Señor presidente Danilo Medina, 660 mil jóvenes no trabajan, no estudian, agregar los desempleados adultos, 75 % de los pocos empleos que se crean son informales, los graduados de las universidades no encuentran empleos. Algunos dicen, “la educación no responde al mercado de trabajo”  pero ¿cuál es el mercado de trabajo? ¿Existe? ¿Quién lo definió?, los centros superiores deben educar con orientaciones provenientes de un plan definido por el Estado, ¿dónde esta el plan?, la educación es un medio que debe servir a un fin, aumentar la producción-empleo, disminuir las desigualdades. El desempeño educativo se deja al mercado, orientado por estudiantes que no saben a donde ir, pero su demanda crea carreras fáciles e inútiles y las universidades satisfacen esa solicitudes, con muy baja calidad, pero  garantizando máximas ganancias.

El desempleo, las desigualdades como causas, la pobreza y la inseguridad pública, como efectos, representan los ejes de mayor importancia a resolver. No obstante con excepción de la Inseguridad, existe poca opinión pública al tratamiento de esos temas, mas esfuerzos se dedica a la problemática con Haití, que a los graves problemas que nos afectan. Entre estos citaremos, pobreza mas del 40 % de la población, clase media empobrecida, 72 % de los campesinos habitando en chozas abandonan sus terrenos que son ocupadas por vecinos haitianos. La delincuencia, criminalidad, prostitución y los sicarios, son indicadores de un embrionario  proceso terrorista que crece exponencialmente socavando esta falsa democracia.

La inserción de mano de obra en el proceso economico esta obstaculizado por: distorsión gubernamental con respecto los recursos y sectores prioritarios a los cuales debe destinarse la inversión publica en búsqueda del desarrollo, aparato productivo altamente restringido, en ocasiones, utilización innecesaria de tecnología de punta que desplaza mano de obra, incremento de la población que desborda la capacidad de absorción del sistema, escasa calificación de la mano de obra y desvinculada de lo requerimientos de la sociedad.

Señor presidente diseñar y ejecutar una política de empleos de forma inmediata es vital para el mantenimiento de la gobernabilidad, la aplicación de esta política requiere un cambio del modelo economico debido a que el actual privilegia  las obras que impulsan el crecimiento físico urbano concentrador del ingreso y de escasa incidencia en la producción- empleo. En el nuevo modelo base de un plan de desarrollo, la inversión publica debe destinarse a obras de infraestructuras económicas y sociales, que complementadas por la iniciativa privada impulsen el crecimiento armónico de la producción, competitividad, exportaciones y empleo en todas las regiones del país. El Estado debe definir tambien las profesiones y especialidades requeridas por los sectores productivos para su mejor desempeño como orientación al currículo del sector educativo

Otros ajustes, la política fiscal debe ser un instrumento de expansion del aparato   productivo además de   incrementar los ingresos gubernamentales, es necesario eliminar impuestos y pasos burocráticos que obstaculizan el establecimiento y desempeño eficaz del sector empresarial, orientado, regulado, y estimulado por las normas establecidas en un plan de desarrollo. La política monetaria y cambiaria debe ajustarse, en la actualidad están  enfocadas a la consecución de otros propósitos que no son en aumento de la producción, productividad, competencia y empleo. Igual para el sistema bancario cuyos préstamos deben enfatizar en la producción. Así como en Funded entendemos que es impostergable la implementación de una agresiva política de empleos como parte de una Estrategia de Reducción de la Pobreza igualmente opinamos que los salarios deben incrementarse para equipararlos con su productividad. Este nuevo modelo comprende únicamente en la vertiente económica,  pero para enfrentar con éxitos el resto de problemas que afectan al país es necesario poner en vigencia un modelo social de mayor alcance que comprenda todas las vertientes del accionar de la sociedad dominicana.