Esta pregunta la discutí con un grupo de compañeros de distintas áreas que participamos en un programa de radio y decidí compartir con mis lectores algunas de las razones que salieron a relucir ante esta situación que, lamentablemente, es más frecuente de lo que quisiéramos.
Es posible que la razón inicie desde el principio de la relación, ya que muchas veces la gente tiene razones equivocadas para unirse a otra.
Cuando en los primeros años de vida, en nuestra interacción con las figuras básicas de afecto, no nos sentimos valorados, importantizados. En fin, amados, podríamos pasar el resto de nuestras vidas con hambre de afecto buscando desesperadamente nuestra valoración en el aprecio de los demás.
En estas circunstancias, en vez de casarnos desde el amor, lo hacemos desde la carencia, desde la necesidad.
Cuando esto ocurre, muy rápido el otro u otra se cansa de intentar satisfacer esas carencias, que son insaciables.
La sobredemanda sube y comienzan a desarrollarse dinámicas inadecuadas en la pareja que van desde enojos constantes, luchas de poder, manipulación, evasión, distancia, violencia y nada de esto habla de amor.
Pero la gente se mantiene unida en una codependencia que no deja crecer, para evitar enfrentarse a ella misma y sus carencias.
El miedo es otra razón que suelen tener algunas parejas para mantenerse unidas sin amor, miedo a la soledad, miedo a perder estatus, miedo a perder dinero, miedo a perder una familia política, que talvez sustituye o compensa la ausencia de la que no tuvieron nunca.
El temor a hacerles daño a los hijos y las hijas, es otra razón por la que la gente permanece unida sin amor.
Socialmente se entiende que una familia para ser realmente una familia debe estar compuesta por papá, mamá e hijos.
Cuando la pareja tiene internalizada esta idea errada de familia, aunque no se amen y exista un abismo entre ambos, permanecen juntos aunque no tengan más nada en común que esos hijos.
Otras razones son económicas, ya que el divorcio siempre implica pérdidas por la partición en 50% que implica y sobre todo para las familias con muchos bienes materiales esto es muy cuesta arriba.
En resumen, carencias, miedos, inmadurez, cobardía, evasión, bienes materiales, todas son razones que en el fondo sirven de muy buena excusa para no confrontarse consigo mismo y luchar por ser felices que es lo que merecemos.
Pero muchos se conforman con recibir y dar migajas de amor que los denigran y los desvalorizan como seres humanos.
Dios nos hizo grandes, con capacidad de ser felices y a partir de nuestra propia felicidad poder hacer feliz a los demás, pero nos hemos conformado con ser mediocres.
Talvez esto es más cómodo, ya que se necesita valentía para crecer y ser felices, pero como decía Facundo Cabral, el ejército más grande del universo es el de la cantidad de PENDEJOS que andan regados por todo el mundo.