La reciente conmemoración del Día del Industrial Dominicano, encuentra a los directivos de este sustancial sector del entramado económico dominicano, expresando las mismas aspiraciones y esperanzas manifestadas por sus diferentes líderes en el discurrir de las últimas cinco décadas.
En esta oportunidad le ha tocado a la Presidenta de la Asociación de Industrias de la Republica Dominicana (AIRD), Ligia Bonetti decir que su organización aspira a que la industria se constituya en un sector dinámico, fuerte y responsable ya que esta aporta mucho al bienestar dominicano y no ha cedido en sus esperanzas de convertirse en la punta de lanza del desarrollo nacional.
Una aspiración que muchos consideran debió haberse cumplido hace largo tiempo. No ha sido posible por la sencilla razón de que no se pueden lograr objetivos distintos desarrollando las mismas estrategias y empleando las mismas tácticas que se han implementado tradicionalmente.
El liderazgo, mas cuando es referido a la economía, se conquista liderando. Y la práctica indica que en nuestro caso los industriales han permitido que sea la política y los políticos quienes asuman la línea estratégica que tradicionalmente ha normado su accionar presente y futuro.
Aun teniendo a la competitividad y a las exportaciones como bandera y asegurar que sin estos es prácticamente imposible alcanzar crecimiento, es poco lo que se ha avanzado en el desarrollo de los objeticos de la Estrategia Nacional de Desarrollo (END), cuyos fines específicos en este campo procura “desarrollar un sector manufacturero articulador del aparato productivo nacional, ambientalmente sostenible e integrado a los mercados globales con creciente escalamiento en las cadenas de valor.”
Es hora de que los industriales comiencen a trabajar y exigir para que se prioricen los recursos económicos necesarios para la promoción de la oferta exportable de los productos dominicanos y su inserción en los mercados globales, por encima de los que se vienen disponiendo para la importación de toda suerte de productos de fabricación foránea.
Se hace urgente la creación de una cultura exportadora que conduzca al equilibrio de la balanza comercial, forjando una consciencia ciudadana con respecto al valor de las exportaciones para la economía dominicana, mediante la implementación de un claro reposicionamiento del país en los mercados internacionales.
Este esfuerzo requiere la puesta en ejecución de la campaña “Marca País”, herramienta imprescindible para la obtención de un sólido y sustentable nivel de ventaja competitiva en el mercado global, que dé impulso a un crecimiento exponencial y no lineal a la economía como se ha venido verificando en las últimas décadas, y se teme seguirá aconteciendo en los próximos años, si no se asumen estrategias innovadoras y vanguardistas en este sector.