1.- Las nefastas consecuencias que trae la pandemia procuran abatirnos; ponernos desanimados; hacernos permanecer cabizbajos; con el corazón destrozado y un panorama sombrío. Ante tal situación debemos mostrarnos animados, con mucho aliento y transmitirlo de manera permanente a los que están tristes.
2.- Estar afligidos jamás; bajo decaimiento nunca. El desconsuelo no lo queremos ni lejos ni cerca; olvidar la pesadumbre; sentirnos acongojados, mentira; compungidos, ni pensarlo. Lo que tenemos que lograr es armarnos de júbilo, estar risueños, conservarnos contentos, con el espíritu rebosado de felicidad.
3.- Colocarnos como mujeres y hombres formados en el optimismo, diseñados para ser idealistas y motivar triunfalismo. Lo nuestro ha de ser ganar terreno, cantar victorias, abrirnos caminos y no dejar espacio alguno al fracaso.
4.- Lo que manda el momento es motivar entusiasmo a los nuestros, para que no se desanimen y, por el contrario, se conserven vibrantes, ardientes; altamente apoteósicos; como un broche de oro, brillante.
5.- Sin pensarlo dos veces hay que sacudirse para ser eficientes, dejarnos de estar melancólicos. Lo de taciturnos, nostálgicos y melodramáticos hay que dejarlo a aquellos que viven para crear ambiente opaco, tétrico y así hacer surgir ánimos abatidos, desmoronados y nunca incentivados.
6.- Aquel que venga hablarte de pandemia, COVID-19, virus y contagio, debes cambiarle la conversación, y ponerle como tema que está cerca la vacuna salvadora; que vienen días mejores para toda la humanidad; que lo peor está pasando y vamos a salir adelante, triunfantes, completamente exitosos.
7.– Nada de fatalismo. No comentar cuestiones de muertos, luto, entierro y funeraria. El pesimismo hay que sacarlo como diálogo de encuentro. La desilusión nos daña y hace sentir poca cosa. Al derrotista y al fatídico hay que aislarlos para que no lleguen a sembrar penas, conformismo e indiferencia ante el dolor ajeno.
8.- Se hace necesario que estemos contentos, platónicos y de muy buen humor, para enfrentar la situación actual de pandemia. Necesitamos comportarnos recontentos, dar gusto con nuestra presencia, jubilosos. El contentamiento hay que motivarlo frente a la desolación, la angustia, y la nostalgia que transmiten los profetas que hacen de pájaros de mal agüero.
9.- A quien viene con el vaticinio de que la COVID-19 llegó para quedarse en el planeta tierra, debemos adelantarles que el virus no será eterno, de la misma forma que ningún sistema social es perpetuo, como se comprueba porque como desapareció la esclavitud y el feudalismo, va a ser eliminado el capitalismo por sus contradicciones internas insolubles, para que entonces florezca el socialismo construido por la clase obrera y todo el pueblo trabajador.
10.- Quienes tienen a flor de labios las cosas feas que amargan la vida a las personas de nobles sentimientos, son los mismos que celebran la vigencia de la pandemia y hacen gala de la murmuración y el cuchicheo contra aquel a quienes fingen amistad.
11.- La forma más fácil de liberarse de la conversación perversa del malvado aguafiestas, que viene con su mensaje de espantagustos, es salirle al paso cambiándole el tema macabro que trae de la pandemia, por otro que no inspira tristeza.
12.- Precisamente ayer, se me acercó un fatulo para decirme que la cifra de muertos en el mundo a causa de la COVID-19, es de 1,139.296 y que los infectados son 41, 866.558. Le boté el golpe de inmediato diciéndole, tú supiste que Albert Pujols, sigue cerca del salón de la fama con sus números ofensivos.
13.- Derrotemos de una vez y para siempre aquello que constituye un estigma para el pueblo digno y trabajador, representado por las afrentas que son sellos de desvergüenza, y cuantas máculas dañan a nuestro país.
14.- En cualquier lugar donde nos encontremos debemos preocuparnos para aislar a quienes buscan hacer triunfar el pesimismo y hacernos sentir tristes, derrotados. Ante los que quieren hacernos melancólicos hay que demostrarles que somos personas que sembramos esperanza.
15.- Debemos estar listos, en la mejor disposición de ánimo a los fines de enfrentar las calamidades propias del sistema social que padecemos y que ahora con la crisis más variada y profunda como consecuencia de la pandemia que ha hecho añicos el orden establecido, revela más y más que es infuncional.
16.- No son personas de buenos sentimientos aquellas que, en medio de la tragedia humana que lesiona hoy al mundo con miles de muertos y millones de contagiados, vienen con su cara risueña con noticias catastróficas, informaciones calamitosas, y como si fueran enviados con mensajes nefastos para arruinarnos; destruirnos el alma.
17.- La ocasión manda a mantenernos lo más alejado de quienes están formados para dañar, descalificar y hacer de mensajeros de malos augurios; auspiciar; pronosticar mala suerte y vaticinar lo que ellos desean venga a desaparecernos como especie humana.
18.- Busquemos, tratemos de compartir con personas maravillosas que nos alegren la vida, y solo así vamos a conservarnos fascinados, cautivados por las cosas bonitas que llegan de las manos de seres humanos que motivan el deleite, la delicia de disfrutar con triunfos como los de Albert Pujols y Nelson Cruz, que nos traen estupendo esplendor.