¿Qué es el plagio? Conforme lo describe Plagiarism.org, “consiste en copiar el trabajo o idea de otro; coger para sí la idea original de otra persona. La seriedad de la ofensa puede ser minimizada cuando se dice “copiar” o “tomar prestada una idea”. De acuerdo al Merriam-Webster Online Dictionary, plagiar significa: 1) robar o hacer como propio el trabajo, palabras o ideas de otros; 2) utilizar el trabajo o ideas de otros sin el crédito correspondiente; 3) presentar como original o nuevo un trabajo o producto ya existente. En definitiva, plagiar es un fraude”. Cuando se hace la cita de la fuente o se da el crédito apropiado, se previene el fraude de plagio.
Los estudiantes de todos los niveles, son tentados al plagio más por desconocimiento que por “intención fraudulenta”, que tiene mucho que ver con la deficiencia de la enseñanza y la orientación de los “guías académicos”.
En el nivel universitario en nuestro país, se requería la presentación de un trabajo de investigación o tesis para la obtención del Título correspondiente. Dichos trabajos de investigación requieren una dedicación adicional, tanto del estudiante como del profesor que le orienta. Lo costoso en tiempo, recursos económicos así como la dedicación del guía (profesor asignado) sin recibir pago por dicha labor, degeneró la tesis al monográfico. El monográfico es una “salida académica” de casi todas las universidades dominicanas, para lanzar al mercado de trabajo a un producto con lagunas y deficiencias académicas, científicas, organizativas, analíticas y sobre todo de racionalización intelectual.
Con el monográfico como salida académica, las universidades les han “facilitado” a sus egresados completar carreras profesionales, careciendo de las herramientas y dedicación y profundidad intelectual requerida, para enfrentarse a un mundo cada vez más demandante, complejo y competitivo. Los profesores, por su parte, han apoyado esta degradación porque reciben compensaciones económicas por la “orientación” ofrecida. Sabemos de casos donde el estudiante sólo ha puesto el nombre en el referido monográfico, mientras que todo lo demás ha sido hecho por el “orientador” académico.
El plagio o fraude académico intelectual no va a desaparecer porque, siempre habrán personas dispuestas a tomarse el riesgo de ser descubiertas y encauzadas, pero sí se puede reducir significativamente con la permanente orientación, apropiada supervisión y dedicación profesoral.
Este tema ha resurgido en el país, por la denuncia de un profesor de la más antigua casa de estudio del nuevo mundo, en la que involucra unas personalidades con trascendencia política. Y el Rector en vez de investigar el caso, aún a lo interno de esa gran Alma Mater, en aras de hacer una contribución a su buen nombre y bien ganada fama, reacciona cancelando al funcionario que hizo la denuncia; como si con ello el mal, en caso de que existiera, se estuviera corrigiendo.
Resulta justo y racional, no condenar ni estigmatizar a priori a nadie, basado en lo que pudiera ser un comentario, alerta o denuncia sin fundamento, pero jamás podríamos aceptar que la máxima autoridad de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) deje a un lado su alta responsabilidad de investigar el caso por la connotación política y trascendencia social de los señalados. Porque, al fin y al cabo, como dijera Lincoln “se puede engañar parte de la gente parte del tiempo, pero no se puede engañar a toda la gente todo el tiempo”
Oh! y cómo el Rector de la UASD, va a sentirse cuando en representación de tan afamada y amada institución académica, ya sea en el país o el extranjero, se sienta compelido a explicar semejante actitud, cuando debiera ser ell primero en preocuparse?
¿O él aceptaría como bueno y válido el cuestionamiento, en el mundo intelectual, científico, académico, laboral, ético y moral, a los títulos otorgados a miles de sus egresados desde la fundación de la UASD, en 1538? ¿O que sean afectados los múltiples acuerdos que ha firmado la UASD con universidades y cualquier organismo extranjero? ¿O debemos simplemente resignarnos a no indagar lo mal hecho por temor al poder del momento? Señor Rector, Ud. no ha sabido proteger y defender el orgullo y la dignidad de la UASD, sus egresados y por egresar, MUY LAMENTABLE!