Impacto Reducción Precio Del Petróleo

Según la Asociación de la Industria Eléctrica (ADIE), la disminución que ha experimentado el precio del barril del petróleo en los mercados internacionales, de mantenerse durante todo el 2015,  representara una economía o ahorro para las distribuidoras en la compra de energía a los generadores, en el orden de unos US$300 millones, o sea unos US$25 millones mensuales.

La posible reducción de US$300 millones para todo el 2015, apenas representa el 20% del subsidio directo al sector eléctrico estimado para el 2014 en unos US$1,500 millones y aproximadamente un 15% del déficit en flujo de caja de las distribuidoras y la CDEEE para el 2014, estimado en unos US$2,000 millones.

El precio del Fuel Oil No.6 o Bunker C utilizado para generación de electricidad se situaba en Diciembre del 2013  en el orden de unos US$92/barril, mientras que en la actualidad se sitúa en el orden de unos US$58/barril, para una disminución de alrededor un 37%, lo que significa que una reducción en el precio del barril del petróleo de un 37% para el 2015, representa aproximadamente una reducción de un 20% en el subsidio directo al sector eléctrico y una reducción de aproximadamente un 15% en el déficit de flujo de caja de las distribuidoras y CDEEE.

Impacto Financiero Precio De Abastecimiento Uniforme US$0.12/Kwh

Según el Informe de Desempeño del Sector Eléctrico de Septiembre 2014, publicado por la CDEEE, el precio monomico promedio (energía + potencia) de compra de la energía de las distribuidoras a los generadores para los primeros nueve (9) meses del 2014, se sitúa en el orden de US$0.1675/Kwh. De acuerdo a las cifras ofrecidas por la CDEEE, la energía que producirán Las Catalinas a base de carbón se venderá a las distribuidoras a un precio de unos US$0.12/Kwh

Para el 2014 se proyecta que las distribuidoras estarían comprando energía por un monto cercano a los 13,000 Gwh. Asumiendo que toda la energía demandada por las distribuidoras en el 2014 hubiera sido adquirida al mismo precio a que la CDEEE dice se venderá la energía producida por las plantas a carbón de Las Catalinas, las distribuidoras hubieran obtenido un ahorro de unos US$617.5 millones con relación al precio promedio monomico de compra de energía de los primeros nueve (9) meses del 2014.

Los US$617.5 millones de potencial ahorro para las distribuidoras, apenas representan el 41% del subsidio directo al sector eléctrico para el 2014 estimado en unos US$1,500 millones y el 31% del déficit en flujo de caja de las distribuidoras y CDEEE para el 2014, estimado en unos US$2,000 millones.

Para que en el 2014 hubiera sido posible que las distribuidoras adquirieran toda su energía a un precio promedio de unos US$0.12/kwh, hubiera sido necesario que toda la energía producida por los generadores se hubiera realizado a base de carbón, gas natural, hidroeléctricas y eólicos. Para haber podido lograr esta meta,  se hubiera requerido realizar en los cuatro (4) años precedentes, una inversión de unos US$6,000 millones  con lo cual solo se hubiera conseguido una reducción de un 41% del subsidio directo al sector eléctrico en el 2014 y una reducción de un 31% en el déficit de flujo de caja de las distribuidoras y la CDEEE para el 2014.

Las cifras anteriores demuestran que la principal causa de las altas perdidas, elevados déficits financieros y subsidios que están presente en el sector eléctrico, no tienen que ver con el costo de abastecimiento o el costo a que las distribuidoras adquieren la energía de los generadores, ya que se hubiera requerido de una inversión de por lo menos unos US$6,000 millones para apenas conseguir en el 2014, una reducción de un 41% en el subsidio directo al sector eléctrico y una reducción de un 31% en el déficit de flujo de caja de las distribuidoras y la CDEEE.

Perdidas. Causas

Si poseemos un sistema de tuberías para transportar líquidos y el mismo posee agujeros que ocasionan que se pierda el 40% del líquido que se transporta por dicho sistema, reduciendo el precio o valor del líquido a transportar, estaremos reduciendo el monto o valor de las perdidas, pero no las pérdidas en sí, pues mientras los agujeros que ocasionan que se pierda el 40% del volumen de líquidos transportado no sean corregidos y eliminados, seguiremos perdiendo el mismo 40%, aun cuando el valor o monto de la perdida disminuya por transportar un líquido de menor precio o valor.

El ejemplo anterior es válido y aplicable a la situación de catástrofe financiera por la que atraviesa el sector eléctrico, la cual asfixia las finanzas públicas. Mientras los agujeros que permiten que alrededor del 40% de la energía que es comprada a los generadores se pierda, es muy poco lo que se avanza disminuyendo el valor o precio de la energía que circula por las redes. Para eliminar las pérdidas del 40%, hay que ir a la raíz de las mismas, lo cual consiste en tapar los huecos y agujeros que ocasionan que se pierda el 40% de la energía comprada, independientemente del precio de compra o valor de la energía.

¿Cuáles son los huecos o agujeros en el sector eléctrico que ocasionan, que independientemente del precio de compra a los generadores, alrededor del 40% de la energía comprada a los generadores se pierda?

  1. Los altos niveles de pérdidas no técnicas de las tres (3) empresas distribuidoras, los cuales son ocasionados por la gran cantidad de usuarios del Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI) que consumen energía y su consumo no es facturado porque el mismo no es medido debido a que carecen de medidores o contadores. Según cifras y declaraciones de la CDEEE, se estima en cerca de un millón de hogares y/o establecimientos comerciales que consumen energía y su consumo no es medido por carecer de contadores:
  2. Ineficiente gestión de las empresas distribuidoras:
  3. Exceso de gastos corrientes y empleados tanto en las empresas distribuidoras como en la CDEEE.

Conclusión

Si el Gobierno no toma la firme decisión de invertir recursos importantes en la reducción de las excesivas perdidas de las distribuidoras (no menos de US$800 millones en dos (2) años) y de reducir drásticamente los excesivos gastos corrientes de esas empresas y la CDEEE, tal y como tomo la firme decisión de contratar la construcción de las centrales a carbón, cuyo costo total se situara en el orden de los US$3,000 millones cuando se computen los costos asociados a la línea de interconexión, escalamiento de costos e intereses durante la construcción, entre el 2014 y la fecha en que dichas centrales entren en operación (entre 4 y 5 años incluyendo el 2014), el Estado podría estar erogando una suma total que oscilaría entre los US$5 mil y US$ 6 mil millones solo en subsidio directo al sector eléctrico, ya que de no hacerlo se corre el riesgo de que el País sufra apagones más intensos y frecuentes a los que se reciben en la actualidad. Para el 2014, con todo y la reducción del precio del petróleo, el déficit en flujo de caja del sector eléctrico (distribuidoras + CDEEE) se situara una vez más en el orden de los US$2,000 millones y para el 2015 al ritmo que van los acontecimientos, no se espera ninguna mejoría, a pesar de la caída en los precios del petróleo.

La inversión a realizar en la reducción de las pérdidas de las distribuidoras es menos del 30% de la inversión total a realizar en la construcción de las plantas a carbón de Las Catalinas y menos del 15% de la inversión que se requeriría para que las distribuidoras hubieran podido comprar en el 2014 toda su energía a US$0.12/kwh.

Esta inversión de US$800 millones,  se puede realizar en un menor tiempo y con impactos positivos mayores en la reducción de las altas perdidas, del elevado déficit financiero y subsidio al sector eléctrico, cuyos resultados podrán observarse más rápidamente que los efectos de la entrada en operación de las plantas a carbón y/o de la conversión de todo el parque de generación para que solo opere a base de carbón, gas natural, hidroeléctricas y energía eólica.

Si el Gobierno ha podido comprometer las finanzas públicas para ejecutar un proyecto de inversión en las plantas a carbón de Las Catalinas que implica unos US$3,000 millones en por lo menos cinco (5) años,  a razón de unos US$600 millones en promedio por año, más fácil resultaría hacer un compromiso serio para una inversión en distribución de unos US$800 millones en dos (2) años, a razón de unos US$400 millones por año, para atacar y resolver las altas perdidas y elevado déficit financiero que experimenta el sector eléctrico, las cuales constituyen uno de los peores canceres que corroe y hace metástasis acelerada en las finanzas públicas.

La eliminación de las altas perdidas, elevados gastos corrientes y exceso de empleomanía de las distribuidoras y la CDEEE, conjuntamente con el respeto a la Ley, marco institucional e independencia del Regulador, son las correctas y claras señales que permitirían atraer nueva inversión privada al sector eléctrico, con lo cual se fomentaría la apertura del mercado eléctrico, propiciando una mayor competencia en el segmento de generación, sin necesidad de que el inversionista privado exija al Estado garantías soberanas ni financieras ni de ningún tipo, ni privilegios irritantes, para poder realizar sus inversiones.

Los enormes déficits financieros y subsidios asociados al sector eléctrico, los cuales ahogan las finanzas públicas, quedarían eliminados con la implementación de las medidas y acciones indicadas, lo que permitiría liberar cuantiosos recursos a favor de la salud y educación, recursos  que hoy son tirados por la borda para mantener operando un sistema eléctrico caracterizado por las altas perdidas, la ineficiencia y exceso de gastos corrientes y empleomanía de las distribuidoras y la CDEEE.

Eliminemos de una vez y para siempre los agujeros que ocasionan que en el sistema eléctrico, independientemente del precio de compra de la energía, se pierda el 40% de la energía que las distribuidoras compran a los generadores.