Paola Valverde Alier, nació en Costa Rica en 1984, es poeta y gestora cultural. Es la Productora General del Festival Internacional de Poesía de Costa Rica. A finales del 2010, publicó su libro de poesía La quinta esquina del cuadrilátero, En el año 2015 su libro Bartender obtuvo la Mención de Honor en el Premio Nacional de Poesía Aquileo J. Echeverría de Costa Rica. En el 2017 publicó Las Direcciones Estelares y Nocaut. Su poesía ha sido traducida al portugués e italiano y seleccionada en diversas antologías. Es graduada en Relaciones Públicas, y en Comunicación y Mercadeo de la Universidad Latina de Costa Rica. Nuestro interés en esta poeta que ha sido empresaria exitosa. Actualmente es propietaria junto a su esposo, el poeta hondureño Dennis Ávila, del bar, restaurante y teatro mágico: El Lobo Estepario, proyecto artístico ubicado en el corazón de San José; pero eso no es todo: Antes del Lobo, hubo Rayuela, que fue un intento de un lugar donde los poetas se reunieran, y además, se asoció a una hermana y tiene un negocio muy interesante: Hospital Express en el 2012, que brinda servicios de salud, y vende y alquila equipos médicos para los pacientes que requieren atención domiciliaría. Algo que aquí las enfermeras nunca han intentado. Cosas así es la que la Asociación Médica debería impulsar, en vez de huelgas impopulares.
Señalamos por los títulos de dos de sus libros: La quinta esquina del cuadrilátero y Nocaut su interés en el boxeo, un mundo tan masculino y tan antipoético al parecer. Todo esto, a pesar de su vida pequeñoburguesa, denota que estamos ante un ser humano diferente, espléndido y audaz. Su poesía nos ha interesado vivamente por su coraje y su sinceridad lacerante.
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Poemas de Paola Valverde Alert
La mujer impar
Porque soy una mujer impar
calzo el número
de las cerraduras prohibidas
desato mi cabello en plena lluvia
y odio el azúcar en el café
Me maquillo a solas para bailar conmigo
detengo las horas y los caminos
canto el silencio de las concubinas
soy su placer
Reconozco la desnudez en las palabras
orgasmo con ellas
me postro ante ellas
con la ansiedad de las sillas vacías
en las esquinas
Soy impar cuando amanezco
o lloro
el orden sería distinto
si no supiera ignorar las reglas
Por eso revivo la memoria de los hundidos
soy ese barco
no exijo salvación
mucho menos naufragios
Prefiero el agua caliente
para culminar con frío
y así sentirlo todo
en la corta eternidad de los peces
que andan de un lado a otro
como si a la primera
viajaran por última vez
Retrato de adolescencia
Queda poco vino en la despensa
mucha esperma en las candelas
Tu piel al canasto
de las rosas
y yo como perra
debajo del temporal
Mírame
date la vuelta de una vez por todas
clávame otra espina
un milagro de dinosaurios
que renace
sobre el plexo lunar de tu sonrisa
Vengo mamando las palabras
el aroma a pan
a pan con tinta y azufre
cuando estalla el sexo
Luego el firmamento
puesto a secar
como si los pétalos fueran frágiles
y yo no me perdiera
al inicio del libro
Mis pies se llenan de insectos
y sí
me declaro pecadora en ti
Aún no llego a tu fondo
falta el grillo en la espalda
el oscuro pronóstico de la madrugadas
tu voz mordida a la par de las manzanas
y esta necesidad enferma
de quererte tocar
hasta en las fotografías
Perra de Pavlov
Mi nombre de combate
es Perra de Pavlov
Seré campeona
cuando las peleas
dejen de estar arregladas
por el destino
En mis puños cerrados vive
una piedra
abiertos
una mariposa
Vuelan de cualquier manera
Comprende
no te puedo amar
Juego de piernas
Danzo como la mariposa y pico como la avispa
Muhammad Alí
Recuerdo haber mordido
la flor de las avispas
Zaire encima de los cordeles
donde solo la sangre
y la poesía
Mobutu sacude
al pueblo
mis pies rugen
la audición del Bolshói
África reclama
el tapiz de esta lona
resbala el elefante
contra las cuerdas
En mis pesadillas corro
Foreman persigue mi boca
quiere arrancarme los pétalos
Las chicas buenas se van a dormir temprano
Las chicas buenas
supieron despojarse
de las malas costumbres:
no hablan con la boca llena
ni se sientan con las piernas abiertas.
Guardan el sufrimiento
detrás de una sonrisa
reservan las opiniones encontradas
para la intimidad del espejo
y nunca hablan de más.
Andan la falda
por debajo de las rodillas
y utilizan prendas sobrias
que realzan su elegancia.
Saben hacerse desear
pero no desean.
Cuando van a un bar
sus cervezas se calientan sobre la mesa.
Callan las cosquillas de su sexo
invocando blancos pensamientos
y hacen cualquier cosa por borrar
la posibilidad de un beso
en toda primera cita.
Las chicas buenas
no se mezclan con las chicas locas
desertan la escena
cada vez que alguna roza
la cuerda floja de su cordura.
Prefieren irse a dormir temprano
dejando el alma colgada
en el cerco eléctrico de las emociones.
Bartender
Intercambio un pulso con el cansancio
mientras la vida baraja
el inventario de los hombres solitarios
y mujeres en busca de otra historia.
Recojo botellas, pongo cenizas en su lugar.
Limpio la barra
y ese chico repite teorías incongruentes.
Las madrugadas son largas
la poesía no existe
todos perdieron su hemisferio.
A veces dejan propina
otras, una amarga sensación de torpeza.
Soy su bartender
mucho más
que una sonrisa
amable
que vende.
Aquellas pequeñas cosas
Mamá siempre decía:
¿cómo una canción tan bonita puede durar tan poco?
Felipe Granados
El día que te fuiste
matamos la poesía en el bar.
Fue un miércoles desastroso
y lleno de botellas.
Sonaba concurridamente
la voz de Serrat.
Poníamos cervezas a tu nombre
como si el hecho de nombrarte
fuera suficiente para mitigar el dolor.
Horas más tarde estábamos en una iglesia
esperando que todo pasara rápido.
Nos abrazamos y estuvimos de acuerdo
en que pararan los rezos
para dar cabida a tu hermano mariachi
del que siempre nos hablabas
y te sentías orgulloso.
Eso fue la muerte: un cortocircuito
un cable de alto voltaje
a punto de caernos encima.
Tu mamá siempre decía eso
de Aquellas pequeñas cosas
y el mundo a tu lado fue bonito
pero nos duró tan poco.
La foto