El proyecto de estudio de una psicología cultural de las imágenes nació con las investigaciones del historiador Aby Warburg, sobre las imágenes de la antigüedad y del renacimiento. Alrededor de este curioso investigador e historiador de la cultura simbólica y el arte visionario estuvieron algunos historiadores austriacos, alemanes e ingleses  que se dedicaron a construir una nueva historia del arte y de las imágenes. (Ver, sus obras: El renacimiento del paganismo: aportaciones a la historia cultural del Renacimiento europeo, Ed.Alianza, Madrid, 2005; El ritual de la serpiente, Madrid, Sexto Piso, 2008;  Atlas. Mnemosyne, Eds. Akal, Madrid, 2010),

Fundamentado en la historia de los símbolos, la historia de las imágenes simbólicas, la arqueología del mundo clásico greco-romano y del lejano Oriente, así como en la astrología, la filosofía, la numismática y la paleografía, Aby Warburg (1866-1929), reunió un archivo de más de un millar de fichas de investigación y trabajó sobre la historia del arte y la cultura de Occidente y América. Su archivo de miles de fichas y apuntes junto a su Biblioteca Humanística Warburg, de más de cien mil libros acumulados representa hoy una fuente de estudios para los nuevos historiadores del arte, la cultura y los símbolos. Su amplio archivo fue el resultado de muchos viajes y lecturas en bibliotecas públicas y privadas creando así una biblioteca donde se investigaba (y se sigue investigando en la actualidad a profundidad), el campo crítico-histórico e iconográfico de las imágenes artísticas, sus diversas formas y tipologías.

Esto dio lugar a que este investigador invirtiera una fortuna en compras de libros, documentos, álbumes, colecciones de fotografía y objetos de arte, creando así una biblioteca humanística que, desde aquel entonces ha sido utilizada en sus diversos renglones en el marco del conocimiento de la historia del arte y la psicología profunda de las imágenes. (Véase en este sentido, el importante libro de Georges Didi-Huberman: La imagen superviviente. Historia del Arte y tiempo de los fantasmas según Aby Warburg, Ed. Abada, Madrid, 2009).

Estudiar desde la psicología profunda de las imágenes los mundos imaginarios y simbólicos significó, para la escuela formada por Warburg, un proyecto de trabajo referido al orden cultural, artístico, alegórico y mitológico, así como de los demás estratos constitutivos de la obra de arte. Esta travesía del conocimiento artístico-cultural puesta en marcha como investigación por este historiador busca en lo profundo de las formas alegóricas y simbólicas las unidades y fragmentos de la cultura europea y principalmente paleo-europea.

Esto significa que en la base de toda la historia y de toda geografía del arte encontramos núcleos de saberes y también núcleos de representaciones que revelan el uso de los lenguajes simbólicos y artísticos. Este historiador del arte y mitógrafo fue también un viajero que hacia trabajos de campo en países europeos y en pueblos indígenas de América, persiguiendo imágenes y conociendo sistemas de representación donde la formación artística y cultural se revelaba (se revela) como espacio y valor en función de lo imaginario y lo artístico.

Aquejado y atravesado por una enfermedad mental Aby Warburg es internado en un hospital psiquiátrico en Suiza  y fue sometido a rigurosos tratamientos en la clínica de Ludwig Binswanger. Desde allí analizó las imágenes creadas por enfermos de psicosis y esquizofrenia integrando el conocimiento del arte esquizoide al estudio de las imágenes artísticas.

El aporte fundamental de Aby Warburg (su Biblioteca de Estudios Culturales Warburg) ha servido de base para el desarrollo posterior de un método de estudio sostenido por seguidores, estudiosos de las imágenes clásicas y renacentistas, pero también de las creaciones y representaciones simbólicas del alto y bajo renacimiento.( E. Wind, F. Saxl, E. Panofsky, E.  Gombrich, R. Wittkower).

Para fines de interpretar la cultura y la poética de las imágenes culturales se debe establecer un cuerpo o corpus de imágenes que, en base al criterio semiótico-simbólico de elección, nos proporcione una imagen-tiempo y una imagen-movimiento (Deleuze 1994 y 1996), cuyas estructuras y funciones antropológicas revelen mundos sociales, artísticos y culturales determinados.

La construcción de dichas imágenes conduce a un entendimiento de los ejes y límites o ejes y alcances de estos espacios de creación, que tienen su apoyo en contenidos socio-culturales  diversos. De ahí que cada imagen cultural establecida y seleccionada implique niveles de representación, de interpretación y composición de formas y contenidos socio-semióticos.

Las imágenes culturales se explican, en este sentido,  a partir de antropologías visuales que se apoyan desde varios métodos en los siguientes conceptos o ejes conceptuales:

  1. Mundo abierto
  2. Mundo cerrado
  3. Estrategias enunciativas
  4. Ejes de percepción
  5. Ejes de emisión
  6. Base interpretativa
  7. Base comprensiva
  8. Ejes textuales
  9. Eje modal
  10. Cualidad expresiva
  11. Cualidad formal
  12. Centro de imagen
  13. Borde de imagen
  14. Lectura estética interna
  15. Lectura estética externa

A partir de dicha conceptualización la exploración direccional de la obra de arte, así como toda poética implícita de las imágenes culturales sobreviven mediante núcleos en movimiento y significados temático-formales. Los mismos dependen de niveles específicos de composición, contexto, dirección y efectuación socio-cultural.

La obra histórico-simbólica de Warburg es, en este sentido, un aporte a los nuevos estudios históricos y a las humanidades artísticas, tal y como lo ha puesto de manifiesto E.H. Gombrich en su obra Aby Warburg. Una biografía intelectual, Ed. Alianza Forma, Madrid, 1992).