Cuando Alfred Kinsey publicó en 1948 su estudio, Conducta sexual en el varón humano, incluyó unas palabras de advertencia a sus lectores: “siempre que el sexo se aborde en la actual confusión de ignorancia y sofisticación, negación e indulgencia, supresión y estimulación, castigo y explotación, secreto y exhibición, será asociado a una duplicidad e indecencia que no conduce a la honestidad intelectual ni a la dignidad humana".

La advertencia de Kinsey se hace realidad en la República y sesentaicinco años más tarde, continúa dominando el discurso moral dominicano. En el 2009 se criminaliza el aborto terapéutico y bajo cualquier condición y en el 2013, el absolutismo inconstitucional de la Iglesia Católica pretendió silenciar a Profamilia en los medios de comunicación con un recurso de amparo.

El 13 de julio Profamilia reiteró su posición sobre la necesidad de la educación sexual en todos los grados escolares pre universitarios para evitar lo que acertadamente califica de problema social: el embarazo en adolescentes.  Los datos del Fondo de Población de las Naciones Unidas (ONU) publicados el 11 de julio de éste año, revelan que el 22.1% de las adolescentes dominicanas ha estado embarazada; y el 50% de éstas (casadas o unidas) no usan método de planificación familiar.

Estos resultados son problemáticos en la vida individual de las adolescentes y en el conjunto de la sociedad.  Indican además, que el método de abstinencia solamente ha fracasado; a pesar de haber sido promovido por décadas por la Iglesia Católica, las Evangélicas y Pentecostales.

En oposición, Profamilia defiende “un currículo propio” que les permita a docentes abordar no solamente determinantes individuales de la salud sexual y reproductiva, sino además los ”determinantes sociales, que enfoquen la atención en el mundo real en el que la gente joven vive su vida, y que integre a estos como entes sociales de pleno derecho”.

Los programas de Profamilia, con décadas de trabajo en República Dominicana, han alcanzado a más de 700,000 adolescentes y jóvenes con intervenciones de educación integral en sexualidad, promoviendo estilos de vida saludables y los derechos sexuales de este grupo poblacional. La pregunta que debemos preguntarnos es, ¿por qué la oposición?, ¿por qué en República Dominicana se niega a los jóvenes en escuelas públicas el conocimiento de su sexualidad, tan importante en la vida de cada persona?

La respuesta explicativa a ésta pregunta reside en la vigencia de facto del estado confesional católico. Así, tenemos que desde 1933, Rafael Trujillo sacó de las escuelas públicas la moral humanista de Eugenio María de Hostos y Salomé Ureña de Henríquez.  Estos defendían la educación científica de la mujer.  Trujillo la sustituyó por la enseñanza de dogmas católicos, y en 1954 firmó el Concordato que le entrega a la Iglesia Católica Romana el monopolio de la enseñanza de moral en el Sistema de Educación Pública.

Joaquín Balaguer heredó el poder de Trujillo, apoyado por los Estados Unidos y la Iglesia Católica, quien fundió su partido, el Social Cristiano, con el Partido Reformista de Balaguer, cambiando su identidad por la de Partido Reformista Social Cristiano (PRSC).  El hilo de continuidad histórica fue producto de la iniciativa de Joaquín Balaguer, al seleccionar al PLD con la candidatura de Leonel Fernández en el “Frente Patriótico”, que tenía mucho de Frente conservador y elitista y nada de Patriótico.   Así se transmitió la alianza autoritaria del estado y la iglesia en la figura de Leonel Fernández en las elecciones de 1996.

El resultado de continuar la tradición autoritaria y fundamentalista de la Iglesia Católica en las escuelas públicas (la RAE define el fundamentalismo como una exigencia intransigente de sometimiento a una doctrina o práctica establecida) es la continuidad de una cultura dominicana homofóbica y misógina, fruto de la ignorancia y del discurso dominante religioso impuesto por el poder del estado.

En el presente, el conflicto creado por la ausencia de educación sexual en las escuelas y sus consecuencias sociales agrupa por una parte a la oposición—sectores feministas, de salud, y críticos del carácter confesional del estado—y por otra parte a la poderosa Iglesia Católica, las denominaciones evangélicas y pentecostales, y los sectores conservadores de la política dominicana que responden al oficialismo neo-trujillista de Leonel Fernández y al Opus Dei.

Los grupos religiosos consideran que los derechos sexuales y reproductivos de la mujer y el derecho a la igualdad de personas lesbianas, homosexuales, bisexuales y transexuales (LGBT) no existen; como declarara abiertamente con el lenguaje de un analfabeto el cardenal católico, máxima expresión de la autoridad de su iglesia en el país.

A la jerarquía católica se les unen las iglesias evangélicas y pentecostales, creyentes y defensoras de las condenaciones homofóbicas y misóginas bíblicas.  Para ser consistentes con sus argumentos bíblicos,  tendrán que concluir que el universo fue “creado” hace seis mil años, y que los humanos y los dinosaurios una vez compartieron felices el planeta tierra—en los Estados Unidos tienen un museo de “Historia Natural” que presenta a los niños jugando con dinosaurios.

Tendrán que apedrear a toda mujer adúltera hasta que muera, y demandar como un derecho que la esclavitud se restablezca.  Tendrán que prohibirles a las pastoras protestantes que hablen en las iglesias—la iglesia católica ya cuenta con dos milenios siguiendo estrictamente este mandato del Nuevo Testamento.  Y tendrán derecho a matar a los hijos irrespetuosos y desobedientes como aconsejó el dios de Moisés.  Podrán también tener esclavas sexuales, como beneficio colateral de sus guerras santas, y los hombres podrán tener concubinas, siguiendo el ejemplo del Rey Salomón que tenía varios cientos.

¿Por qué seleccionar pasajes favoritos?  Si argumentan la interpretación literal de la Biblia, podrán matar a todos los que intenten disuadirlos para que adoren a otros dioses que sean diferentes al dios de Moisés, auto declarado como celoso y vengativo.  Esto lo asumió el catolicismo en la Edad Media con sus Cruzadas de 200 años para matar musulmanes y judíos en el Medio Oriente, o persiguiendo herejes y quemando mujeres que acusaban de brujas o de tener relaciones con el demonio.

Estas políticas fueron exportadas a finales del siglo XV a las tierras de América saqueadas por los reinos cristianos de España y Portugal, y otorgadas por las bulas alejandrinas de 1943.  Recibieron la bendición papal para despojar a los nativos de sus tierras y bienes, esclavizarlos, y destruir sus templos, y la literatura y escrituras sagradas Mayas, mientras los acusaban de salvajes y supersticiosos e inventaban apariciones marianas como la Guadalupana para robarles el alma y demandar obediencia al dios conquistador y su séquito de santos.

En síntesis, los preceptos fundamentalistas religiosos no tienen lugar en el sistema de educación en las escuelas públicas, los cuales constituyen el principal obstáculo a que se enseñe una educación sexual integral en las escuelas.  La Ley orgánica de Educación (Ley No. 66-97) debe de ser reformada para sacar la Introducción que bautiza la educación pública como educación cristiana, y utiliza los símbolos patrios religiosos como excusa, para identificar la identidad dominicana con el catolicismo:

Todo el sistema educativo dominicano se fundamenta en los principios cristianos evidenciados por el libro del Evangelio que aparece en el Escudo Nacional y en el lema "Dios, Patria y Libertad". Introducción Ley Orgánica de Educación (Ley No. 66-97).

Esta cita, fuera de contexto histórico, ignora que la iglesia Católica presidida por el Vicario Thomas de Portes e Infante luchó contra la ocupación Haitiana para anexar la patria a Francia. Por este motivo, enfrentó a los Trinitarios y apoyó al Caudillo Pedro Santana, con una Carta Pastoral el 24 de julio de 1844 advirtiendo a la población de la excomunión mayor (advertida y automática) contra los que se opusieran al Gobierno de Pedro Santana.  Todos conocían que en el Cibao, los seguidores de Juan Pablo Duarte lo habían proclamado Presidente de la República, y que constituían la principal oposición al gobierno de Santana.

También ignora los cambios sufridos por el escudo nacional a través del siglo XIX.  El primer escudo nacional data de febrero de 1844 y se le atribuye a Sánchez y los Trinitarios.  Tenía símbolos masones porque Juan Pablo Duarte y todos los Trinitarios menos una persona fueron masones.  Motivo por el cual, automáticamente quedaban excomulgados por la Iglesia Católica Romana.  Es hora de que la Educación forme conciencias críticas y prepare a la juventud dominicana para vivir en el mundo del conocimiento del siglo XXI; los adoctrinamientos religiosos deben tener lugar en las iglesias, no en las escuelas públicas.  Son las iglesias las que deben de adaptarse a las leyes y respetar la historia, no el reverso, adaptando las leyes a fundamentalismos religiosos.