Diversos estudios indican que el Estado dominicano se compone de alrededor de 328 entidades, entre ministerios, direcciones generales y consejos. Casi todos estos organismos públicos han tenido importantes transformaciones institucionales. En eficacia y efectividad en los pasados 13 años, de este total de entidades se han recibido unas 465 postulaciones al Premio Nacional de Calidad de los Servicios Públicos y el Reconocimiento a las Prácticas Promisorias del Estado.

Los ministerios de educación, salud pública, y los organismos del sistema de seguridad social (SDSS), las corporaciones de energía y agua, entre otros, son los entes del Estado que están a la vanguardia en generar decenas de postulaciones al Galardón Nacional. Postulaciones que implican que cada entidad firma una Carta Compromiso de participación, prepara un autoanálisis de su comportamiento organizativo y abre sus puertas para ser estudiada por evaluadores externos entrenados y capacitados, bajo el prisma de nueve (9) grandes criterios.

Criterios facilitadores y de resultados que permiten clasificar sobre un  puntaje de 1,000 puntos, las diversas entidades de gobierno. Puntaje que es escrutado por un Jurado Nacional altamente calificado y de carácter autónomo, órgano deliberativo  quien de acuerdo a criterios y al manejo ético de diversos factores objetivos, toma la decisión final de las premiaciones. Creemos que este premio en tanto facilita una reflexión crítica y autocritica, es una indiscutible herramienta para consolidar la organización de calidad del Estado.

Sirve de espacio de expresión de humildes escuelas rurales y centros de tandas extendidas en provincias y barrios. Visibiliza unidades de formación del  magisterio, distritos escolares que gestan educación; direcciones de salud, gerentes de energía y agua que llevan programas colectivos, hospitales de distintos niveles, administradoras de riesgos y centros de atención primaria. Estos son los entes públicos que han tenido un protagonismo decisivo.    

El Consejo para el Desarrollo Estratégico de Santiago (CDES) participa en este premio desde su fundación hace 14 años. Pero también históricamente se involucra en la Reforma del Estado desde que la Presidencia de la República del doctor Leonel Fernández, instituyó en 1998, la Comisión Presidencial de Reforma y Modernización del Estado (COPRYME). En ese momento, Santiago fue tomado como modelo por el Vicepresidente de la República, doctor Jaime David Fernández Mirabal y el primer director de de COPRYME el doctor Onofre Rojas. Ambos trabajaron hombro a hombro con el CDES, presidido por el activo empresario santiaguero Miky Lama.

Este impulso de un auténtico Estado Social Democrático de Derecho debía superar el modelo neoliberal que pretendía minimizar el rol incluyente y rector del Estado. Igualmente, elevar eficiencia y eficacia, sobre todo controlar prácticas políticas corruptas, embrionarias y arcaicas. Erradicar programas y acciones clientelares y patrimonialistas de la función pública y asimismo imponer la ética y la transparencia a toda costa.

Puede afirmarse que los acuerdos logrados en COPRYME y el programa PARME, fueron asumidos con energía por el Ministerio de Administración Pública (MAP) y su ministro Ramón Ventura Camejo. Su labor ha sido ejemplar en implantar herramientas, procedimientos, sistemas de información  y modelos de trabajo. El respaldo legal para esta gestión lo aporta la Ley 4l-08 de función pública al crear los mandatos para reorganizar el Estado. Esta ley se articuló con ley orgánica de la administración pública 247-12 para que no hubiera duda de cómo debe organizarse el Estado anhelado por todos.

Hemos logrado avances pero aun tenemos grandes desafíos. Creemos que la Presidencia de Danilo Medina y el Ministerio de Administración Pública (MAP), han sabido seguir poniendo en operación una efectiva Estrategia de Modernización del Estado pactada de forma público-privada a finales de la década de los años 90 del siglo XX. Lográndose avances, pero permanecen todavía muchos retos.

Hoy, es un hecho el abierto acceso a la información pública. Decenas de casos de baja transparencia han sido destapados con esta herramienta. Lo mismo acontece con la organización de ministerios y direcciones. Se sabe qué cantidad máxima de vice-ministerios debe tener un órgano y cómo organizar un ministerio. Lo mismo acontece con las compras y contrataciones públicas impuestas por la ley 340-06 y la creación de la dirección general para gestionar este componente. Similar avance se logra con la Cuenta Única del Estado (CUT) creada por la Ley 567-05 de Tesorería Nacional como una herramienta que busca centralizar en el tesoro los recursos que percibe el Gobierno.

Es en este contexto de modernización y reforma del Estado que se crea el Premio Nacional a la Calidad. El Premio es una auténtica política pública institucionalizada por dos Disposiciones Presidenciales. El Decreto Número 516 del año 2005 que fundó este Programa y el Mandato Presidencial 211 del año 2010 que declara de rigor en el Estado Dominicano, la aplicación del Marco Común de Evaluación (CAF) y la firma de la Carta Compromiso por las entidades del Estado participantes en el premio de forma voluntaria. Métodos que se utilizan en América y Europa.

El premio permite distinguir entre las entidades que buscan cumplir con una buena planificación de su trabajo anual. Destaca aquellas que se orientan de forma organizada a servir; subraya aquellas en donde se dirige para llevar calidad de vida a los hogares en especial a los más pobres; enfatiza en donde los recursos humanos que laboran están satisfechos y tienen un clima de trabajo atractivo  y también si evalúan y reconocen los mejores empleados. 

El modelo que se utiliza en el Premio Nacional facilita comprobar cómo se ofertan los servicios y productos que se brindan a la sociedad.  Inclusive, determina hasta qué punto las políticas públicas y los programas que se ejecutan están dando resultado para lograr el desarrollo esperado. Se trata que las entidades del Estado involucradas se distingan por proveer a la sociedad servicios y productos por los cuales los contribuyentes conceden religiosamente cientos miles de millones de pesos anuales en impuestos. El Premio Nacional de Calidad de los Servicios Públicos y el Reconocimiento a las Prácticas Promisorias es una de las mejores políticas de consolidación del Estado dominicano.