Compartimos las siguientes líneas, a modo de introducción a una serie de artículos que queremos iniciar esta semana en torno al tema de las EE.RR. (energías renovables) en la arquitectura.

En este mismo medio, se publicó el año pasado un escrito, desde la redacción, que llevaba por título Queremos energía renovable, del que a continuación dejamos el enlace: https://acento.com.do/2018/opinion/editorial/8559587-queremos-energia-renovable/.

En el mismo se señalaba como alguna que otra institución del aparato estatal no promocionaba o fomentaba el uso de la fotovoltaica en nuestro país, República Dominicana. Al leerlo, hará poco más de un año nos sorprendimos de la noticia.

Hace pocas semanas conocimos la noticia de que el Senador de la República, Julio César Valentín, presentaba “…un proyecto de ley, actualmente bajo estudio en Comisión de la Cámara Alta, que establece “Los planos y permisos de construcción o remodelación superior a un 25% de edificios privados mayores de dos niveles, no serán aprobados por las autoridades competentes si no prevén el uso de energía solar en la iluminación de sus áreas comunes y en los calentadores”. ( Tomado de El Caribe: https://www.elcaribe.com.do/2019/05/24/destacado/senador-julio-cesar-valentin-presenta-proyecto-de-ley-para-permisos-de-construccion/).

Una primera noticia que plantea un escenario no positivo y otra noticia en la que un representante de gran parte de los electores de la Provincia de Santiago, plantea un escenario de procupación a diez años vista si no cambiamos de rumbo en cuanto al asunto energético.

Desde hace años, para ser más exactos desde marzo del año 2012, hemos venido vendiendo una moto, como dicen los españoles con relación a la eficiencia energética y dentro de este concepto incluso hemos abordado el tema de la integración de las renovables en la argumentación del edificio. Evidentemente varios sábados de los que hemos estado escribiendo para este excelente medio – que nos permite la divulgación de nuestras ideas- nos hemos tomado la licencia de desviar un poco nuestra temática, o cuando menos ampliarla a otros temas relacionados o no con la arquitectura y la energía.

Aún con estas licencias, esas que nos hemos tomado algunos sábados para abordar otros temas, nos mantemenos como unos convencidos declarados de las EE.RR. integradas a la piel y/o a la trama del edificio.

Nos preguntamos una y otra vez, ¿Cómo es possible que una y otra vez nos permitamos el lujo de proyectar uno y otro edificio, y otro más y así hasta sumar muchos edificios que ocupan nuestras ciudades, sin enlazarlos individualmente o colectivamente, pero desde luego indivisiblemente, a un circuito de generación de energía por medios y/o sistemas renovables?

Nos pasamos el tiempo dejando pasar la oportunidad de cambiar el rumbo, como si el planeta y las condiciones de vida que nos brinda fueran infinitas…Seguiremos la próxima semana.