A Roque Dalton: poeta, bohemio y guerrillero.

“Aída fusilemos la noche y la terrible miseria colectiva. Aquí tenemos estas cuatro manos y tenemos mi voz. Nos respaldan tus ojos y tu suave manera de ir queriéndome…

Praga 1965. Redacción de la Revista Cuestiones de la Paz y el Socialismo. Calle: Thákurova 676/3.

El infortunio era un espectro del ayer y el fantasma rebelde del poeta se resistía en abandonar el fervor del verso. ¿Para qué debe servir la poesía revolucionaria?, ¿para hacer poetas o para hacer la revolución?, se preguntaba el poeta.

El “compromiso” es la vicisitud del artista, el arte es la herramienta y el combate. ¿Cómo soslayar tan necias definiciones?

POeta Roque Dalton

Praga siempre ha sido el sitio de exilio para los que no pueden regresar. El Poeta se escabullía de la redacción para consumirse en la efervescente espuma de la Prazdroj y de las cervezas negras. En las tabernas y en otros lugares de Praga, escribía: “¿Cómo pudisteis cantar infamemente a las abstractas rosas y a la luna bruñida, cuando se caminaba paralelamente al litoral del hambre y se sentía el alma sepultada bajo un volcán de látigos y cárceles, de patrones borrachos y gangrenas y oscuros desperdicios de vida sin estrellas?… Ay poetas que os olvidasteis del hombre, que os olvidasteis de lo que duelen los calcetines rotos, que os olvidasteis del final de los meses de los inquilinos, que os olvidasteis del proletario que se quedó en una esquina con un bostezo eterno inacabado, lleno de balas y sin sangre, lleno de hormigas y definitivamente sin pan… ay poetas ¡cómo duelen vuestras estaturas inútiles!”

Después de su fuga de la cárcel Cojutepeque la CIA perdió el rastro del Poeta. El partido comunista salvadoreño lo envió a Praga a la redacción de la Revista Cuestiones de la Paz y el Socialismo para ocultarlo por un tiempo. El poeta permaneció en la Revista hasta el 1967, cuando decidió abandonar las filas partidarias por diferencias estratégicas. El partido comunista del Salvador optó insertarse al proceso político por la vía electoral y el poeta consternado por la muerte del Che” estaba convencido que el único sendero para la liberación de los pueblos oprimidos era a través de la lucha armada.

En Praga la existencia era inerte, congojada; y que al final desembocaba en las pasiones de la vida dionisíaca y en la sensualidad báquica del lúpulo fermentado. El poeta desenterraba algunas reminiscencias de su pasado que trazaron su percepción del mundo. Primero el encuentro con el muralista Diego Rivera, cuando éste le preguntó:

― ¿Cuántos años tienes?

    ―Dieciocho.

    ― ¿Has leído algún libro de Marx?

    ―No.

    ―Entonces tienes dieciocho años de ser un imbécil.

Y segundo cuando Ernesto Che” Guevara en 1963, le dijo: En el estado Burgués, que se debían agotar las vías pacíficas primero, para legitimar la lucha armada y recabar apoyos de las masas populares, que son nuestro apoyo y retaguardia y que, sin su convencimiento de la necesidad de revolución, estaríamos avocados al fracaso, ya que la revolución es del pueblo y para el pueblo.”

Mientras, el poeta escribía el credo al Che” situándolo en la línea mística del Cristo de América, recogía sus pocas cosas y las ponía en el morral. El poeta dejó lo bohemio en Bohemia y se marchó para ser guerrillero. Emprendió un largo viaje hacia las tierras calientes y húmedas sembradas de estrellas en el cielo, donde los unicornios viven en cautiverio.

El Salvador 1975.

Llegó allí, al silencio de la selva, a la taciturna voz del viento como la de los pueblos callados.  Allí, al inhóspito lugar donde los poemas ya no nacen de la pluma, sino de las ráfagas y de los geranios asperjados por la sangre. Una noche, el poeta vio, a lo lejos en lo alto del monte, un unicornio libre. Mutuamente se miraron y el poeta sagaz lo comprendió. De esta ya no habrá más escabullidas como de las furias de las recién paridas y de los numerosos maridos sedientos de venganza o como del escape de la cárcel de Cojutepeque gracias a un oportuno terremoto.

Poeta recóndito y jodón, preferiste tomarte el pelo a tomarte en serio. Ni la grandilocuencia de la solemnidad de tus poesías te salvaron de las balas de tus propios camaradas de guerrillas. La ignorancia proletaria te condenó a muerte por ser pequeño burgués, cristiano, comunistas y poeta.

…Nos respaldan tus ojos y tu suave manera de ir queriéndome. Nos respalda esa sangre proyectada Hasta el cuerpo del hijo. Nos respalda esta atmósfera, este pan cotidiano y estas cuatro paredes que tutelan los besos. Rompamos Aída esta tormenta amarga. Hay que construir pañuelos con luceros para secar las lágrimas del hombre. Hay que llevar al niño a su música antigua. Hay que volver a fabricar muñecas y hay que sembrar maíz en las ciudades. Hay que dinamitar los rascacielos y dar lugar para que ascienda el trigo. Hay que hacer instrumentos de labranza con los buses urbanos. Aída, fusilemos la noche y esa horrible bandera. Aída fusilemos la noche y los negros cañones y las bombas atómicas; Fusilemos el odio y la terrible miseria colectiva.”  (Roque Dalton).

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Nota: Los responsables del asesinato de Roque Dalton fueron Joaquín Villalobos, Alejandro Rivas Mira, Jorge Meléndez, Vladimir Rogel, Alberto Sandoval, al igual que Roque Dalton todos miembros del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Jorge Meléndez, fue funcionario en la Dirección General de la Protección Civil del gobierno salvadoreño de Mauricio Funes (2009-2014).  Joaquín Villalobos fue asesor en temas de movimiento social para varios gobiernos de derecha en Latino América, como el gobierno de Álvaro Uribe (2002-2010) en Colombia.

Roque Dalton fue asesinado por sus compañeros de armas, quienes lo acusaron de revisionista, pequeño burgués y agente de la CIA. En la actualidad los asesinos del poeta son los asesores de los gobiernos de derecha en América Latina.  Nunca han sido juzgados por el crimen.