En varios países donde las pruebas del coronavirus se han realizado de forma masiva y guardaron las normas de prevención al inicio del contagio, han logrado resultados diferentes a los estados que obviaron el uso de las mascarillas, guantes, distanciamiento social, cuarentena, y sobre todo realizaron las pruebas masivas para su población. Las pruebas siempre serán más económicas que tratar a las personas afectadas.
La población asintomática al virus que puede representar un alto porcentaje de los contagiados que van por las calles, centros de trabajo, supermercados, hospitales y otros lugares; contagiando a terceros, sin que nadie se dé por enterado, hasta pasadas un par de semanas cuando los asintomáticos empiezan a manifestar los síntomas del coronavirus.
Las medidas tomadas en la ciudad de Wuhan, en China; como otras ciudades de Italia, deberían ser referencias para la contención del virus entre nuestra población. Por un período la movilidad debe ser reducida al mínimo, evitar las aglomeraciones de personas, suplir de material de proyección al personal médico, habilitar espacios para aislar a las personas positivas y hacer las pruebas de forma masiva a la población, son algunas medias que han posibilitado frenar la pandemia.
En nuestro país se ha controlado la realización de las pruebas, se han restringido el acceso a las mismas de forma masiva, siendo aplicadas en principios, solo a personas con los síntomas evidentes y hasta ocultado la realidad a la opinión pública, dado que no conocemos con certeza los contagiados, los recuperados y los fallecidos.
Los datos oficiales solo representan una parte de la realidad, la que ellos han decidió contarnos. Esta en si nosotros pensamos y creemos que es la realidad de la pandemia o no.
Al parecer nuestro Estado es incapaz de adquirir las pruebas como lo han hecho otros países, tal vez, porque esta situación lo sorprendió y no habían organizado el negocio, ni quienes serían los beneficiarios de este; como vimos la denuncia de sobrevaluación de hasta un 600%, de los insumos médicos licitados de emergencia.
Las autoridades juegan con la salud de la población. Al desestimar la licitación se ha perdido tiempo para la adquisición masiva de los kits para las pruebas.
Por ello, seguimos sin contar con los materiales para que nuestros equipos de salud en los hospitales puedan realizar su trabajo. Para que se puedan realizar las pruebas a la población y podamos saber la realidad sobre el comportamiento de la pandemia.
Resultan irrisorias las estadísticas que el Ministerio de Salud Pública ha compartido hasta este momento. El total de pruebas realizadas del 16 de marzo al 7 de abril es de 6,758 pruebas, de las cuales 2,111 han resultado positivos y 4,247 han salido negativos.
Sobre el comportamiento del virus no se tiene claro hasta la fecha que sucederá después que pase la cuarentena, si las personas contagiadas se inmunizaran y por qué tiempo. Las poblaciones no afectadas podrían generar nuevos brotes en las próximas semanas.
No sabemos porque no hay pruebas suficientes para saber cuál es la realidad. Tal vez, el número de afectados, recuperados y hasta fallecidos nunca lo sabremos. Esto así, porque el gobierno puso no su interés en el corazón del pueblo. Como podemos ver: