Sin lugar a dudas, inmediatamente después del Covid-19 los principales países con mayor índice de contagiados y de decesos como: China, España, Italia, Francia, Estados Unidos y América Latina llevarán a sus muertos a la crónica de la vida (…). 

Con la agravante de que la mayoría de las familias con casos de fallecidos por dicha plaga [bubónica del siglo 21] no fueron preparadas psicológicamente para enfrentar o aceptar de repente una sentencia sanitaria ¨a muerte¨ y también lo que el protocolo sugirió, ¨de incinerar los cuerpos de fallecidos por el coronavirus¨. 

De manera que ningún familiar podrá celebrar actos fúnebres, ni siquiera el sepelio (salvo algunos casos), pero en sentido general después que pase todo ¨el peligro de contagio¨ se podrá oficiar una misa a la memoria del difunto.

¡Es muy difícil vivir estos tiempos! En el mundo, pocos se prepararon para lo peor olvidándose por completo de Dios, incluso, jefes de estados y ministros se burlaron con palabras descabelladas y pelegrinas, pensando quizá, que el virus era discriminatorio (para una clase económicamente vulnerable) y no se imaginaron que esta peste cruzaría cualquier frontera sin respetar jerarquía, ni apellidos ni abolengo, ¡absolutamente a nadie ni a nada! 

Y, lo peor propiamente no es tener que lidiar con el virus; menos, el tener contacto con el contagiado, tampoco el hecho de que la familia no pueda recoger el cuerpo del finado a los fines de darle cristiana sepultada; ¡Nada de eso es lo mas complejo!

El embrollo de todo este proceso de letalidad, mortandad u oscuridad radica en el pecado y en el total desconocimiento de los caminos de Dios.  Una  gran cantidad de personas, dentro del pueblo, no tienen las cosas espiritualmente claras: primero, no conocen la ira de Dios, ni con quién Dios está enojado y segundo, no saben del gran amor Dios, ni de que es capaz para salvarlos de la ira que vendrá a la Tierra (aún le dan las espaldas) . Entonces es por eso, que la falta de entendimiento y el pecado complica seriamente el estado emocional y espiritual de los humanos; eso explica en parte el mal comportamiento

Es muy probablemente que el humano haber errado al banco ahora tenga una repercusión letal, de pánico y de crisis económica postcoronavirus agregándole, por supuesto, más dolor y muertes a la tragedia en sí que el  virus. Lo cierto es que la gente está paniqueada, (palpitándoles aceleradamente el corazón tras cada noticia de los noticieros, con el grito al cielo y las manos en la cabeza).

Es necesario que el pueblo se humille completamente como dice  2da. de Crónicas 14:7 para que sea sanada y perdonada su Tierra.

O sea, los seres humanos –en sentido general tenemos que volvernos a Dios y humillarnos ¡todos!: los gobernantes, los funcionarios públicos, los ricos y poderosos, los científicos, los profesionales, el hombre y la mujer- por haber reprobado con muy bajas calificaciones las materias de Administración: de amar a Dios, de las Relaciones Humanas, del Trabajo, de la Producción, de la Igualdad y Distribución de las Riquezas, del Consumo Racional, de la Justicia Social y de la Explotación de los Recursos Naturales.