Para comprender los conflictos de intereses, como los afines al director de Aduanas, señor Fernando Fernández, versus el Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), es recomendable hacer un ejercicio muy sencillo; y el más letrado o iletrado lo entenderá. Es el viejo método socrático (usado por el filósofo ateniense Sócrates) que consiste en hacerse o hacer preguntas para que la verdad salga a flote. Las preguntas serían estas: ¿Quién defiende los intereses del pueblo o del Estado, Fernando Fernández o el CONEP?
¿A quién beneficia una modificación a la Ley de Adunas? ¿Alguna vez los empresarios dominicanos se han involucrado en un proyecto para beneficiar al pueblo? Recordemos el golpe de Estado a Juan Bosch para apoderarse de las empresas estatales y ahora los 25 mil millones de pesos que gasta el gobierno de Danilo Medina en la subvención de combustibles para favorecer a las empresas más poderosas. Pero como dice el poeta Pablo Mckinni, los miembros del “club de los pendejos” compramos los combustibles más caros del mundo: La clase media consumidora no aguanta más impuestos.
¿Según las últimas experiencias, como la discusión del aumento salarial, cuál fue el comportamiento de los empresarios? La respuesta es que humillaron a los representantes de los sindicatos que participaron en las discusiones y abusaron de los desamparados empleados del sector privado aumentando un mísero 14%. Ahora su objetivo es hacerse aprobar un proyecto que modifica la Ley de Adunas que solo lo beneficia a ellos, pero destruye la Dirección General de Aduanas (DGA) dejando sin empleos a más de cinco mil personas.
¿Por qué el CONEP no critica a la ministra de Trabajo, Maritza Hernández, y quiere destruir al director de la DGA? Muy simple. Fernández asumió una posición de dignidad, valentía y no permitió la destrucción de Aduanas para favorecer a un sector determinado. Hernández actuó con irresponsabilidad, cobardía, sumisión y en vez de proteger los indefensos empleados se fue del lado de los poderosos patrones. Claro está que defender los débiles no deja beneficio y genera problemas con los poderosos.
¿Es Reinaldo corrupto?
Contrario a los empresarios dominicanos que sólo creen en sus beneficios sin importar que el país caiga en el abismo, sobre los senadores Reinaldo Pared Pérez y Charlie Mariotti, creo que hay un malentendido. Algunos medios han tergiversado la información insinuando que ellos “negociaron” con el CONEP el proyecto de ley de Aduanas. No. Hasta ahora ese no ha sido el accionar de estos legisladores. Por el contario, he sido testigo que Pared Pérez y Mariotti han frenado a colegas suyos que su comportamiento no ha sido apegado a la ética.
Si no ha ocurrido al momento de ser publicado este artículo, es cuestión de horas que todo se aclare entre el director de Aduanas y los dos legisladores. Los tres son cercanos al presidente Danilo Medina e importantes dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Fernando Fernández es del círculo íntimo de Medina y desde hace mucho tiempo ha sido su asistente especial. Fernández despacha diario con el Presidente y lo mantiene al tanto de todo, incluyendo, por supuesto, que la nueva ley de Aduanas la destruiría.