1. El Plátano. Su popularidad con chistes, videos y memes en las redes, me llevó a actualizar los reportes de la inflación por artículos que preparo con la información del IPC que se descarga del portal del Banco Central.  Para cada bien y servicio tengo un reporte con la serie del IPC desde diciembre 2010, las variaciones anual, mensual y acumulada más un gráfico de la inflación mensual como la que aquí se adjunta.   Aquí el reporte de este ingrediente básico en las delicias del menú de Tostón Gourmet, Adrian Tropical y otros restaurantes similares.  De acuerdo a los datos del BC, el plátano presentó variaciones negativas en su IPC durante cuatro meses consecutivos, de febrero a mayo de este año, con la misma estructura de producción, transporte y distribución a la que ahora se le atribuye maldad, agiotismo y especulación a costillas del sufrido pueblo.  En el 2013, en ocho meses del año también las platanovariaciones de precios fueron negativas con respecto al mes anterior.  Como son comunes en la serie episodios donde suben y bajan, lucen alegres las denuncias de acaparamiento y especulación y flojo argumento para resucitar entelequias como  INESPRE o provocar más intervención gubernamental en el mercado de éste y otros productos agrícolas.  En todo caso los datos muestran que a septiembre 2015 están 63% más caros que en diciembre 2010, que no es buena noticia.

En www.josealfredoguerrerob.com tengo una página para la inflación donde se puede consultar los ranking por grupos de los artículos que suben, bajan o permanecen igual, para la variación anual y mensual.  En artículos anteriores en Acento.com he explicado estos reportes y su utilidad para ver cada bien o servicio individual.  Si quiere ver que pasa con el Plato del Día, el Pasaje en Carro de Concho y las Pastillas de la Presión, ahí encuentra reportes para respuestas rápidas a sus inquietudes.

2.  ¡Libre comercio o muerte! Con Google traduje al creole esa frase que debieron ir cantando los haitianos que la semana pasada quemaron la odiosa aduana que los quiere matar de hambre.  En un artículo anterior predije que el haiticonsumidor haitiano no iba a seguir aceptando pasivamente abusos como lo del huevocida de la foto, en estos términos: Advertencia! No es que el consumidor sea en esto un simple espectador que espera pacientemente el castigo. Tiene la capacidad de rebelarse contra gobernantes y sistemas que cometen atrocidades, como esa de despojar a un pobre haitiano de su sustento para tirarlo desde un puente a un rio. El abusador de la foto que se cuide. Debe pedir a sus jefes que además de megáfono, macana y sombrero para el sol le presten un paracaídas. Nadie sabe el día que será él, y no los huevos, que terminará desparramado en el Masacre."  Los pobres de Haití tienen que exigir una apertura unilateral al comercio a sus autoridades y rechazar cualquier intento de buscar industrializarse con las políticas fallidas de los 70 para desarrollar empresas que vendan al mercado interno.  Están demostrando que paciencia no van a tener, especialmente ahora que podría estar llegando a su fin la libertad absoluta de tránsito hacia el vecino.

3. El Raso "Snowden".  Nada menos que con Edward Snowden fue comparado el raso policial que reveló lo que todo el mundo sabe y mostrando papeles que se dejan caer al piso en los cajeros automáticos.  Snowden filtró documentos secretos de la CIA y tuvo que abandonar su país por el riesgo de cadena perpetua o, tal vez, pena de muerte. El raso Perogrullo se expone a una sanción disciplinaria o ser cancelado y perder un salario que calificó de lacrimoso, al que atribuye que policías se dediquen a actividades delictivas. No denunció a nadie, ni tampoco actividad ilícita alguna.  Su grito se inscribe en la absurda teoría del salario filosofal, esa remuneración mítica que convertirá al policía que alquila revólver a un delincuente en monaguillo de catedral.  Aumentar salario al policía sin disminuir en un ápice el poder abusivo que pueden desatar contra los ciudadanos es un error.  La selección adversa en la  institución tiene más que ver con esa autoridad para parar a quien se le ocurra y requisar en calle oscura, sin tener causa probable o  sospecha razonable. También con la práctica centenaria de no rendición de cuenta al ciudadano, que debe conformarse con este sistema de "seguridad rogada" a un monopolio público que decide por su cuenta si da o no el servicio y, en caso positivo, cuáles medios utilizara en atender quejas individuales.   Subirle el sueldo tiene que venir con reforma para que el ciudadano tenga sobre ellos poderes similares a los que se tienen sobre guardianes privados, a quienes sin temor se denuncian cuando hacen mal su trabajo o se les pide copia del reporte que registra el patrullaje por GPS para el cual fueron contratados.