Hemos sido advertidos por personas conocedoras del tema que para el año 2020 tendremos grandes sequías y escasez de agua potable, principalmente para la capital. Por lo que me hago la siguiente pregunta: esperaremos el 2020 para comenzar a planificar lo que haremos?
En realidad no podemos hacer grandes cosas para revertir esta situación, por lo que sugiero tomar ahora las decisiones que más nos convengan e iniciar en lo inmediato a ejecutar los proyectos que se decidan. En mi opinión, un proyecto que deberíamos tomar en consideración seriamente es la construcción de plantas de desalinización o desaladoras, las que sean necesarias, para suplir de agua potable al país, y afectar lo menos posible nuestras aguas subterráneas y la de los ríos. Las plantas desalinizadoras son uno de los medios más interesantes para el solucionar el problema de la escasez de agua potable antes de que éste se vuelva inminente, y lo de nuestro país es ya inminente. Y en adición tendríamos financiamientos para estos proyectos que ellos mismos se pagan, ya que serían generadores de recursos tangibles.
En un mundo donde la escasez de agua es un problema grave y creciente, la desalinización puede ser la clave para una fuente confiable de agua potable o agua de proceso industrial.
Las plantas desalinizadoras de agua de mar han producido agua potable desde hace muchos años, pero el proceso era muy costoso y hasta hace relativamente poco sólo eran utilizadas en condiciones extremas. Actualmente la tecnología ha cambiado haciendo este proceso mucho más sencillo y menos costoso, por lo que ya existe una producción de más de 24 millones de metros cúbicos diarios de agua desalinizada en todo el mundo, lo que supone el abastecimiento de más de 100 millones de personas. De todos modos nosotros estamos en la obligación de comenzar ahora a buscar alternativas y elegir una rápidamente, a fin de que para el 2020 tengamos disponibles las soluciones.
España, que inició en 1965 la construcción de estas plantas, es el quinto país en número de desalinizadoras del mundo con un total de 900 plantas que tienen una capacidad de 1.45 millones de metros cúbicos al día. Pero no tenemos que ir tan lejos. Tan cerca como en Aruba existen este tipo de plantas desde hace más de 50 años que suplen la isla y otras islas cercanas que no tienen capacidad de producir agua. Por lo que tenemos muy cerca las experiencias necesarias que podrían ayudarnos.
La experiencia de esta isla es muy interesante y digna de ser copiada. Sus habitantes, y los miles turistas que la visitan, cuentan con uno de los servicios de agua potable y de electricidad más confiables del mundo. Sus plantas se encargan de la desalinización y purificación del agua de mar y de la generación de electricidad mediante turbinas de vapor, de gas, heavy fuel oil y de viento, siendo la segunda planta más grande del mundo.
En mi opinión, además de estas plantas, se requiere la instalación en cada torre de oficina y residenciales plantas de tratamiento de aguas residuales para no seguir contaminando nuestras aguas subterráneas con los sépticos y filtrantes, que vierten esas aguas directamente al subsuelo.
Todas las aguas subterráneas están contaminadas, ya que todas las construcciones, además de perforar un pozo para extraer agua potable, también se construye un séptico y filtrante, y los vasos comunicantes o venas subterráneas se encargan de la contaminación llevando agua sucia de un pozo a otro.
Nuestras normativas de uso de suelo aplicadas para las autorizaciones de construcciones en las Alcaldías, deberían incluir estas exigencias. Dejo esta propuesta para el debate, porque seguramente existen otras alternativas, pero la verdad es que debemos resolver rápido.