Tu nos ha dado un espacio de reposo
de temor, apatía y clamor infundado;
en medio del pavor nos distancia,
revirtiendo lo social y humano a salto solitario
¡Oh individualismo desposeído de maraña solidaria,
cual entorno social depara vil costumbre!
Incrédula mutación en humano ser
que parece no ser en el tiempo,
todo tiempo, promesa vana hubo de ser
y continuaron hombres cabalgando montura
en el social infierno de la vida.
Entonces, ¡oh vil miedoso pandemial clamor
sin vida, ni ruido, sólo sordera!
Nada nos traerá que no fuera desigualdad
en los espacios tristes de menuda existencia,
otros sonrientes ante el jolgorio de los inocentes
atesorado en parada los arrebatados engaños
Penas y más penas en su irónica decepción
porque igual en el tiempo pasará,
tal aquellos días lúgubres del cañón
volverá el olvido, olvido de los tiempos
donde el tronar de la angustiosa vida
siguio su trágico destino,
destino injusto e imperial del portento social
Impuso el cruel camino de hierro y voluntad
con marcha triunfal de principado ancestral
donde ni el fatal virus
posó sus garras de alacrán
dejando marcado con sañas
los abandonados de la tierra
en una vergonzosa queja vestida de bolsa
en manos que apuran su nocturna entrega
a los desposeídos de la bendita tierra.