Y parece que hay vidas que importan menos.

Y parece que hay vidas que son menos dignas.

Y parece que hay vidas que no merecen nuestro llanto y que el duelo se convierte en algo de menor importancia, casi trivial.

Y parece que hay vidas que no requieren banderas a media asta.

Y parece que hay muertes que impactan menos, que indignan menos, que escandalizan menos.

Solo así se explicaría que sigamos con la incógnita de cuántos muertos y cuántas muertas es el saldo de la tragedia ¿La versión oficial? ¿La versión de las personas de la vecindad? Si la versión oficial es cierta, ¿Por qué la negativa de la empresa a entregar la lista de personas laborando ese día? Si la versión oficial es cierta, ¿Por qué se habla de personas desaparecidas? ¿Es tan difícil empadronar a todas las familias que claman por personas no identificadas? ¿Es tan difícil tomar la nómina de la empresa y determinar quien está y quien falta? Digamos que le creemos que no tienen la lista de la empleomanía que laboró ese día, pero tienen la nómina del pasado 30 de noviembre, ¿Desde ahí no podrían hacer el cotejo?

Confieso que por más que lo pienso, no salgo de la nebulosa (quizás igual y tan fuerte como la que produjo el gas); porque, o soy una tonta o los videos que circulan en las redes son evidencia inicial suficiente para que el Ministerio Público intuya que no se siguieron los protocolos de seguridad que un caso como este obligaba. Y que NO HUBO EVACUACION DEL PERSONAL. No le deseo la muerte a nadie, pero no dejo de pensar que si en esta lamentable situación, uno de los que pierde la vida hubiese sido directivo de Polyplas, la manifestación de tristeza, luto y duelo, sería muy diferente… 

Una empresa, que parece muy presta a escribir grandilocuentes documentos para la prensa expresando dolor; pero que, para que gestione el hospedaje de las personas que se quedaron sin techo, ha tenido que intervenir “una comisión” y una exigencia de la Junta de Vecinos, y es luego de esto, que alojan a 47 personas en un hotel, según reseña Ramírez en el periódico Hoy del día 12 de este mes. Es impresionante y habla de una irresponsabilidad empresarial descomunal, que la empresa no haya declarado que se hace financieramente responsable de todo el daño causado y que estén interviniendo fondos públicos para auxiliar a las personas afectadas por la tragedia.

Grandes espacios pagados en los periódicos justificando lo injustificable, rueda de prensa con directivos de punta en blanco, y nada que muestre que al menos hicieron el “allante” de colaborar con la búsqueda; hablando de “lamentable accidente”, a pesar de las evidencias de la falta de previsión e irresponsabilidad con el manejo de sustancias peligrosas. Solo hay que ver el triste video de una joven con  la habitación llena de gas… ¿Le vamos a permitir que se salgan con la suya, como si tal cosa, como si fuese un simple "error" de cálculo? Como si no estuviese evidenciado las condiciones de semi esclavitud de un personal que quería salir porque se estaban asfixiando y no se lo permitían.

Es un cuento de horror increíble. En esta época en que nos hemos llegado a creer que todo el mundo está informado, este caso nos deja saber que es mentira, que la manipulación de la información puede hacer que nos quedemos con las dudas sobre cuántas personas murieron en esta gran tragedia. Que, insisto, no ha merecido banderas a media asta, sino que la Policía Nacional disparara bombas lacrimógenas a dolientes que todavía no sabían nada sobre el paradero de sus familiares y que con preocupación y de forma pacífica buscaban respuestas.

Estoy tan consternada, no logro entender, ni aprehender tanta indolencia, tanta despreocupación, tantas ganas de levantar el “discursito” de que “dan empleos” como si la explotación laboral manifiesta no fuese importante. Es cierto que necesitamos empleos, pero no en condiciones de extrema precariedad; es cierto que necesitamos empleos, pero si usted realmente cree que después de esta tragedia, puede volver a levantar su empresa peligrosa en el mismo lugar, y no trasladarla a un espacio adecuado, quizás no son los que usted ofrece.

Y parece que hay gente que vale más.

Y parece que hay gente que puede, a pesar de la evidencia de mala práctica, descuido, tacañería, angurria, y ese querer ganárselo todo… seguir durmiendo en su casa.

Y parece que hay gente, cuya irresponsabilidad provoca una explosión que acaba con un gran perímetro de un barrio y con la vida de muchas personas, y solo piensan en como “salvarse a sí mismos y su dinero”.

Y parece que hay gente, que ante la evidente responsabilidad en un hecho, puede confiar en que su mejor “estrategia” es continuar evidenciando la carencia de empatía con la humanidad.

Y parece que hay gente que tiene tantos privilegios, que realmente se “creen” personas de “calidad superior”, que ni siquiera tienen que cargar con el peso de sus culpas…

Confiemos en que alguna vez, lograremos un mundo menos injusto, discriminador, explotador y abusivo. Hoy casi me abruma la desesperanza…