Los datos del flujo turístico del Banco Central indican una disminución de -0.5% en el total de extranjeros no residentes que han visitado al país durante los primeros siete meses del año. Esta tasa de crecimiento negativa es la más baja desde el año 2009 para el período enero-julio, cuando fue -3.21%, evento que fue seguido por nueve años de constantes aumentos en las visitas y resultados positivos en otras variables claves del sector: incorporar unas 15,000 habitaciones y al mismo tiempo subir la tasa de ocupación de 66 a 78%; duplicar los ingresos estimados a la economía por turismo y contar como nuevos trabajadores en el sector unas 140 mil personas más.

En la reducción del flujo de visitas, el Banco Central atribuye gran importancia a la difusión masiva de noticias negativas sobre la seguridad de los turistas en el país, que califica como campaña mediática.  Recibimos unos 90 mil extranjeros menos en julio de este año, la mayoría compatriotas de quienes estuvieron involucrados en un caso de asalto físico y unos tres o cuatro eventos de muertes misteriosas con diferencias de días. Destinos como Punta Cana, con cuatro años previos de ocupación en el mes de julio superior al 90%, reduce ese porcentaje a 75%. No es descartable que gran parte de esos estadounidenses optaran por destinos consideran con playas menos bonitas, pero más seguros, o vacacionar internamente aceptando la oferta de uno de los cientos de miles de atracciones abiertas durante el verano en ese país.  ¿Y cuándo venga el crudo invierno? ¿Van a preferir esquiar a surfear, practicar danza de esquimales en Alaska o bachata en Punta Cana?

No tengo información. Si los hoteleros tienen datos de una lúgubre perspectiva de ocupación para el invierno, hacen bien en no compartirlos con notas de prensa o comunicados alarmistas. Como accionistas que han invertido su patrimonio y tienen préstamos de importancia, sus esfuerzos están concentrados en buscar medidas cambien esa proyección.  Los dueños o la administración que contratan están obligados a presentar planes para generar recursos permitan pagar dividendos/acumular utilidades y estar al día con obligaciones de crédito. El morbo pesimista que lo alimenten opiniones serias donde no se presta atención a recomendaciones o, lo más frecuente, con las elucubraciones al por mayor de diletantes.

Con las autoridades sí están obligadas a compartir las causas de las cancelaciones y las perspectivas para los próximos meses.  Los hoteleros tienen un excelente sistema de seguridad en el espacio que es su responsabilidad primaria: los metros cuadrados que son de su propiedad. El 91% de los extranjeros no residentes nos visitan para recreación y el 81% utilizan como alojamiento los hoteles. Sin un “plan nacional transversal holístico inclusivo de seguridad al interior de los hoteles”, las posibilidades de ser víctima de un homicidio dentro de un resort han sido similares a la de hacer un hoyo en uno en un torneo de golf. Así como barco parado no da flete, hoteleros saben que cuarto vacío no da billetes y que estén ocupadas depende de su esfuerzo individual en crear el ambiente más seguro que permita sus posibilidades.

Cuando el turista pone un pie afuera, la protección es de la seguridad pública y se enfrenta a las mismas probabilidades de los nacionales de ser víctima de asaltos violentos donde pueden perder la vida.  El trabajo grande está en reducir drásticamente esos eventos. Acabar con la rabiosa delincuencia no es tan simple como “dar más recursos, subir sueldos”. Abandonemos ya la famosa búsqueda del “salario público filosofal” que creemos puede convertir a un delincuente uniformado en un super policía o a un juez corrupto en árbitro ético.  Tampoco es volver a multiplicar retenes con fuerzas mixtas, porque ni el turista ni el local se siente bien con un Estado de Sitio. El tiempo apremia. Es un suicidio depender, o dar tanta importancia, a comparaciones autocomplacientes de que aquí matan menos que en otros lados y a campaña mediática positiva puede causar disparo por la culata. Los mejores deseos de éxitos en las iniciativas permitan revertir el julio negro.