En toda sociedad, el rechazo ciudadano a un aumento de los impuestos es algo lógico y esperado.

Lo inesperado ha sido el nivel de indignación, el sentimiento de engaño que hoy surca los parques y bares de la amplia clase media. Lo grave para el PLD es su silencio.

Aquí entra la comunicación política franca y sincera; la información y explicación necesarias, la humildad que cierto PLD ha perdido, si es que alguna vez la tuvo.

Hablo de un PLD borrachito de triunfos, enfrascado en sus ganas de morirse, de éxitos pero morirse.

Si aumentar el déficit fiscal no es un delito sino una decisión de economía política, ¿por qué ha llegado a tomar tanta fuerza en la clase media este movimiento de “empoderamiento ciudadano”?

El asunto es sencillo (“como los adioses grises o las azules bienvenidas”).

Hablo de comunicación política, de “unificación de criterios, y de NO impunidad.

El PLD se unió para ganar las elecciones pero, inepto como un sociólogo en un taller o un cura en un burdel, no ha hecho lo mismo para defender el costo de esa victoria, -que aquí, aunque a veces lo aparentemos, no somos locos.

Con su no “unificación de criterios”, con una NO previsora comunicación dirigida a la opinión pública y publicada, y con su torpe e innecesario silencio como partido y como gobierno, el PLD ha ofrecido a sus adversarios políticos ( -a quienes les ha entrado un danilismo parecido al boschismo de los antiboschistas cada vez que el PLD les ganaba unas elecciones) la gran oportunidad de dañarlo… y lo han dañado.. (“Un frente a la vez, un frente a la vez”, cuentan que se les escucha decir a los adversarios de Leonel Fernández que –no debería olvidarlo el PLD- no son adversarios del MIUCA ni del Partido Verde, sino del partido morado… pero "un frente a la vez", compañero, "un frente a la vez"”).

Dicho esto, digamos también -y no es menos importante- que el PLD debió permitir que el DEPRECO llevara a juicio los casos mas flagrantes y jurídicamente demostrables de funcionarios que perdieron las formas y no soportan la más mínima auditoria visual, que lo mucho, ay, hasta Dios lo ve.

Estos son los errores que explican esta revuelta mediática, tecnológica y de clase media, que en esta etapa los adversarios del PLD dirigen fundamentalmente contra Leonel Fernández, pero que va dirigida a todo el PLD, a su gobierno y a su Presidente de la República, y no sólo a Leonel. (“Un frente a la vez, compañero, un frente a la vez, por favor”).

Para no morir de sus éxitos, el PLD necesita cuanto antes “unificar sus criterios” para su defensa. Y hablo de comunicación, de transparencia y de NO impunidad.

El PLD no puede olvidar –sin pagar el precio- que ganó las elecciones porque logró la unidad expresada en tres frentes político/electorales, justo y lo que no logró el PRD con sus dos frentes, el de Mejía y el de Vargas, y por eso perdió las elecciones.

"Unidad o muerte", muy demorados señores. No olviden que los partidos políticos, como los hombres, también pueden morir de éxitos.