Como todos los días en este país, nacen o surgen hechos sociales, políticos o judiciales, que se van comiendo sin atragantarse con el sazón de la mediatización, a los hechos ¨sin resolver¨ que van quedando detrás heridos por la negligencia y la falta de capacidad de las autoridades indicadas y conocidas. 

Ahora, muchos años después, surge el tema de la Policía Técnica Judicial con el objetivo "aparente" de sustituir este viejo modelo investigativo caracterizado por el "trabajo sucio" de obtener la verdad a como de lugar, aunque para ello haya que buscar "un bate, una funda, una tranca o una bala", lo cual para nadie ha sido un secreto, y es el modelo que, lamentablemente, ha venido resolviendo los casos criminales que a "duras penas" se han podido concluir. 

El 27 del mes de septiembre del año 2004, una vez puesto en ejecución el nuevo Código Procesal Penal, los fiscales que estaban recién nombrados y que recibían "con el cerebro vacio de información" la nueva norma, tuvieron la desdicha de "aprender en el camino plagado de errores" todo lo relativo al nuevo proceso, y ahora se quiere hacer algo parecido y reeditar el mismo cuento desagradable, cuando se trata de "conceptualizar" sobre la Policía Técnica Judicial con miembros de la policía que tienen enquistados en sus neuronas el viejo modelo investigativo, lo que llevaría un tiempo considerable desmontar por dos razones: primero, porque ha sido una conducta aprendida de algunos lustros; y segundo, porque no ha existido al día la hoy "la verdadera voluntad" de crear, antes de poner en ejecución la bendita policía técnica, las condiciones estructurales, científicas y de preparación personal necesarias, para dar un "paso real" a un nuevo órgano investigativo, ya que de lo contrario, lo único que ocurriría en las actuales condiciones de fervor, es que el ministerio público pasará a ser el dueño del "bate, la funda, la tranca, la tranca o la bala". 

El Código Procesal Penal, comenzó a ejecutarse "a la carrera", pudiendo haberse hecho por regiones tal y como lo hicieron en Chile para una mejor y efectiva aplicación, y el mismo trajo consigo la necesidad de crear una Policía Técnica Judicial bajo la dirección del ministerio público no sólo por que dicho código y el Estatuto del Ministerio Público designaba a este último como director de la investigación, sino porque la norma entrañó el salto del "proceso inquisitorio al acusatorio", provocando con esto la obligación del ministerio público de dar cumplimiento al Artículo 16 del texto citado, el cual establece: "Los elementos de prueba sólo tienen valor si son obtenidos e incorporados al proceso conforme a los principios y normas de este código. El incumplimiento de esta norma puede ser invocado en todo estado de causa y provoca la nulidad del acto y sus consecuencias, sin perjuicio de las sanciones previstas por la ley a los autores del hecho". Imagínese usted que, esta poderosa norma, se puso en ejecución sin la preparación tanto del ministerio público como de la policía, y, a 7 años de la aplicación del mismo, pues surge, por una obligación constitucional y orgánica, el trasteo en los medios de comunicación del tema sobre la creación de la Policía Técnica Judicial, sin identificarse que hace tiempo que la conformación de dicho órgano ha sido una necesidad, y no después de la aplicación de la nueva norma, sino antes, tan antes del año 2004, que debió prepararse técnicamente tanto al ministerio público como a la policía y militares y luego dar paso a la nueva normativa procesal penal, pero, como en nuestros país existen tantas contradicciones, y otra de ellas es que a pesar de que a partir del año 2004 el ministerio público el director de la investigación, todavía es el Jefe de la Policía quien da las declaraciones o ruedas de prensa sobre el seguimiento o culminación de los casos penales y es dueña absoluta, junto a los organismos castrenses, de la inteligencia que es igual a decir información depurada. 

Debo aclarar que, a estas alturas, tal y como dice Silvio en su Resumen de Noticias: "No he estado enumerando las manchas en el sol, pues sé que una sola mancha cabe el mundo", sino que trato a como dé lugar de llamar la atención de las autoridades a los fines de que, antes de que el ministerio público tome el control administrativo de una policía técnica, se proceda a la selección de los mejores policías y militares en materia de investigación y honradez, con el objetivo de prepararlos técnica y científicamente a profundidad, creando para ello una Escuela de Formación Investigativa, la cual también realizaría procesos de selección de nuevos investigadores, todo con el apoyo de las agencias internacionales que han tenido las mejores experiencias. 

Este proceso de transformación, debe ir acompañado de la creación de una ley que otorgue protección, seguridades individuales y sociales permanentes a los miembros del ministerio público y del órgano investigativo, no sólo mientras se encuentren en sus funciones, sino cuando cesen en ellas de acuerdo a los requerimientos que se establezcan en dicha ley, disponiendo salarios dignos que se correspondan con los niveles de riesgos que estarán asumiendo dichas autoridades, y que se establezcan las condiciones en dicho texto, sobre la permanencia de los miembros de la Policía Técnica Judicial, con el objetivo de frenar en alguna forma la politización que ha venido afectando la mayoría de nuestros estamentos. 

Daría pena que después de tantos aportes leídos en los medios, no conozcamos a quien habrá de ponerle "el rostro a la voluntad", y "como no cuesta nada mirarse para adentro", citando al trovador nuevamente, espero paciente otra vez, ya que Dios es sobradamente generoso.