Los recientes pronunciamientos de diputados y senadores peledeístas llamando a que el procurador Domínguez Brito sea interpelado ante el congreso son un síntoma más de que el PLD ha perdido sus valores tradicionales, y que sufre una profunda crisis de identidad.
Los pronunciamientos me acuerdan a la película “Identidad” (2003), un thriller misterioso en la que diez personas hospedándose en un mismo hotel terminan muertas misteriosamente. Al final, uno se da cuenta que el conflicto entre los personajes no se libra en el mundo real, sino en la mente de un paciente diagnosticado con “trastorno de identidad disociativo”. Las identidades luchan entre ellas hasta que una identidad termina dominando y aniquilando a las otras.
Similarmente, el PLD atraviesa por una batalla campal entre dos identidades incompatibles: el PLD Boschista, bajo el liderazgo de Danilo Medina, contra el PLD Balaguerista, liderado por Leonel Fernández bajo la sombra de Joaquín Balaguer. Una lucha entre el futuro y el pasado, entre el liderazgo basado en resolver problemas, contra el liderazgo basado en sobrecitos amarillos.
El argumento no debe sorprender, pues el mismo Leonel ha dicho varias veces que se considera Balaguerista y Vinchista. Precisamente, el origen de este trastorno de identidad en el PLD se origina en el 1996, con el matrimonio entre el PLD, un partido históricamente progresista y de izquierda, con el conservador-clientelista PRSC y con la FNP, la reencarnación del Partido Dominicano de Trujillo.
El argumento no debe sorprender, pues el mismo Leonel ha dicho varias veces que se considera Balaguerista y Vinchista
Al igual que los efectos del trastorno de personalidad múltiple, la identidad del PLD Balaguerista ha dominado sobre la identidad PLD Boschista por unos 18 años, al punto que muchos dentro del PLD ya han perdido memoria asociadas con el comportamiento y la vocación social-progresista de Juan Bosch. Sin embargo, la llegada de Danilo Medina y sus seguidores al poder ha resultado en un PLD Boschista más dominante y un PLD Balaguerista que se debilita cada día más. El conflicto reciente se debe a que muchos piensan erróneamente que Danilo Medina mantiene la antorcha que Leonel le entregó. Sin embargo, la realidad es que Danilo apagó la antorcha de Leonel y volvió a encender la antorcha de Bosch.
¿Por qué ahora tanto rechazo a la corriente Leonelista-Balaguerista? Porque el pueblo ha visto un gran contraste entre el gobierno de Danilo Medina y gobiernos pasados. El PLD Balaguerista tuvo su oportunidad y los resultados fueron claros: más impunidad, más delincuencia y más corrupción. También alejaron del PLD a figuras con formación Boschista y de alta aprobación ante la sociedad como lo son Guillermo Moreno y Minou Tavárez Mirabal. Incluso Danilo Medina decidió alejarse del gobierno de Leonel 2004-2008 al darse cuenta lo que ocurría. Lo mismo con Gustavo Montalvo, quien renunció como director de ética gubernamental en ese entonces al ver como Leonel gobernaba con total indiferencia ante la corrupción.
Últimamente, la tendencia Balaguerista ha demostrado señales de nerviosismo no solo porque Danilo Medina cuenta con 90% de aprobación ante la población, como indican encuestas recientes, sino porque los intereses de este grupo han quedado al desnudo tras las imputaciones contra el senador Félix Bautista. Ha sido evidente como funcionarios pertenecientes a la corriente Leonelista-Balaguerista como lo son Prim Pujals, Félix Bautista, Cesar Medina, Vinicio Castillo Seman, Victor Díaz Rúa, José Rafael Vargas, Hotoniel Bonilla, Roberto Rodríguez Rosario, entre otros, han tratado de descalificar a funcionarios parte de la corriente Boschista como lo son Danilo Medina, Gustavo Montalvo, Wilton Guerrero, Roberto Rodríguez Marchena, Domínguez Brito, Andrés Navarro, entre otros.
En privado, funcionarios de la corriente Leonelista-Balaguerista admiten que el actual gobierno ha hecho mejor trabajo que el anterior, por lo que temen la reelección. Temen perder la influencia y la poca credibilidad que les queda frente a la población. Sobre todo, temen la continuidad del Boschismo impulsado por Danilo Medina, por lo que se han dedicado a descalificar moralmente a todos quienes no estén de acuerdo con la distorsionada visión derechista de lo que es el Boschismo, incluyendo a periodistas con una larga trayectoria de imparcialidad, honestidad y transparencia como lo son Huchi Lora, Nuria Piera, Alicia Ortega, Marino Zapete y Juan Bolívar Díaz.
Recientemente, la corriente Leonelista-Balaguerista ha tomado temas como la Ley de Naturalización para tergiversarla en contra del presidente Medina, argumentando que la ley “promueve la fusión”, cuando todo el mundo sabe que es puro cuento de la FNP, el mismo cuento auspiciado en años anteriores por Balaguer y Trujillo. Mientras piden que la CIDH respete la separación de poderes en la Constitución dominicana, intervienen con el poder judicial para así impedir la investigación contra Félix Bautista. Son los mismos que se hacen llamar patriotas, pero que permiten que políticos saqueen al país solo por amiguismo y por interés propio.
Son los mismos que se han pasado más tiempo comiendo lujosamente en el restaurante del congreso que debatiendo como solucionar los principales problemas del país. ¿Y qué raro que ahora acuden al hemiciclo diariamente a defender a Félix Bautista? Resulta que para debatir y legislar leyes con verdadera importancia para los dominicanos muchos acuden apenas una vez a la semana, y eso es si deciden ir.
Son los mismos le han dedicado más tiempo al tal conversatorio sobre Dessalines y a los sellos del INPOSDOM que a la eliminación de la pobreza. Ahora también critican la eliminación del “barrilito” y el “cofrecito”, dinero que pagan los contribuyentes que son usados con fines políticos. Claro, no quisieran sacar dinero de sus propios bolsillos para hacer campaña, porque de hacerlo se quedarían en la ruina.
A pesar de todo esto, el presidente Medina ha mantenido su convicción de manera brillante, sin hacerle el juego al PLD Balaguerista. Mientras el Boschismo resurge dentro del PLD, una nueva generación de jóvenes en la sociedad – dentro y fuera del PLD- cuestiona el Balaguerismo partidario que tanto daño le ha hecho al país durante los últimos 20 años.
Como dijo recientemente el senador banilejo Wilton Guerrero al oponerse a la interpelación del procurador: “Estamos en una democracia, el régimen de Joaquín Balaguer ya pasó”. Hay muchos en el PLD que todavía no se dan cuenta.