Queremos felicitar al Dr. Negro Veras, ciudadano ejemplar, luchador incansable.
La tentativa de asesinato de su hijo Jordi Veras nos conmovió a todos.
Descubrir la trama del asesinato, la frialdad con que el autor intelectual, un criminal de larga data, programó el crimen con sus sicarios, aún nos conmovió más.
Hemos visto durante cuatro años a un padre luchando con denuedo, persistiendo, alertando la conciencia nacional para que se haga justicia en el caso de su hijo.
Hemos comprobado la vulnerabilidad de nuestro sistema. Cómo desde la cárcel los reclusos tienen la posibilidad de conjurar asesinatos, contratar sicarios y hacer que la acción sea perpetrada.
Hemos palpado en este peregrinaje cómo, en el trayecto de las audiencias del caso hubo 42 reenvíos y esto, a pesar de que el Dr. Negro Veras mantuvo diariamente alerta la ciudadanía. Imaginemos si el padre de la víctima no hubiera sido una personalidad como don Negro Veras.
Por fin finalmente se ha hecho justicia. Han sido condenados los autores de este vil crimen.
Felicitamos a los jueces que conforman el Primer Tribunal Colegiado del Distrito Judicial de Santiago.
Hemos comprobado la vulnerabilidad de nuestro sistema. Cómo desde la cárcel los reclusos tienen la posibilidad de conjurar asesinatos, contratar sicarios y hacer que la acción sea perpetrada
El Dr. Jordi Veras ha dicho que se siente satisfecho con la sentencia y que la misma es un mensaje de esperanza. Dijo él: con esta sentencia podemos decir sin temor a equivocarnos que la justicia prevaleció sobre la delincuencia.
El Dr. Negro Veras nos ha enseñado demasiado en todo este proceso. El no ha cejado un instante de luchar, de perseverar, de denunciar, de elevar la voz, de sensibilizar, de buscar las pruebas, para que el crimen contra su hijo no quedara impune. Eso es lo que todos debemos hacer en medio de una sociedad con evidentes y probadas precariedades institucionales. Debemos persistir y no dejar las cosas en el silencio, ni que nos desplome la impotencia frente a la inacción o la indiferencia.
Como persona y como ciudadana he aprendido mucho de don Negro Veras. Siempre ha quedado claro en sus acciones que no ha actuado por venganza ni con odios. Su lucha ha sido por la justicia y contra la impunidad. Es el mismo Negro Veras que hemos visto toda una vida. La edad no lo ha cambiado. Los años no lo han vuelto indiferente ni cansado. Siempre detrás de una causa justa.
Felicito a don Negro Veras, me siento orgullosa de él, quisiera imitarlo y ser como él, y felicito a Jordi por su valentía, pero sobre todo porque tiene el privilegio de ser hijo de un padre tan ejemplar como Negro Veras.
Por fin, ha triunfado la justicia.
Qué hermoso regalo nos ha dado la familia Veras y los jueces que han dictado sentencia. Nuestro corazón ha vuelto a palpitar. Se ha sembrado una esperanza y hemos pensado que no todo está perdido. Qué legado tan importante para una sociedad con un lastre de desesperanza y desconsuelo.
Gracias del alma don Negro: Usted nos ha posibilitado un grato momento de alegría y nos ha rescatado por instantes. Gracias a los jueces que han hecho justicia. Eso es lo que necesitamos. Cuando se hace justicia brota la confianza y se atreve una a soñar.