Ante una oportunidad histórica
La República Dominicana es Estado Miembro signatario de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)[1] desde el 24 de octubre de 1945.[2] Sin embargo, esta distinción no parece haber sido suficiente para ser elegida como miembro no permanente del Consejo de Seguridad.
En diferentes ocasiones el país ha aspirado. En el mandato del presidente Mejía (2001) y en al menos uno del presidente Fernández (2006) se llevaron a cabo esfuerzos para obtener ese asiento en el Consejo.
Desafortunadamente, estos intentos no lograron que la República Dominicana saliera del grupo de los 60[3] Estados Miembros que nunca han sido elegidos.
Una vez más, este año la República Dominicana lanzó su candidatura ante el Grupo Estados de América Latina y el Caribe (GRULAC) para optar por uno de los asientos de este grupo regional en el Consejo de Seguridad de la ONU.
La ONU está integrada por 193 Estados Miembros y estos a su vez están distribuidos en cinco grupos regionales, tales como África, Asia-Pacifico, Europa del Este, Europa Occidental y Otros, y el que nos concierne, el GRULAC. Este es un grupo de diálogo y concertación,[4] normalmente negocia en bloque los diferentes aspectos temáticos de interés colectivo y sus decisiones no son vinculantes.
Los principales órganos de la ONU son la Asamblea General, Consejo Económico y Social, Consejo de Seguridad, Consejo de Administración Fiduciaria, la Corte Internacional de Justicia y la Secretaría General.[5]
La ONU, máxima organización internacional en el planeta, con siete décadas de existencia sigue siendo el punto de convergencia más influyente para la comunidad internacional edificar consenso y dirimir diferencias amistosamente. Esto tiene aún más importancia para los países en desarrollo.
No obstante, sigue latente una reforma para mayor inclusión en la toma de decisiones y la inminente necesidad de ajustarse a las nuevas realidades que demanda la geopolítica actual. Porque desde la fundación de la ONU las relaciones internacionales han cambiado.[6] Por ejemplo, la matrícula de Estados Miembros ha aumentado, nuevas potencias económicas como Brasil, China y la India han surgido y la Unión Europea se constituyó. Más miembros, existentes y nuevos desafíos enfrentados por una organización que poco ha cambiado desde sus inicios.
Esta situación es notoria en la propia estructura actual del Consejo de Seguridad, en la que sólo hay cinco Miembros Permanentes con derecho al veto. Además, limita a una región de treinta y tres Estados Miembros como el GRULAC a tan sólo dos representantes en su seno.
En lo referente a la reforma, en el año 2005 Kofi Annan, entonces Secretario General de la ONU, en su informe “Un Concepto Más Amplio de la Libertad: Desarrollo, Seguridad y Derechos Humanos para Todos,” plantea que: “El Consejo de Seguridad debe ser ampliamente representativo de las realidades del poder en el mundo actual”.[7] Por lo que no sería una idea descabellada sumarse una vez más a esta voz.
Por ejemplo, llama poderosamente la atención que no existe un Miembro Permanente del continente africano; países como Brasil, India y Sudáfrica no forman parte del Consejo de Seguridad. Asimismo, países como Japón, que aporta el 10.83 %, sólo superado por los Estados Unidos; y Alemania, que también destina el nada menos que el 7.14%, del presupuesto de las operaciones de mantenimiento de paz, tampoco son miembros del Consejo. En realidad, si estos países son socios estratégicos y grandes aliados y donantes para las operaciones de mantenimiento de paz, lo ideal es que deberían serlo en las tomas de decisiones en los órganos de mayor relevancia de la organización también.
Evidentemente, la ONU aún no refleja la correlación de fuerzas del nuevo orden mundial. Por lo tanto, urge un plan de reestructuración de una ONU más dinámica y equitativa. Una institución que refleje a los países desarrollados, y a las potencias emergentes, países en vías de desarrollo, así como pequeños estados insulares en lo que debe de ser una redistribución de responsabilidades en órganos como el Consejo de Seguridad.
El Consejo de Seguridad es uno de los órganos por excelencia de las Naciones Unidas. Tiene propósitos fundamentales que van más allá de mantener paz y la seguridad internacionales; estos son:
- Fomentar relaciones de amistad entre las naciones;
- Cooperar en la solución de problemas internacionales y en el desarrollo del respeto a los derechos humanos; y
- Servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones.
Además, sus decisiones son vinculantes, por lo que los Estados Miembros deben acatar y aplicar sus decisiones.
Este consejo está integrado por quince miembros, cinco de ellos Miembros Permanentes: China, Francia, Federación de Rusia, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y los Estados Unidos de América, en adición a diez no permanentes, posición a la que aspira República Dominicana. En la actualidad Bolivia y Uruguay representan a la región del GRULAC.
Los Miembros no permanentes son elegidos por períodos de dos años, y estos son reemplazados cada cinco años. Por ejemplo, Bolivia terminará su mandato el 1 de enero de 2018, y Uruguay culminará en diciembre de 2017.
El GRULAC está integrado por treinta y tres Estados Miembros, representando el 17% de la matrícula total de la organización. Como ya hemos mencionado anteriormente, solamente dos de ellos tienen asiento en el Consejo de Seguridad, lo que produce elecciones reñidas al menos que haya consenso.
Para ser electo Miembro del Consejo se requiere más de dos tercios de la matrícula total de la ONU. La votación es completamente secreta y puede haber varias rondas de votación antes que un estado salga electo.[8]
Obtener el apoyo dentro de determinado grupo regional a lo interno de la ONU requiere de alta diplomacia, un equipo comprometido y competente, buenas negociaciones y una estrategia que no sólo muestre el interés de la política exterior del país candidato. Esta estrategia debe reflejar el interés de la agenda común de la región o grupo y por supuesto, enarbolar los principios de la Carta de las Naciones Unidas.
En principio el escenario es halagüeño para la candidatura del país. Mas no deja de ser una tarea que implica retos para la diplomacia dominicana que van más allá de romper un récord. El reto es por lo tanto atraer, convencer, liderar y edificar consenso dentro de los demás miembros del grupo. Es trabajar en base a una agenda que refleje la política exterior dominicana en esta fase de candidata y dentro del Consejo, de resultar elegida.
En el contexto de la candidatura, el trabajo de una misión ante la ONU es muy serio e intenso; va desde una simple recepción con Representantes Permanentes hasta la negociación y promoción o patrocinio de un proyecto de resolución.
Lograr el voto favorable del GRULAC significaría que la República Dominicana ha mostrado que cuenta con una sólida agenda de trabajo y que está en condiciones de representar los mejores intereses de Estados Miembros como Argentina, Brasil (MERCOSUR) o San Vicente y las Granadinas (CARICOM) ante el Consejo.
A República Dominicana le convendría una candidatura de consenso. Porque al competir la contienda podría ser férrea y aparecer una ‘tercera opción por consenso’ aupado por otros países grandes de la región.
Además, con una candidatura de consenso se podría evitar situaciones como aquella protagonizada por Venezuela y Guatemala en el 2006. Luego de cuarenta y ocho rondas de votación Venezuela obtuvo once votos y Guatemala cuatro.[9] Ambos estados terminaron ‘cediendo sus aspiraciones por otro candidato’: Panamá. Entró Panamá en escena y recibió 164 votos de la Asamblea General. Si Venezuela o Guatemala hubieran sido candidatos únicos de consenso elegidos por el GRULAC, el resultado pudo haber sido diferente, y esa tiene que ser una de las metas del Estado dominicano.
Finalmente, esta candidatura representa otra oportunidad para que República Dominicana pueda reflexionar sobre cómo reorientar varios ejes de su política doméstica y exterior en el marco de la agenda global.
Varios elementos de la política exterior dominicana pueden influenciar el resultado de la candidatura, entre ellos:
- La ausencia de relaciones diplomáticas con China, Miembro Permanente del Consejo de Seguridad.
- La postura sobre la situación en Venezuela; país del que recibe petróleo, a través de Petrocaribe, bajo condiciones especiales.
- Las relaciones bilaterales con la administración Trump en EEUU, principal socio comercial y aún sin embajador designado en el país.
- La necesidad de fortalecer vínculos diplomáticos con África Subsahariana; y por supuesto, con los vecinos del CARICOM.
- Ejecución de un plan cooperación internacional y desarrollo abarcador dentro del marco de acción de Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Tomar estos elementos en cuenta podría contribuir significativamente a alcanzar resultados más favorables ahora y en futuras candidaturas.
¡La oportunidad está ahí: recursos, visión, diplomacia, buen equipo, agenda de trabajo y buena suerte!
[1] La República Dominicana es uno de los primeros 51 Estados Miembros fundadores de la ONU.
[2] Estados Miembros de la ONU http://www.un.org/es/member-states/index.html#gotoR
[3] http://www.un.org/es/sc/members/notelected.asp Consultado el 24 de julio de 2017.
[4] Ver Grupo América Latina y el Caribe – GRULAC https://www.cancilleria.gov.co/international/multilateral/consensus/latin-america Consultado el 28/07/17.
[5] Principales Órganos de las Naciones Unidas http://www.un.org/es/sections/about-un/main-organs/ Consultado el 24/07/2017
[6] Ver la Resoluciones A/RES/ 47/62 del 10 de febrero de 1993 http://www.cinu.org.mx/onu/reforma_cs/ares47_62.pdf
A/RES/48/26 del 3 de diciembre de 1993 http://www.un.org/documents/ga/res/48/a48r026.htm Consultado el 28/07/17
[7] Un Concepto más amplio de libertad. http://www.un.org/spanish/largerfreedom/summary.html Consultado el 24/07/17. Para más detalles sobre los planes de reforma de Kofi Anan el siguiente informe A/51/950 disponible en http://www.un.org/ga/search/view_doc.asp?symbol=A/51/950 Consultado el 28/07/17
[8] Ver caso de Venezuela y Guatemala en el 2006. http://www.un.org/press/en/2006/ga10528.doc.htm consultado el 25/07/17
[9] Ver más detalles aquí. http://www.un.org/press/en/2006/ga10528.doc.htm Consultada el 25/07/17