En Julio-2012 se publicó un estudio etnográfico sobre “Niños, Niñas y Adolescentes en Peores Formas de Trabajo Infantil en Mercados y Vertederos de cuatro provincias” que realizamos para FUNDEBMUNI-PAIDEIA-AECID. El periódico HOY realizó varios reportajes sobre el contenido del estudio junto a algunos de nuestros artículos que tocaron temas del mismo.
La realidad de niños, niñas y adolescentes que trabajan en peores formas de trabajo infantil en mercados y vertederos no ha cambiado, ¿por qué?
Las causas que identificamos en ese momento sobre la inserción de esta población infantil y adolescente en las peores formas de trabajo infantil, específicamente vertederos siguen presentes en distintas provincias y comunidades del país, rurales y urbano-marginales. Algunas de ellas:
1-Situación de vulnerabilidad y pobreza extrema.
“El trabajo le facilita a uno las cosas. Algún problema que tengo que solucionar, si uno no trabaja no tiene con que comer”“Yo vengo a trabajar, cuando trabajo le doy 50 pesos a mi mamá para que cocine y los otros lo guardo para comprar ropa”
No solo la venta de objetos que se obtienen en el vertedero sirven de sustento sino también las comidas y artículos que se recogen en él se consumen en las familias.
2-Los vertederos son escenario de actividad económico-familiar en algunas comunidades
En el estudio se identifican varios casos de familias en las que todos sus miembros trabajan en vertederos o trabajaban en el vertedero y a través de ellos/as los/as niños, niñas y adolescentes se insertan en esta actividad.
“Nosotros nos hemos criado en el vertedero. Mi papá trabaja aquí, mi mamá también. Ella ahora no puede trabajar aquí porque el olor del humo le da fiebre y dolor de estómago, se enferma”.
3-Ausencia de espacios educativos-recreativos que complementen el reducido horario escolar
La asistencia a la escuela para niños, niñas y adolescentes en las comunidades estudiadas representa 2-3 horas diarias. El resto del día no tienen opciones de recreación ni de actividades deportivas, artísticas o culturales para su desarrollo. El vertedero se convierte en el lugar de recreación para muchos niños y niñas que viven en comunidades pobres y vulnerables.
4-Inserción de niños-niñas en la práctica sostenida en la combinación trabajo-estudio para algunas familias es una estrategia de prevención de riesgo.
Algunos/as padres/madres prefieren que sus hijos e hijas estén en vertederos mientras ellos/as trabajan o chiripean para que no se queden solos/as lo que le genera mayor inseguridad.“Para que estén vagando y que le pueda pasar algo en la calle o solos, mejor que estén haciendo algo, porque en el vertedero está mi hermana que los vigila”.
Este artículo fue publicado originalmente en el periódico HOY