En su discurso anual de rendición de cuentas ante la Reunión Conjunta de las cámaras de Senadores y de Diputados, el Presidente de la República, Lic. Danilo Medina, instrumentalizó, de forma engañosa, el tema referente al salario de los agentes que componen la Policía Nacional.

La entusiasta sociedad civil, que después de despertar de un largo sueño navega entre las redes sociales y marcha por las calles del Distrito Nacional, se solidarizó con la justa jornada de lucha que en reclamo de salarios y condiciones de trabajo dignos llevan a cabo muchos oficiales retirados y familiares  de los policías activos. 

Consciente del amplio respaldo popular con que cuenta la referida demanda, el presidente Medina anunció un sustancioso incremento salarial a los agentes policiales, el cual, por supuesto, fue recibido con beneplácito por la ciudadanía. Sin embargo, se trató de un fugaz punto luminoso del discurso, que debe ser aclarado para una mejor orientación de la opinión pública.

En ese sentido, después de introducir el tema como si se tratara de la solución al grave problema de la inseguridad ciudadana, el presidente Medina prometió que dos días después, es decir el primero de marzo, el gobierno entregaría a los agentes “un pago adicional de acuerdo a la función realizada y el nivel de riesgo correspondiente al personal con funciones operativas dentro de la PN”. Ese día, precisamente, los agentes policiales, después de un largo retraso, cobraron sus remuneraciones correspondientes al mes de febrero.

Seguido por los aplausos de los presentes, a manera de ilustración, el presidente anunció que: a) un Raso que fuera Agente de Patrulla, pasaría de un salario de RD$7,000.00 a uno de RD$16,150.00, lo que representaría un aumento de un 13 por ciento;  b) un Capitán, Supervisor de Zona, de un salario de RD$17,500.00 a RD$36,000.00; y c) un Comandante de Departamento con Rango de Coronel, tendría un salario de RD$79,325.00. Es decir, que los beneficiarios tendrían un aumento de más de un 100% de su salario actual.

No obstante, para sorpresa de todos, 48 horas después del discurso del presidente Medina, el director de la Policía Nacional, mayor general Nelson Peguero Paredes, aclaró, contrario a lo prometido por el presidente Medina, que el aumento fue de un 45 por ciento para raso, cabo y sargento, un 20 para sargento mayor, primer teniente y capitán, un 15 para mayor y teniente coronel, un 25 para coronel y un 10 para general. Por lo tanto, un raso ganará RD$10,150.00, un cabo RD$11,600.00, un sargento RD$13,050.00, un sargento mayor RD14,300.00, un segundo teniente RD$15,600.00, un primer teniente RD$18,001.00, un capitán RD$21,000.00, un mayor RD$22,426.00, un teniente coronel RD$25,875.00, un coronel 29,375.00 y un general RD$41,030.00.

Para quienes la engañosa promesa no constituyó ninguna sorpresa fue, precisamente, para los policías, quienes desde hacía varios meses conocían los reales porcentajes del pírrico aumento. 

Mientras tanto: 1) ya pocos recuerdan el discurso engañoso del presidente y sus falsas expectativas, 2) los policías continúan siendo los peores pagados de la región, 3) los jóvenes, empujados por el abandono del Estado, siguen cayendo en los brazos del crimen, 4) las ciudades cada vez son más inseguras, y 5) paradójicamente, el pueblo se empobrece y la economía crece, crece y crece.