En la tradición Dominicana, en las campañas electorales, la agresividad o el llamado Boxing, se suele dejar para el final , dependiendo de percepciones, mediciones y fisgoneos mutuos, elementos comunes de todas las campañas. Hasta el momento, se pensaba que la campaña electoral podría tener un sesgo más o menos tranquilo, tomando en cuenta que el candidato del PRD, hace menos de 48 horas, proponía la necesidad de que la campaña se hiciera sin descalificaciones y  en buen tono.

Pero igual hace menos de 48 horas, un largo misil morado ha salido de la boca del  presidente del senado y secretario general del PLD, Dr. Reynaldo Pared hacia el candidato del PRD, Ing. Hipólito Mejía Domínguez, ex presidente de la República.

Colocado el análisis en la balanza de las posibilidades, es evidente que si la campaña del PLD va contra el pasado y el intento (a veces frenético) de rehabilitar la memoria negativa del candidato del PRD, es muy posible que la forma para conseguir ese objetivo mediático, no sea precisamente de modo sutil ni tranquilo.

La disyuntiva del PLD en esta campaña es convencer a los votantes de que "podrían cometer un grave error" al votar por el ex presidente Hipólito Mejía Domínguez. Al mismo tiempo supongo tendrán conciencia, para hacer una campaña en esta dirección, de que una hay un percepción en la calle totalmente negativa hacia el gobierno, que en aras de ayudar al candidato Danilo Medina, restituye de modo público una preocupación social por la marginalidad, que no sé hasta dónde puede ser creíble y hasta dónde en el clima antes descrito, podría ayudar a su candidato.

No hay que olvidar que las percepciones sostenidas hasta el final de una campaña electoral, se pueden convertir en pesadillas terribles un 21 de  mayo en la madrugada. Y que no basta un triunfalismo terco para cambiar esas percepciones.  Tampoco basta la copia mecánica de modelos publicitarios extranjeros, que no ajustan

con un candidato nacional en una geografía pequeña como la nuestra, aunque la raíz la pobreza aparente similar en todas partes.

Dramático resulta el hecho para el PLD, de que estas elecciones no son un balance a cuatro años de gestión, sino a siete  y los meses que resta para el cumplimiento de ocho años de mandato del PLD, no serán suficientes para cumplir con parte del fragmento del slogan de su candidato el Lic. Danilo Medina: "Corregir lo que está mal".

Lo que sí es evidente: es que si el PLD opta desde ahora por un tono duro, es que serán otros los voceros  encargados de imprimir este tono dentro de su campaña electoral, porque el candidato morado tiene un perfil totalmente diferente al requerido para la realización de  una campaña agresiva y de tono áspero.

Pero los candidatos no se gobiernan, dependen de sus estrategas y estudiosos, el tono de la campaña dependerá también de los factores de medición, de los vectores de las encuestas y el tiempo disponible para que los buceadores de espíritus, puedan ofrecer los productos persuasivos al mercado electoral.

Se debe tener la seguridad de que si las encuestas, en la próxima guerra que nos espera, no favorecen al candidato oficial del PLD, el tono de la campaña subirá, en un terreno donde de candidato a candidato, por asunto de temperamento y personalidad el ex presidente Mejía Domínguez, tiene la facultad del histrionismo muchas veces mostrado.

Lo ideal para una población hastiada de la politiquería y las promesas vacías, sería una campaña con debate, como he reclamado en otros renglones, una campaña tranquila sin altos niveles de perturbaciones, pero no parece que ese sea el camino que vaya  a  tomar esta la campaña, que apenas comienza.

Por otro lado, se nota un alto interés de parte de los compromisarios con el Proyecto del Lic Danilo Medina en desmontar  la frase: "Llegó Papá". Algunos han dicho "Llegó Jaja", otros insisten en que es una careta para no usar el nombre de Hipólito Mejía, en referencia la crisis Bancaria del 2003, etc… Lo cierto es que la frase, convertida en slogan de fácil onomatopeya ha calado con un fuerte arraigo popular, las idiosincrasias no se transforman en segundos y ese slogan está sostenido en la sociología paternal alimentada por el tejido caudillista de la historia nacional, de ahí su naturalidad y hasta el momento, la imposibilidad de buscarle un contra slogan que lo ridiculice o lo descalifiqué: es corto y de simple onomatopeya.

Las campañas electorales manejadas en buena lid, son una lucha  de creatividad interesante, muestran agudeza ante la sensibilidad de la población para convencerla de un mensaje u otro.

Tengo la percepción de que la campaña electoral, en la que ya estamos  inmersos, no será tranquila y que se verán y se escucharán cosas terribles por una razón elemental :

¿Cómo puede explica el propio PLD, con el sentido crítico con que se debe mirar una gestión, que aquel candidato derrotado hace siete años, hoy esté rehabilitado ante los ojos de la población?…

Si la respuesta a esa pregunta es el juego del avestruz (meter la cabeza en la arena cuando viene la tormenta), la ortodoxia  es una niebla que ciega…