La Sociología es el estudio de las formas en las que se organiza socialmente la vida humana. Busca describir y explicar el clima social, así como hacer predicciones del futuro. Sin embargo, la Sociología “despojada de la imaginación sociológica solo podía aportar información”. Y, el dato, como la información no nos da conocimiento, sino el resultado de la vida social del ser humano, con su pensamiento, trascendido. Por eso, Peter Drucker nos decía que el conocimiento es la información interpretada. “El trabajo de la imaginación sociológica consiste en mostrar como la vida personal y la biografía individual están íntimamente conectados con los acontecimientos históricos y los procesos estructurales”.
El trabajo del PNUD: Actualización del Mapa interactivo de desarrollo humano 2010-2016: Desarrollo humano en tiempo: Tendencias del bienestar y la Desigualdad en República Dominicana, está rico en información y la novedad es el Mapa en los territorios, no la investigación en sí. ¿Qué de importante trae consigo? Que permite al académico, al intelectual, más allá de la información en sí, construir conocimientos, no en una reconstrucción de socialización y visibilización. Lo importante es observar las tendencias para objetivizar las fuerzas sociales que gravitan y hacen posible este leviatán.
Ese conjunto de información que nos suministra el PNUD nos da la pauta para, más allá de la dosis de subjetividad, poder como sociedad, buscar una nueva forma para la construcción y reconstrucción de todo el tejido social de nuestra formación social. Lo que nos dice el PNUD es que somos un cuerpo adolorido, caracterizado en el marco de 32 provincias, donde del universo citado, 27 de ellos tienen un Índice de Desarrollo Humano Medio y Bajo. Solo el Distrito Nacional es de Ingreso alto y cuatro provincias, están situadas en Desarrollo Humano Medio alto. “El nivel de ingreso per cápita del Distrito es 2.3 veces mayor que el promedio nacional, y casi 3 mayor que la provincia de Santo Domingo”. Lo que nos está diciendo el Informe es que somos una sociedad caracterizada por la pobreza.
Donde se demuestra con más agudeza la falta de adecuadas y efectivas políticas públicas, en un país con un crecimiento económico en los últimos 25 años de 5.5% PIB, es en los factores de la pobreza multidimensional; esto es, Salud, Educación y el Ingreso, añadiríamos: Esperanza de vida al nacer. La esperanza de vida al nacer es de 74 años, en cambio, en la Región el promedio es de 75 años. Invertimos en Salud 2% del PIB y en la Región: 4.5%. En gastos sociales invertimos un 8% del PIB y alrededor latinoamericano: 14%.
Donde estamos más atroces, más atolondrado es en materia de educación y si la tendencia sigue igual, la distrofia será perenne y con ello, la ausencia de un Capital humano competitivo. Dicho de otra manera, no tendremos Talento humano. Según el hallazgo del PNUD en los indicadores de educación:
Tasa de cobertura neta nivel básico: 94.95.
Tasa neta de culminación nivel básico: 48.4.
Tasa de cobertura neta nivel medio: 73.08.
Tasa neta de culminación nivel medio: 35.00.
Esos datos son espeluznantes, erizan los poros, la piel toda y el corazón se paraliza. Solo 48.4% termina la educación básica, de esos solo 35 terminan el bachillerato, muy por debajo del promedio de toda la Región: nos están diciendo que un 50% de los que están en la educación básica se quedan en el camino. Que su nivel educativo, en consecuencia, es muy bajo. De igual manera, la información sobre los que terminan la educación media es aterradora. En la Sociedad del Conocimiento, de la Información, donde tierra, trabajo y capital no constituyen los elementos nodales de la productividad, de la innovación y la competitividad, sino el cerebro, y con ello, la mente, donde la pieza clave es el Talento humano, no podemos lograr el desarrollo con tan exiguos y pírricos indicadores de Educación.
De lo que estamos hablando es de la profunda ausencia de un liderazgo efectivo, de un liderazgo proactivo, transformacional, que tenga como objetivo y eje central al ser humano. El Informe del PNUD enfatiza sin decirlo ni proponérselo, de que adolecemos de un liderazgo cimentado en el compromiso societal y en la visión de una sociedad, donde la integración funcional cobre sentido con un poder, donde el Estado no sea un Estado Patrimonialista, consentido en el clientelismo y la corrupción como fuente inagotable para perpetuarse. Que de 32 provincias, 22 tengan un Desarrollo humano medio bajo es algo que debe darle vergüenza a la elite política.
Como nos dice el Informe “El crecimiento económico es un medio importante para el logro del desarrollo humano, pero no es la meta última”. La meta última y principal es el desarrollo humano que ha de traducirse en mejor bienestar, mejor calidad de vida, mayor nivel de vida. Si la tendencia sigue igual es claro que no podremos alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible como no pudimos lograr los Objetivos del Desarrollo del Milenio. Los Objetivos del Desarrollo Sostenible se sintetizan así:
- Fin de la pobreza,
- Hambre cero,
- Salud y Bienestar,
- Educación de calidad,
- Igualdad de Género,
- Agua limpia y saneamiento,
- Energía asequible y no contaminante,
- Trabajo decente y crecimiento económico,
- Industria, innovación e infraestructura,
- Reducción de las desigualdades,
- Ciudades y comunidades sostenibles,
- Producción y consumo responsables,
- Acción por el clima,
- Vida Submarina,
- Vida de ecosistemas terrestres,
- Paz, Justicia e Instituciones solidas,
- Alianzas para lograr los objetivos.
Está claro que tenemos una fragmentación de la sociedad donde en una sola hay tres, caracterizada por la enorme asimetría, una desigualdad en los territorios, donde entre el Quintil 5 y el Quintil 1, el promedio es de 58.2 a 10.7, en la concentración del ingreso, donde este representa el 35.66, en la dimensión que más contribuyó al Índice de Desarrollo humano. Una loable labor para el PNUD, y un reconocimiento especial a Melisa Bretón, Oficial Unidad de Desarrollo Humano Sostenible.
¡Nos han ofrecido una significativa información, nos toca a nosotros asumir una particular mirada frente a esta realidad social y a nuestro lugar en él para impulsar un nuevo escenario de la historia. Hay un clima social ensombrecido con una tendencia social que si no rompemos la inercia puede generar caminos difíciles en el logro de la integración social como Nación!