Los semáforos inteligentes no son los que tienen un reloj  para ver los minutos y los segundos. Los  mal-llamados en República Dominicana “Semáforos Inteligentes” – los cuales están casi todos dañados- en la ciudad de Santo Domingo donde han sido colocados, no son tales.

Los semáforos inteligentes son los que tienen sensores que vigilan las calles vecinas  y captan  donde vienen menos tránsitos y dan señal verde donde viene más tránsito. Son los que después de cierta hora de la noche, cuando el transito es más ligero y menos personas transitan, dan señal verde cuando uno se acerca a tantos metros sin necesidad de pararte a esperar que de cambio de luz cuando en la intersección no viene nadie.  Es decir son los que dan verde cuando no hay nadie en la intersección y dan rojo para las calles que no viene nadie.

Porqué hay que esperar con una luz roja y nadie viene en las  otras calles?  Y  porqué un semáforo le da señal verde a los “que no están ahí”?.

El semáforo con reloj es simplemente un medidor de tiempo, pero no es inteligente.

Es urgente que en esta ciudad de varios millones de habitantes  y que está  en continuo crecimiento,   invertir en Semáforos inteligentes, adaptar los semáforos y programarlos para dar resultados óptimos en las horas  pico donde se desplazan más conductores por las vías públicas del Gran Santo Domingo como también en las horas menos  transitadas.

Cuando un semáforo es adaptado, se programa,  se economiza:

1.      Tiempo “2.  Stress o Nervio  3.  Energía vehicular  4.  Combustible, 4.  Hay menos emisiones de CO2.

Con estos tipos de semáforos inteligentes se consigue que:

1. El tránsito permanezca estable  y fluya,  así   no se forman los tapones a que estamos acostumbrados  a tener producidos por los agentes de  La AMET o el poco tránsito en las calles vecinas a la intersección teniendo la misma cantidad de tiempo en el semáforo que las calles más transitadas.

2. El consumo de combustible y emisiones de CO2 retrocedan y por lo tanto es positivo para la economía de la población, sus bolsillos  y para el Medio Ambiente.

3. Protección de la salud (física y mental) del conductor (disminuye el estrés).

Es necesario que en las grandes avenidas  los semáforos tengan celdas solares, o que los negocios  grandes presentes contribuyan a darle energía en los casos de apagones  a través de sus plantas. Pero lo más sensato es que todos tengan receptores para luz solar y que no dependan de la “bondad” de los comerciantes.