El por fin sugerido en el título es un grito a la esperanza, pues por fin ha llegado, aunque de manera tardía, una solución básica para la clasificación y gestión de los residuos, solución a la que aspira cualquier ciudadano promedio de un país en vías de desarrollo que mínimamente entiende su deber de comportarse de una manera ambientalmente responsable.
Una de las formas más eficientes de promover una cultura de responsabilidad ambiental es a través de la minimización de la generación de desechos, su debida clasificación, elección por parte de los consumidores de productos y servicios ambientalmente amigables y sobre todo contar con poderes públicos que salvaguarden el bien jurídico del medio ambiente, cuya dimensión envuelve un incontable número de variables.
Desde hace tiempo venimos preocupados por la forma irresponsable en que nuestros Municipios gestionan los desechos, pasando casi desapercibida esta importante problemática que afecta la salud de nuestros munícipes y convierte nuestros vertederos en lugares poco idóneos para un manejo ambientalmente responsable de la basura.
Dentro del marco de estas preocupaciones, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales ha dictado la resolución 1/2015 que busca ofrecer soluciones puntuales a la problemática ambiental que deriva de la mala gestión y disposición final de la basura, lo que refleja la expresión de las competencias más consustanciales del Estado Dominicano en relación a las problemáticas ambientales.
La resolución 1/2015 conlleva innovaciones importantes en el tratamiento de la basura, motivo por el cual, resulta útil conocer su alcance:
La basura debe ser dividida en dos fracciones mediante fundas separadas, inorgánicas y orgánicas.
La recogida deberá realizarse de manera selectiva.
El procedimiento aprobado para el transporte establece que los residuos serán transportados hacia un punto intermedio para el tratamiento de los desechos, o directamente a la empresa recicladora.
Es menester destacar, que a pesar de tratarse de una excelente iniciativa que innova el ordenamiento jurídico y que pretende romper con el tratamiento irresponsable de la gestión de los desechos por parte de los Municipios, dicha resolución ha sido adoptada en desmedro de los procedimientos participativos y consultivos vigentes al momento de ser dictada esta normativa, entiéndase la ley de libre acceso a la información pública 200-04 y su reglamento de aplicación.
Al mismo tiempo, resulta ser criticable a nuestros Municipios, que siendo las administraciones más cercanas a los ciudadanos y teniendo los mismos una competencia exclusiva con el tema de la gestión de la basura y una competencia coordinada con el involucramiento en los temas medio ambientales, hayan hecho caso omiso al desorden imperante en el manejo de los desechos y los efectos ambientales derivados del tratamiento irresponsable de los mismos.
No obstante las observaciones expuestas, esta nueva resolución marca un hito en la gestión de los desechos y obligará a que nuestros Municipios se involucren de una manera ambientalmente responsable en esta importante tarea que constituye una de sus competencias básicas. En este sentido, las instituciones que conforman el Municipio, deberán adoptar los reglamentos necesarios para organizar la gestión de los desechos, adecuar las infraestructuras de gestión, renegociar los contratos que involucren este servicio público, iniciar procedimientos de selección de contratistas para satisfacer un estándar ambiental optimo en la prestación de este servicio público, así como adoptar cualquier medida que resulte necesaria para lograr un manejo eficiente de los desechos.
Para concluir, es procedente indicar que los munícipes deben involucrarse de manera directa en esta importante tarea, primero exigiendo en sus hogares el inicio del cumplimiento de esta interesante normativa y segundo exigiendo al Municipio el tratamiento ambientalmente responsable de los desechos; erradicando así, practicas ambientalmente insostenibles en esta nueva era de la tecnología, conocimiento y desarrollo sostenible como nuevo paradigma del desarrollo integral.