El término poder, en la forma expuesta por Nicolás Maquiavelo en su obra cumbre “El Príncipe” (Florencia, 1513), constituye el marco filosófico-práctico, que guía las ejecutorias de los tomadores de decisiones, para gobernar a sus pueblos. En dicha obra, el autor afirma que “Que tanto con las acciones buenas con las malas, habrá quejas o se gana el odio. Y, si para mantener el poder debe ser perverso, lo será, ya que las buena acciones si son contrarias a los grupos corrompidos que lo apoyan, es mejor complacerlos”. O sea, el fin justifica los medios y el poder es para utilizarlo.

Siendo Maquiavelo un filósofo y teórico político, su obra “El Príncipe” da pie a que puede ser interpretada “al revés o al derecho”, es decir en lo positivo o negativo, bueno o malo, constructivo o destructivo. Esta obra, deja espacio al debate y por más de 5 siglos de haber sido escrita, aún sigue siendo material de discusión, donde todos podemos “equivocarnos” o tener la “razón” en su interpretación, conforme a la conveniencia del momento y la posición, según convenga a sus intereses. En realidad, es una obra maestra para a la posteridad. Como ejemplo, citamos lo expresado por Maquiavelo a un crítico de la época:

"desde hace un tiempo a esta parte, yo no digo nunca lo que creo, ni creo nunca lo que digo, y si se me escapa alguna verdad de vez en cuando, la escondo entre tantas mentiras, que es difícil reconocerla” (carta a Francesco Guicciardini, mayo de 1521)”.

Dicho mensaje, coincide con el postulado Maquiavélico de que “una mentira repetida mil veces, se convierte en verdad y que utilizó Adolf Hitler oprobiosamente, en detrimento de la humanidad.

En la actualidad, El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y sus líderes, utilizan y aplican “El Príncipe” de Maquiavelo, con notables éxitos electorales, a pesar de las insatisfacciones sociales, siendo la delincuencia y la criminalidad, resultados directos del modelo de gobierno.

Pero el presidente Danilo Medina, con su declaración, que para optar a la reelección, había que “echar los escrúpulos en un zafacón” y “comerse un tiburón podrido”, sobrepasa y desborda las prácticas del poder, consignadas en “El Príncipe” de Maquiavelo, porque en sus afirmaciones -para mantener el poder-, no ha guardado la debida apariencia  y respecto, frente a un pueblo que lo observa y que sus prácticas no pasan desapercibidas, ya que se producen en la “Era de la Comunicación” y no en la Era del Renacimiento (1300-1600) y porque no decir, del obvio oscurantismo de la época, debido a las limitaciones para la difusión de los mensajes.

Pero la referencia al “El Príncipe” de Maquiavelo con relación al poder político, no es para exaltar o desmeritar su obra tan vigente en la actualidad, sino como referente para resaltar, que en los tiempos modernos, era de la comunicación, las aserciones contenidas en dicha obra, premeditadamente, medios de comunicación, periodistas, analistas, empresarios y otros, alimentan el “ego” del principe, acuñando expresiones de adulonería, lisonjas, tumba polvo, limpia saco y lambonas. Dichas expresiones tales como: “el príncipe lo puede todo”, “el príncipe es como un Dios en la tierra”, “no se metan con el príncipe”, etc.

Ese estilo de comunicación, suele hacerse por miedo al príncipe o para obtener dádivas, contratos, anuncios, designaciones. Anteriormente, esa era una función del llamado anillo palaciego o de los pica-picas, pero ahora en un modo operandis generalizado, para obtener ventajas económicas, justificando las acciones buenas o malas del príncipe, lo cual es penoso, deprimente e indigno.

Entonces, ese estilo de comunicación de adulación, sólo persigue la perpetuación del poder para mantener privilegios, con el príncipe que esté de turno. La justificada necesidad de informar a la población, es mezclada con las expresiones citadas. Naturalmente, el príncipe de ocasión alimenta ese proceder, por algo invierte miles de millones de pesos anualmente para comprar esa y otras propagandas. Desde luego, ese parte no fue tomada en cuenta por Nicolás Maquiavelo, en su obra “El Príncipe”: los medios de comunicación al servicio del príncipe!!!