En el marco de la designación del 2017 como año de la lucha para combatir la Mora Judicial, declaración emitida el 7 de enero por el Juez Presidente de la Suprema Corte de Justicia y del Consejo del Poder Judicial, doctor Mariano Germán Mejía, se aprobó y ordenó la inmediata Ejecución del Plan nacional de lucha contra  la Mora Judicial.

La ejecución de dicho plan tendrá un costo aproximado de RD$144.154.901.75 a ser invertido en la contratación de personal especializado y de apoyo, la compra de equipos tecnológicos, el mobiliario necesario, más las labores de coordinación y supervisión que demande la calidad e impacto del Plan puesto ya en Ejecución.

Este proyecto de trabajo se define como de carácter nacional, operación  de urgencia y con un tiempo de ejecución de uno a dos años para alcanzar la liquidación de 41, 101 expedientes, (27, 575 jurisdiccionales y 13,526  en proceso en los registros de títulos a nivel nacional).

La obra puesta en marcha supone la integración de más de 300 nuevos Servidores Judiciales que serán distribuidos en plazas de abogados ayudantes, oficinistas y auxiliares registrales que junto a las ejecutorias del órgano coordinador y supervisor, más las labores cotidianas y las que caerán sobres los tribunales como resultado del desarrollo de la lucha contra la Mora Judicial, presagia un alto nivel de movilización y trabajo al interior del Poder Judicial.

La decisión llega en buena hora y es para ser  apoyada por toda la sociedad y sus instituciones ya que la existencia de la Mora Judicial atenta directamente contra el derecho fundamental a la tutela judicial efectiva convirtiéndose en obstáculo fundamental  para el acceso a la Justicia de ciudadanos/as.

La Mora Judicial es una barrera que produce denegación de justicia, generando desesperanza situación que afecta a la ciudadanía restando credibilidad al sistema  de justicia dominicano.

Es por eso loable el esfuerzo que realiza el Poder Judicial para reducir el estancamiento de expedientes y casos pendientes de liquidar, propósito que debe extenderse hasta alcanzar la erradicación definitiva de las causas que provocan la acumulación periódica de los mismos, evitándose así, el tener que realizar jornadas periódicas  por la acumulación que el sistema genera.

Varios estudios dan a conocer las causas fundamentales de la Mora Judicial y el daño que produce para la Paz y la democracia, coincidiendo muchos de ellos, en señalar como las  principales; el insuficiente número de tribunales y jueces así como el escaso rendimiento de algunos de ellos, la falta de supervisión permanente, la deficiente y desactualizada organización de los procesos de respuestas a los demandantes de justicia y la permanencia de procedimientos inadecuados.

Vale señalar que entre las causas que generan la mora judicial figuran otras que no necesariamente provienen del Poder Judicial, como son el incremento de la criminalidad y la violencia, los limitados recursos económicos que este recibe del presupuesto general de la nación a pesar de lo que establece la ley 194-04, así como la cantidad de solicitudes y demandas de la ciudadanía que superan las capacidades reales de solución pronta y efectiva del sistema judicial, el abuso de los tecnicismo jurídicos mal aplicados, el uso de los  incidentes constantes, las chicanas y la impugnación recurrente de jueces como mecanismos de retrasar los procesos.

Según muchos autores, actores y actrices  el Poder Judicial no puede solo con la carga de casos que le llegan diariamente desde la sociedad, escena del irrespeto a las leyes, el desconocimiento de los derechos fundamentales y la desinformación existente en  la misma.

Para alcanzar el éxito del plan de lucha contra la mora judicial y su erradicación definitiva es necesaria la integración de múltiples sectores sociales y públicos y el impulso e integración  de los métodos alterno de resolución de conflictos ya que por sus características buscan la satisfacción de las partes en base a una solución consensuada  que no amerita de un tribunal para alcanzarlas.

A diferencia del proceso judicial que tiende a postergar el conflicto dejando la solución en manos de un tercero, los métodos de resolución de conflictos tienden agilizar los procesos descongestionado la justicia Formal.

En el caso de la mediación las partes son responsable de las decisiones tomadas, con la ayudad de un tercero especializado, los involucrados en el conflicto gestionan la solución del mismo al tiempo que reduce al máximo su repetición.

El apoyo que brinda la aplicación de la Mediación podría jugar un papel  importante en la lucha por la erradicación definitiva de la Mora Judicial, su colaboración contribuiría a la reducción de las controversias sociales y familiares.

Además de resolver en menos tiempo y a más bajo costo la mediación se encamina a la creación de un ambiente de convivencia pacífica en las comunidades, la prevención de la violencia y la participación de la comunidad en un proceso de permanencia de la cultura de Paz.