Si usted no se ha dado cuenta de que cuando se unen desigualdad, pobreza, opulencia, corrupción, injusticia, un mal sistema educativo y un pésimo sistema cultural del cuál nuestra televisión y nuestra prensa es reflejo, el único resultado es el odio desenfrenado y sin rumbo, que es tan fácil de manipular que permite pasar de un “tema nacional” como es el fraude multi millonario que forma parte de la causa de como se ha duplicado nuestra deuda publica, haciéndonos más pobres a nosotros y a nuestro futuro, y de la asociación criminal de nuestro presidente con un delincuente brasileño procesado, a un caso de chisme sobre un embajador cuyo único “pecado” es amar de la forma que siente que se debe amar.

Quiero decir: si usted no se ha dado cuenta de que la esencia más pura del ser humano, lo que si acaso nos eleva, es la curiosidad, querer llegar más lejos, sin la moralina absurda que nunca nos sirvió de nada, y que tanto homosexualidad como heterosexualidad son construcciones sociales arcaicas indignas de la mente de cualquier ser. Pero usted sigue queriendo imponer su criterio sobre la vida sexual o la intimidad del otro, sea usted heterosexual u homosexual, ya sea queriendo controlarla o tratando de accionar sobre ésta, o si para colmo usted no se ha dado cuenta de que el blanco, el negro, el amarillo y cualquier otro animal humano sólo quiere buscar su felicidad sin que obstaculicen su camino hacía ésta, como usted y como yo: no sólo es usted un necio, sino que es usted también un necio aburrido. Y ser aburrido, para mi, es la única cosa imperdonable que puede existir.

Bob Satawake y James Brewster

Estamos en el 2016 ya, ¿Cuando vamos a empezar a hablar con seriedad sobre los demás mundos que nos hacen compañía en este universo, para tratar de aprender algo de ellos? ¿Cuando vamos a abandonar ideologias y sistemas que ya sabemos que no funcionan y que ocultamos bajo la excusa conformista y prepotente a la que tratamos de llamar coherencia? Como este en el que vivimos que solo ha generado un mar de estupidez, apatía y desigualdad ¿Cuando nos vamos a dedicar a pensar como construiremos ese mundo nuevo para todos? Se nos está haciendo tarde. ¿Cuando vamos a tomarnos en serio la labor más importante de cualquier ser que es saber quién carajo es y qué carajo quiere para sí mismo? ¿Cuando vamos a concentrarnos en entender más sobre la ciencia y el estudio serio de nuestras conciencias y sobre qué carajos estamos haciendo en esta existencia? ¿Cuando vamos, coño, a ejercer ciudadanía, a aprender a disentir? ¿Cuando vamos a entender que creer en la libertad significa creer en la libertad para puntos de vista que nos disgustan? Para esos que no compartimos, que no vemos bien, pues de otro modo no sería libertad en absoluto.

Desde mi pequeño cubículo de franco tirador aprovecho para agradecer que el señor embajador Wally Brewster y su señor esposo Bob Satawake estén aquí con nosotros. Les agradezco por ser como son, por su lucha, por traer este tema tan necesario e importante y por el que pocos se atrevieron a elevar su voz y que se supone debíamos tener ya superado, como todo lo relacionado a la no aceptación del otro, de la busqueda de cada quien por su felicidad. Por eso y por su grito de libertad; por amarse y por servir de inspiración para aquellos que no han sabido como hacerlo como quisieran; por su paciencia, porque amigos en común me cuentan que son gente divertida y maravillosa, que aman la vida y les gusta compartir su amor por esta, cosa que se refleja en la sonrisa y el perdón instantaneo que expresan a toda esa gente cuya ignorancia no les permite notar que sus frustraciones, dolores, pobreza y carencias no son más que parte del gran juego sucio de los villanos que nos gobiernan y nos han dejado tal y como estamos: en la profunda miseria existencial y ecónomica.

Cuando usted entienda, amigo al que le escribo, que no existe nada que el pensamiento no pueda empeorar, y entienda que el pasado y el futuro son una enfermedad; que la vida está aquí y ahora; que no importa lo que haya usted hecho o dejado de hacer, porque el olvido es irremediable y pensar en ello es perder un tiempo que no va a volver, porque sabemos que lo que sí importa es tratar de ayudarnos a hacer un poquito más divertido este salto al vacío que se llama vida; pero también entiende que es usted quien debe sentirse bien consigo mismo; que el amor que damos a los otros es proporcional al que nos damos a nosotros mismos; que para saber de amor, para entenderlo, usted tiene que saber estar solo, porque para todo romance se necesita intimidad, en este caso con usted mismo. Que no necesitamos ni aprobación ni desaprobación, porque en este mundo de lagarto-come-lagarto, eso no importa, y usted se da cuenta que buscar siempre respuesta en el otro es lo que tiene a este mundo en vías de una nueva edad media, imperio de la apatía, desierto de las ideas; y que para colmo siguen existiendo tontos que, como yo, dedican más tiempo a dar consejos que a dedicar canciones, pero que eso tampoco importa, igual que ninguna basura autocomplaciente, ni ningún disparate que te diga que te tienes que "adaptar".

Por que ya sabemos: lo que importa es bailar.

Se empieza a vivir mucho mejor.

Siento miedo por mi especie, por la humanidad, por esos que creen que es más fácil dejar al otro que piense, dejar al otro que proteste, dejar al otro que se indigne, esperar que sea otro quien guarde las leyes, guardar silencio y hacer las cosas bien porque seremos recompensados por esto. No funciona así, la historia lo demuestra, las pistas están y yo por mi parte no pienso dejar de luchar, quiero a mi pueblo, a mi gente, a la humanidad y sé, que sólo tendrémos humanidad cuando nos entendamos y aceptemos.

Sueño con ese mundo y sé que si todos hacemos nuestra parte, y esto incluye disentir, luchar, enfrentar y volverlo a repetir una y otra vez más, ese mundo será realidad.