Una mezcla de prisión y de jardín de infancia: esto es el socialismo. El socialismo soviético; escribe Svetlana Alexievich, la premio Nobel 2015 de literatura, en su “Voces de Chernóbil”.
¿Y el cubano? ¿Qué ha sido el socialismo cubano? Pues, un Amanecer en el Trópico en un jardín de infancia de niños malcriados, rodeado de puas y cuidado por un anciano sabihondo que hoy, luego del suicidio de Barba Roja, lee a Darwin y a Dawkins, mientras su también anciano hermano menor le cuida.
Y así va Obama, el mulato histórico del norte, a visitarlos. A los que hicieron un estirado Gulag de la larga isla en forma de caimán. Porque se están ya muriendo y no puede el capitalismo norteamericano dejarse ganar la mano del neocolonialismo español. Nada, lo mismo de siempre.
Y aquí al lado, cerquita, un presidente que se reelige. Que sueña con el Mao-Tse-Tung de su juventud y con la intransigencia de un escritor errático, dogmático y amargado, por no haber podido ni sabido cuando tuvo su oportunidad.
Si, un presidente que se sueña a Chávez, la primera Dictadura con Respaldo Popular de América, pero con cuidado. Pues el infantilismo de Chávez se convirtió, por obra y gracia de la gran gerontocracia cubana, en el absurdo cataclismo de Maduro. El presidente silente que no tiene que explicar nada, pues ya expulsó a la ultraderecha de su coalición y ahora se afianza con la ideal social-democracia, que aquí por nuestros lares, siempre se creyó izquierdista, y se cree que ya ganará solo y usa otros pseudo-izquierdistas solamente como excusa. Por algo apoyó aquel anciano político a Leonel Fernández a ser presidente en el 1996 y no quiso apoyar a este nuestro actual, en el 2000.
Pero así como declararon a Joaquín Balaguer “Padre de la Democracia” dominicana, se pudiera atrever Obama a declarar al Tirano Banderas caribeño “Padre de la Libertad” antillana…total, todo lo que ha hecho es simplemente un maltrecho jardín de infantes. Y nuestro actual ya casi Jefe reelecto, se verá apoyado intelectual y geopolíticamente en su obsesión de continuar hasta donde llegue la Patria; que para el Victoriano de los Angeles Vásquez y Gimenes de José E. García, abarcaba solo unas lomas entre Guazumal y Yásica. ¿Hasta dónde llegarán las lomas de Danilo?, no sabemos, nunca dice.
Quizás el ya casi Jefe solo piensa en el futuro jardín de infancia dominicano.
Ahora trajeron a Leonardo Boff. Del ateísmo marxista- hegeliano a la espiritualidad de Theilhard de Chardin, hoy bajo la forma izquierdizante, aunque ecólogo-militante, del teólogo brasileño. Y vendrá Vargas Llosa a recoger su premio y la bulla no nos dejará ni ver.
Toda una confusión conceptual, pero que se piensa que allanará el camino a un poder infinito de un intento de Dictadura Perfecta, como la de los mariachis, hasta que se convirtió en cocaína y barbarie. Esperemos, sin olvidar que pocas segundas partes, muy pocas, han sido buenas, por no decir viables.
No sé, pero es como veo nuestra actualidad. Aunque sabemos que la ideología política siempre fue un mito, solo sirve para esconder el poder y este a su vez subir escalones ofreciendo y permitiendo espectáculos y consumismo, ah y copiando a los vecinos que primero se pasaron el poder de padre a hijo y luego los de la otra orilla de un hermano a otro; pues van aflorando los familiares a los últimos e inoperantes escalones del poder, aunque si son de mucho espectáculo y consumo. Pero suerte que aún hay consumo, al final de la historia puede que no haya ninguno, como hoy en Venezuela.
¿Y el resto del país? Pues tratando de seguir viviendo una vida anormal que ya se torna normal en muchos aspectos. Pero el conservadurismo intelectual y práctico de la vida dominicana no nos permite ver un más allá.
Solo podemos recordar el pasado a través de las asociaciones que evoca. Y si estas conjunciones las llevamos a futuro podemos actuar en consecuencia.
Los mesías, los salvadores, los pacificadores, los benefactores, los indispensables, todos populistas, tienen como resultado dictaduras, ausencia de libertad, degradación, corrupción, atraso, miseria, ignorancia y despojo de dignidades. Si el ejemplo puede ser Mujica, por qué preferir a Maduro? No nos equivoquemos, el futuro de la reelección se refleja en las asociaciones del pasado; y para aquellos que quieran ver, en algunos cuadros del presente en otras lomas y llanuras. Me parece que por ahí vamos.