban dos emblemáticos eventos. Uno deportivo como es el Super Bowl y el otro los Premios Oscar de Cine, plataformas para la proyección de productos y marcas de grandes corporaciones pagando sumas millonarias de dólares por 30 segundos.
Cinco millones de dólares costaron los 30 segundos en el recién celebrado Super Bowl, mientras que los Oscar a transmitirse mañana tienen una tarifa que oscila entre los 2 y 2.5 millones de dólares.
Aunque a "prima facie" las cifras a pagar por 30 segundos de publicidad en estos eventos parecen fabulosas, las mismas tienen como fundamento los altos niveles de audiencia que concitan ambos espectáculos. En el caso del Super Bowl hablamos de una audiencia que superó los 113.7 millones de espectadores, mientras que para los Oscar se estima un nivel de audiencia por encima de los 37 millones.
De acuerdo con la Asociación Americana de Marketing las corporaciones globales aprovechan la audiencia que generan estos eventos para estrenar anuncios inéditos cuyo impacto producen altos niveles de recordación durante mucho tiempo.
Todavía se recuerda el histórico lanzamiento de la computadora Macinthosh, el más memorable de los últimos tiempos, mediante el cual la empresa Apple Computers reportó ventas de 72,000 unidades, durante los primeros cien días posteriores a la celebración del Super Bowl 1984.
En la 89 edición de los Oscar que incluirá la emisión de unos 60 anuncios durante las tres horas de transmisión por la Cadena ABC, se estima una inversión aproximada de 120 millones de dólares en publicidad televisiva.