Hay que celebrar con regocijo la puesta en línea de este nuevo medio de comunicación social que es el periódico digital Acento.

Agradezco, de entrada, la hospitalidad de sus directivos para con el suscrito, al permitirme ser parte de su  staff  de columnistas, compartiendo las tribunas del debate público de las ideas con amigos y amigas de tan acrisoladas prendas personales e idoneidad profesional y ética.  Con ellos y con todos deseo compartir estas reflexiones introductorias.

Las naciones de América  Latina celebran durante toda esta década las efemérides del bicentenario de su independencia nacional. Hace doscientos años, en momentos en que toda América despertaba a la libertad y a la soberanía plena de los nuevos pueblos organizados en repúblicas independientes, nacía en Santo Domingo, el 26 de enero del año 1813,  quien habría el de ser el ideólogo y visionario de la patria dominicana.

Hoy, a menos de dos años para la celebración del bicentenario del natalicio de Juan Pablo Duarte,  padre fundador de la  República Dominicana,  el  mejor homenaje que podríamos hacerle es honrar su memoria con nuestra conducta ciudadana, enarbolando el compromiso imperecedero de sus sueños,  como visionario de una patria grande, libre y prospera, para un pueblo fraterno y feliz.

Si  Juan Pablo Duarte  se atrevió a soñar una República independiente y soberana cuando aquello era solo una quimera, entonces, ¿qué no podríamos soñar nosotros y hacerlo realidad con nuestros hijos y nietos, para celebrar la gran fiesta patriótica del BICENTENARIO DE LA REPUBLICA?

Proponemos una mirada colectiva al horizonte lejano de la patria deseada. No se trataría de enarbolar un nuevo proyecto de nación, ni otro plan estratégico de desarrollo. Sería mucho más que eso. Lo que proponemos es la proclamación de un compromiso patriótico trans-generacional, como nuestro mejor regalo a la Patria con miras a las efemérides del Bicentenario.

Hoy se hace más que necesario insuflar renovados ideales patrióticos en nuestros niños y jóvenes de todas las edades. Más allá de las grandes metas de crecimiento económico y prosperidad material están las causas que llegan al alma de los pueblos y le mueven a actuar con la fuerza indetenible de la razón histórica.

Desde este espacio nos proponemos compartir con todos y todas una visión profundamente optimista,  mirando siempre hacia la República del bicentenario. Pensar los grandes temas nacionales con visión de futuro y compromiso en el presente.    Ese es nuestro propósito.

Pensar, por ejemplo, en el tema de la seguridad social. Esto a propósito de la reciente culminación del Primer Foro sobre Seguridad Social a 10 años de la promulgación de la ley 87-01 que rige la materia. Este evento fue organizado por el Consejo Nacional de la seguridad Social (CNSS), y logró reunir durante dos días (15 y 16 de Febrero) a más de un centenar de profesionales y técnicos, funcionarios gubernamentales, representantes de la sociedad civil, ONGs  e instituciones privadas. Allí se discutió una extensa agenda de puntos referidos a los diferentes seguros de salud, riesgos laborales, cesantía, vejez y sobrevivencia. Todo asociado a la idea de evaluar la eficiencia en  el recaudo y prestación de  los beneficios de los afiliados, así como lo atinente a la necesidad de ampliación en la cobertura del sistema hasta lograr el propósito de su universalización,  mediante la incorporación de la totalidad de la población.

Sobre los resultados de este importante evento estaremos escribiendo en una próxima entrega. Hay mucho que hacer sobre esta materia en la ruta hacia el BICENTENARIO.