El pragmatismo es una corriente filosófica o un conjunto de ideas que se inscriben en los temas de la filosofía que conllevan una forma de ver el mundo o de actuar en él. El pragmatismo tiene un gran sentido para los fines práctico. Los pragmatistas o pragmático como todos los filósofos se refieren a sus ideas como un conjunto de instrumentos intelectuales para aprehender el mundo y para enfrentar sus problemas. Siguiendo a John Dewey únicamente la actuación ante los problemas o en sentido más épico sólo enfrentado las complicaciones podemos pensar, y esto, pensar, es un instrumento que usamos sólo haciendo frente a los problemas,
John Dewey fue un estadounidense que como estudiante universitario fue en tal modo malo que para poder estudiar en la universidad tuvo que tomar un préstamo a un familiar, pues no pudo seguir sus estudios superiores de filosofía con una beca, por sus malos resultados.
Dewey no fue el fundador del pragmatismo. Este movimiento fue encabezado por quien era llamado el hijo del profesor Peirce, un hombre más que destacado en matemática y ciencias y justificador de la esclavitud, que tuvo un tiempo al margen de la filosofía y sólo tenía ésta disciplina como una forma de entretenimiento que luego tomó en serio. Era un científico con todas las reglas, a los 11 años escribió una historia de la química y a los 12 tenía su propio laboratorio.
El nombre de este otro estadounidense fundador del pragmatismo era Charles Sanders Peirce, que fue hijo de Benjamín Peirce un brillante profesor de matemática en Harvard que fue el primer gran matemático de los Estados Unidos de América y más grande de su época en las tierras al norte de América. Las obras C. S. Peirce sólo fueron conocidas después de su muerte, ya que era tímido en eso de estar hablado de sus conocimientos y sentía cierto desprecio por aquellos que no estaban al nivel de su erudición y capacidad científica.
Uno de los temas del pragmatismo era la verdad, estableciendo que un canon o regla para su determinación con respecto a cualquier enunciado es la eficacia de su aplicación práctica.
De C. S. Peirce se dice que fue un filósofo influenciado por Emmanuel Kant, y que en alguna forma se puede interpretar que el pragmatismo se origina en las ideas del filósofo de la ciudad de Königsberg. Parece que es común que cualquier cosa creada en el continente “descubierto” se busquen sus raíces en el continente “descubridor”.
Así se dice que el Jazz tiene sus orígenes en la música de Johann Sebastian Bach. Esta relación entre Bach y el Jazz sólo es posible establecerla entorno al concepto de la muerte. Es ampliamente conocido el temor que Bach tenía a la muerte y del mismo modo que son conocidos los funerales de New Orleans a ritmo de Jazz con cierta alegría que no guarda las formas al son de redoblantes e instrumentos de viento.
El pragmatismo como corriente filosófica se origina en los Estados Unidos de América, se dice más, que son las únicas ideas filosóficas que tienen su origen el ese país, después, nada de filosofía surgió bajo el símbolo de las barras y las estrellas. Cuando se habla del desarrollo del pragmatismo se habla fundamentalmente de dos países Estados Unidos e Inglaterra, pero hay filósofos como Henry Bergson, Maurice Blondel, Jürgen Habermas y otros que han sido considerados pragmáticos.
El otro filosofo relacionado con los orígenes del pragmatismo es Williams James, que además de filósofos era hermano del novelista Henry James, y ambos eran comparados en el estilo de escribir. Se decía que el lenguaje del filósofo era más asequible y cercano a la narrativa que el lenguaje del escritor James, que bien pudo haber sido el filósofo un novelista del mismo modo en el escritor pudo ser un filósofo. Únicamente en los respectivos departamentos de literatura y filosofía actualmente se tiene la certeza de que cuando se habla de James de que James se trata.
El pragmatismo surgió en el “Club de los Metafísicos”. La idea del fundador de pragmatismo era que el hombre tiene el impulso de querer saber, por diferentes razones: necesidad, desconocimiento o dudas. Un método que puede servir la solución de un problema debe empezar por descifrar donde se encuentra el error o la insuficiencia y proceder a buscar el modo de resolver el problema. Se debe evaluar la situación con el objeto de entenderla para que conocimiento aparezca como un conjunto de explicaciones válidas. La idea de eficacia en la aplicación práctica proporciona una guía para la determinación de la verdad. El significado de un concepto es el efecto sensorial de su objeto.
Uno de los temas del pragmatismo era la verdad, estableciendo que un canon o regla para su determinación con respecto a cualquier enunciado es la eficacia de su aplicación práctica. Dadas las dificultades para alcanzar un conocimiento genuino sobre la verdad únicamente podemos y debemos operar con información aceptable de acuerdo las necesidades prácticas. Una afirmación o una teoría son ciertas cuando responden adecuadamente a lo que se espera de ella adecuándose a los hechos conocidos de los que se pueden derivar afirmaciones y leyes previamente demostradas.
El método de los pragmatistas esta relacionados con el establecimiento de la verdad, y en el punto que Williams James estableció que “verdad es aquello funciona”, se consideró un error desafortunado lo que determinó una separación entre C. S. Peirce y W. James, hecha pública por el primero para separarse de las interpretaciones del segundo sobre el pragmatismo.
El pragmatismo de C. S. Peirce establecía un método amparado en reglas que se fundamentaban en criterio impersonales y objetivos, W, James giró hacia los criterios que partían de lo personalizado y subjetivo.
John Dewey se abrió camino después de la quiebra entre C. S. Peirce y W. James. El método Dewey asumió como C. S. Peirce de que antes que todo era un proceso correctivo cuyos procedimientos y normas deben ser evaluados y revisados a la luz de las experiencias sucesivas en el marco de un proceso social, a través de valores que no tenían que ser necesariamente científicos, sino que debían estar enraizados en los designios de la gente común. De esto se han derivado tres pragmatismos: científicamente elitista de su fundador, el psicológicamente personalista de W. James y el democráticamente populista de John Dewey.
Si usted les dice a de nuestros políticos si tienen algún método para conocer y enfrentar la realidad seguido dicen que son pragmatistas o pragmáticos, porque creen útil pensar que “verdad es lo que funciona”. Asumiendo el infeliz postulado que W. James abandonó. Creen que cualquier afirmación o doctrina no demostrada se puede considerar verdad mientras le sirva de provecho y hasta tanto alguien o la comunidad advierta que es un artificio.
En el buen sentido del pragmatismo de C. S. Pierce todas las discusiones políticas en este país y se vuelven un problema carente de sentido y cualquier otra discusión que trate de hacer razón, pues se vuelven discusiones acerca de palabras no de la realidad, de mentiras no de verdades. Me resulta dudoso que cualquier político que diga que es pragmático entienda esto pensando C. S. Peirce, W. James o J. Dewey, pero siempre se comportan de acuerdo con las circunstancias y el sentido práctico. Los políticos al decir que son pragmáticos saben que eso no le importa a nadie, como tampoco importa si dicen la verdad o mienten.