La semana pasa escribíamos sobre algunos tipos de plásticos asociados al ámbito de la construcción y mencionábamos a los acrílicos, el polietireno, el polietileno y el PVC, entre otros.

En cuanto a PVC tenemos que quizás sea el tipo de plástico más utilizado en la construcción, pudiendo verlo en aplicaciones tales como suelos, carpinterías interiores y exteriores (puertas y ventanas) sistemas de revestimientos para impermeabilización, fontanería y saneamiento, electricidad, etc. En ese sentido, nos detendremos un poco más en este material: El PVC.

El PVC

En ciertos artículos y estudios, se hacen análisis tanto favorables como desfavorables de este material. Desde esta modesta y pequeña parcela de buscadores de conocimiento, que es como nos definimos (diletantes del conocimiento, como diría nuestro estimado y admirado amigo e intelectual, Alejandro Arvelo), no pretendemos hacer ni lo uno ni lo otro. Probablemente, nuestra osadía sea aún mayor y pretendamos ser objetivos, actitud que consideramos mucho más complicada.

El policloruro de vinilo, PVC o (C2H3Cl)n2 , se produce por el proceso de polimerización de las pequeñas moléculas del cloruro de vinilo y se puede conseguir de varias maneras: por suspensión, emulsión, masa y solución.

Entre sus apologistas encontramos planteamientos tales como que es un material idóneo para la construcción, muy duradero y que esta durabilidad puede suponer, incluso, más de 35 años, siendo ligero y resistente. También se habla de que para el PVC se ha desarrollado un proceso de reciclaje, de circuito cerrado, denominado como Vinyloop que consiste en triturar los residuos, disolverlos para separar sus componentes y recuperar el PVC por precipitación, separación y secado. Esto podría resultar en más PVC, útil para su uso otra vez. Ver: (AA.VV. ECVM; ESPA; ECP; EuPC. 2000. Desarrollo Sostenible Compromisos voluntarios de la industria del PVC. Recuperado de: ).

En otros escritos, patrocinados por fabricantes de productos de PVC, vemos afirmaciones tan interesantes como que el PVC es un material difícilmente inflamable y que, además, presenta un buen comportamiento frente al fuego, autoextinguiendo las llamas en el proceso de combustión.

Para ser más específicos, y utilizando de ejemplo un producto que tiene como base al PVC, como puede ser una carpintería exterior (puerta o ventana); podemos encontrar varios análisis comparativos, que dejan a este material muy bien posicionado frente al aluminio e incluso frente a la madera.

Estos análisis de basan en la durabilidad del material, así como en sus buenas prestaciones en cuanto a la eficiencia energética asociada al rendimiento/desempeño de un edificio (consumos y ahorros de energía por climatización).

En ese sentido, es un hecho contrastado que el PVC es un excelente material para conseguir un alto aislamiento térmico en las carpinterías.

Su coeficiente de conductividad térmica es inferior al de la madera; esto es 0,17 W/m2ºC, para el PVC y 0,23 W/m2ºC para la madera. Y más aún, en esta competencia no hay cabida para el aluminio puro y duro, que utilizamos en muchas de nuestras puertas y ventanas; a parte, claro está, de las que cuentan con rotura de puente térmico ( RPT) que no es otra cosa que una pieza de PVC, insertada en el interior del perfil del elemento. El aluminio normal, el que no lleva RPT, tiene un coeficiente de conductividad térmica de 210 W/m2ºC. Esto supone más de 1000 veces el que tiene el PVC…

…¿Seguimos viendo y comparando? …Desde luego que lo haremos, pero la semana que viene.