Tener una oposición debilucha (inexistente) lleva a los dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), a asumir la idea de que “con cualquiera se gana” las elecciones de 2020.

Me encontré hace unos días con mi querido amigo, el periodista y diputado Rafael Méndez, quien se fue al extremo y me dijo que “el PLD hasta dividido gana”. Méndez me expresó que el Partido Revolucionario Moderno (PRM), solo tiene una pequeñita estructura en la capital y que en las provincias “no existe”.  Contrario a mí, Méndez cree que “hay enemigos pequeños” y que el PRM es uno de esos…

Aunque estoy entre los convencidos de que en la política, que es una guerra despiadada por alcanzar y mantener el poder, no hay enemigos pequeños, veo al Partido Revolucionario Moderno “famélico” frente al PLD. Es preocupante, en virtud a que mientras más fuerte es la oposición, más equilibrado es el Gobierno y, al momento de tomar una decisión, piensa más en los intereses de la sociedad, que usualmente son defendidos por los partidos de oposición. Esto es lo que se considera como el contrapeso en el sistema democrático.

Por ejemplo: en la prensa tradicional y en las redes sociales nada más se habla del PLD y las peleas entre los seguidores del presidente Danilo Medina y el expresidente Leonel Fernández. El PRM está completamente ausente del debate.

Lo peor de lo peor es que algunos dirigentes del PRM intervienen en las luchas entre los peledeístas, dando a entender que todo el mundo político gira alrededor del partido gobernante. No recuerdo un tema o una denuncia que las dos principales figuras del PRM, el carismático expresidente Hipólito Mejía y Luis Abinader, hayan colocado en la opinión pública.

He sentido decepción del senador José Ignacio Paliza y Carolina Mejía como presidente y secretaria general del PRM. Pensé que en base a su capacidad y juventud, iban a revolucionar o liderar el partido desde la oposición. Por el contrario, vi a Carolina “gritando” y diciendo que el PLD ha difundido la “falsa” percepción que no hay oposición política.   

Ella sabe que cuando las cosas son tan obvias no se pueden negar, puesto que a falta de una oposición los dirigentes del PLD,  funcionarios del Gobierno y legisladores se enfrentan: se hacen su propia oposición; el enemigo está dentro no fuera.

Vean como el senador oficialista por la provincia Peravia, Wilton Guerrero, le ha declarado abiertamente la guerra al director de la Policía, Ney Aldrin Bautista; los precandidatos peledeístas Carlos Amarante Baret, Francisco Domínguez Brito y Juan Temístocles Montas la emprenden contra el también aspirante presidencial y presidente del PLD, Leonel Fernández.  Los dirigentes de la campaña de Leonel le hacen la guerra al Gobierno, al que acusan de hacer campaña sucia contra Fernández. En fin, la opinión pública está atenta a las “riñas” dentro del PLD, mientras que la oposición no hace nada.