La autodeterminación y no intervención.
Washington, D.C. Recientemente la Vicepresidenta de la República Dominicana, Dra. Margarita Cedeño de Fernández, lanzó un spot publicitario como parte su campana en favor de la candidata demócrata Hillary Rodham Clinton a las elecciones del 8 de noviembre. Pienso que quizás su buena intención para el futuro de la diáspora dominicana motivó este respaldo político desde su posición de segunda al mando de República Dominicana. Tampoco queda muy claro si la vicepresidencia contaba con el respaldo del gobierno para hacer esta “intervención” en la política interna americana, o si, por el contrario, la oficina de la vicepresidencia actuaba con absoluta independencia. Aunque el gobierno dominicano no ha emitido un documento formal y oficial adoptando una posición de desvinculación total de cualquier acto que pueda ser interpretado como injerencia, ya algunos funcionarios han destacado la imparcialidad del gobierno frente a este certamen electoral.
Ayer, desde la capital de los Estados Unidos, en una entrevista en televisión, participaba en el Programa Esta Misma Tarde, conducido por los periodistas José Sánchez Lebrón y Alfredo de la Cruz y estuvimos analizando las elecciones americanas y este tema de la Dra. Cedeño que se convirtió en tendencia en el país. Primeramente, pienso que las criticas a margarita Cedeño de Fernández no vienen por su apoyo a Hillary Clinton per se, de hecho, yo que estoy cubriendo el proceso electoral americano en Washington, ya he dicho en distintas entrevistas en los Estados Unidos, que entre Hillary Clinton y Donald Trump probablemente la que tenga mas afinidad y empatía con los latinos, hispanos y en este caso los dominicanos, sea la Secretaria de Estado Clinton.
Entiendo que el problema radica y se origina en que esta promoción de apoyo no viene de mi vecino dominicano que es nacionalizado americano, o de un servidor, viene de la segunda mandataria de la nación dominicana, cuya investidura le exige prudencia en sus actos públicos y privados ya que cuando ella habla la gente no percibe que está hablando la esposa del Dr. Leonel Fernández, quien también apoya Hillary, la gente no percibe que está hablando Margarita Cedeño la internacionalista o Margarita la madre, la hija, la dominicana, la gente entiende que esta hablando su Vicepresidenta de la República y por ende, el Estado dominicano en su conjunto o representado en ella.
El sentido común nos llama a tener mucho cuidado para no incurrir en una falta de tacto que pueda deslucir una intención noble para el futuro de sus conciudadanos en Estados Unidos. Pienso que el anuncio publicitario no debió ser concebido en ningún caso y en última instancia, debió eliminarse la etiqueta escrita de vicepresidenta y especificarse desde el inicio que lo hacia como dominicana y dejar claro la desvinculación del gobierno. En lo personal me ha gustado el spot, bien elaborado y un mensaje que llega. Bueno, la realidad es que no debió salir nunca.
¿Y como quedó la Constitución?
¿Es injerencia este acto de apoyo? ¿No se llama injerencia que un funcionario de un Estado extranjero esté influyendo en los asuntos internos y electorales de otro Estado? Ayer en twitter me preguntaba: ¿Qué pasaría si Obama motiva a los dominicanos residentes en USA a votar masivamente por Luis Abinader? ¿Sería esto injerencia? ¡Claro que lo es! Entonces después critican al Embajador americano Wally Brewster, quien en mi opinión sólo está tratando de organizar un poco el sistema judicial dominicano que no aguanta más corrupción e impunidad, para así mejorar el clima de inversión y la seguridad jurídica del país. ¡Institucionalidad! Asignatura pendiente.
Aquí la vicepresidenta desconoce parte del contenido de lo que algunos consideran un pedazo de papel, pero que con orgullo muchos dominicanos llamamos “constitución”, nuestra Carta Magna, pero ella la ignora al violar el artículo No. 3 sobre la inviolabilidad de la soberanía y el principio de no intervención, donde el Estado dominicano se auto obliga cuando dice que: “El principio de la no intervención constituye una norma invariable de la política internacional dominicana”. A esto se le puede agregar las convenciones y cartas internacionales y las resoluciones de ONU, así como las doctrinas Calvo, Drago y Estrada que adoptan su posición sobre este tema.
¡Casi se me olvida! ¿Quien es el principal socio comercial de la República Dominicana?
Por ultimo, lo delicado de esta situación radica en que, al salir esta postura del gobierno dominicano, las relaciones y el trato de los Estados Unidos hacia República Dominicana estará condicionado por este episodio. De manera más gráfica, imaginemos por un segundo que Donald Trump, un hombre rencoroso y de discurso agresivo, resulte electo, tendría un trato amable con los dominicanos? ¡Claro que no! La reacción de él sería ignorarnos totalmente como país en materia de asistencia financiera y cooperación internacional, y tal vez suene un poco exagerado pero ya todos conocemos que la política exterior americana hacia América latina, históricamente no ha sido de mucha atención hacia la importancia estratégica de nuestra región.
Que lo sepa el mundo, todo puede suceder en estas elecciones, este es un proceso electoral único donde ambos candidatos son altamente rechazados y la sociedad americana desconfía de Hillary Clinton y tiene un gran temor con Donald Trump. ¡Que dilema! Ya este Trump alcanzó a Hillary después que la campaña sufrió una gran sacudida con el anuncio de la investigación del FBI sobre Clinton. Sólo quedan cinco días para las elecciones, pero falta mucho por ver…