Desde que la humanidad paso de la vida nómada a la vida sedentaria (desde la vida errante basada en la casa y la pesca a el establecimiento en lugares fijos donde se producen los bienes para la subsistencia y crean comunidades o aldeas), los seres humanos fueron adquiriendo comportamientos, en términos de su estilo de vida y de acuerdo con la actividad de producción para la subsistencia que realizaban iban desarrollando formas diferentes en su vida cotidiana.

Así se van estableciendo diferencias entre los que cultivaban las tierras y los que criaban animales (agricultores y pastores), que en otras palabras se ha llegado a denominar la primera gran división social del trabajo. Pero más adelante, en la medida que se va diversificando la producción, también se van dando determinados comportamientos en términos de las jornadas de trabajo, ciclos de producción y cambios en la producción.

Se va estableciendo diferencias entre los que producen bienes alimenticios de ciclo corto y los de ciclos de producción más largos, términos de tiempos de siembra y cosecha. En el caso de la República Dominicana, es diferente el comportamiento de los productores de caña de azúcar, los productores de ganado, los productores de cacao, café y de los denominados frutos menores: Arroz, plátano, yuca, batata, maíz, vegetales, frutas.

En el caso de los productores de cacao y café el hecho de que las cosechas se producen una vez al año, hace que el productor se comporte en una dinámica que no se ve motivada a realizar cambios tanto en los cultivos y  en las variedades de las plantaciones de esos rubros.

En el caso del café en la Región del Cibao, sobre todo en la zona de la cordillera septentrional en el área de influencias de las provincias Duarte, Salcedo y Espaillat, donde la producción de café era masiva, sin embargo, a partir de la década de los años 1970 una fuerte sequía y posteriormente la plaga de la roya del café, diezmaron las plantaciones, lo que redujo la producción a su más mínima expresión. Esta situación generó una fuerte migración del campo a la ciudad y hacia los Estados Unidos. Es bueno señalar que donde comenzó en la década de los 60 la emigración hacia los Estados Unidos fue desde esa zona montañosa donde se producía café y cacao principalmente.

Las informaciones que nos proporciona la Oficina Nacional de Estadísticas evidencian esta tendencia, que expresan en el censo del año 1970 para el caso particular de la Provincia Duarte que el 61% de la población se encontraban habitando la zona rural. Esa tendencia se revierte totalmente 4 décadas después, cuando el censo del año 2010 arroja la información que evidencia que para ese año la población rural de dicha provincia se reduce a un 33.7% versus 67% en la zona urbana.

Aunque es lógico a nivel general que  en la medida que se moderniza un país hay una tendencia hacia la urbanización y al predominio de la población de la zona urbana con relación a la zona rural, en el caso que estamos analizando producto la situación de desempleo que se produce en el caso de la desaparición de la producción de café en los campos del área de influencia de la Cordillera septentrional(Duarte, Salcedo y Espaillat); así como la falta de servicios expresado principalmente en el  bajo grado a académico de las escuelas que funcionaban en esa zona, más la falta de servicios de electricidad, agua potable, centros de atención en salud y pésimas condiciones de las comunicación vial, influyeron para una fuerte emigración desde esta zona tanto hacia la ciudad y otras zonas del país, como hacia el exterior.