Permanecer de pie en medio del camino es muy peligroso; corres el riesgo de ser golpeado por el tráfico que viene de ambos lados. Margaret Thatcher
Este motivador pensamiento nos invita a movernos. A evolucionar y mantenernos en constante crecimiento. El mantenernos estáticos nos lleva a ir muriendo poco a poco a los regalos que segundo tras segundo vamos recibiendo. El mantenernos estáticos, paralizados, nos impide ver más allá de los siguientes metros del camino.
Muchas veces sentimos miedo a movernos por temor a lo desconocido. Nos frena y paraliza el pensar qué podemos encontrar detrás de los siguientes metros.
Debemos confiar en que de ese caminar, de ese avanzar, solo vendrá un crecimiento para nosotros. No necesariamente todo lo que encontremos al movernos es lo que pensamos o deseamos encontrar, pero sí será lo necesario para nuestro crecimiento y madurez. Puede no gustarnos en principio lo que vamos encontrando, pero siempre será para ayudarnos a madurar y crecer.
No temas, siente más miedo de quedarte estático, paralizado, pues la vida se encargará de tragarte por completo y no habrás vivido. No seas como la semilla temerosa que prefiere no ser sembrada por no saber que podría pasarle al ir creciendo. ¡Muévete!
Correr riesgos nos lleva a la evolución, al compromiso de una vida mejor, al crecimiento interior. Descubrir qué hay más allá de mi propio yo. Para esto sería bueno, buscar crecer no solo profesionalmente, sino, crecer en el espíritu. Fomentando y alimentando así esta parte nuestra que nos conecta con nuestra fuente de amor y vida, Dios.
No permitas que las situaciones adversas de la vida te ahoguen, no permitas que te impidan avanzar en el camino. Ponte tus mejores ropas de batalla, éstas son todos los dones y fortalezas que nos regala Dios, y avanza en el camino hacia una vida mejor, viviendo siempre, en el transcurso del camino, una vida buena y una vida de amor.